Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

domingo, 30 de julio de 2006

06-07-30 Valle de Curueño (León).

            Salida de domingo. Voy a sondear otro nuevo valle de la cordillera Cantábrica del lado de León. Paralelo hacia el este del valle del Bernesga está el de Torío y a continuación el de Curueño.
            Para ello bajo hasta La Robla, tomo el valle transversal de Fenar y voy hasta La Vecilla. Allí me introduzco en el valle. Rápidamente el valle se estrecha y se encajona entre grandes peñas de caliza prácticamente peladas.
            Pronto se llega a Nocedo de Curueño, pero antes encuentro una estrecha garganta a la izquierda pegada a la carretera con un cartel que pone cascada. Paro, me meto andando. Por la garganta discurre un riachuelo que cruzamos varias veces por unas curiosas pasalelas quizás demasiado modernas para el lugar. Al final la garganta se cierra y se reduce a una grieta. El fondo de la grieta es una poza del riachuelo pero han montado una pasarela que se introduce en ella por encima del nivel del agua. Dentro hay una bonita cascada por la que se despeña el agua. Además, arriba ambas paredes de la grieta están unidas por un puente de roca con lo que el agua cae a través de una ventana.




            Una vez vista la cascada sigo hasta Nocedo. Allí hay unos carteles que explican un poco el lugar.
            Aguas arriba hay un balneario abandonado. Voy andando hasta él, aunque como veo después se puede llegar en coche. Es un gran caserón pegado al río de finales del XIX o más bien del XX. Según dice el cartel es de aguas termales que ya se empleó en época romana. No se puede entrar en el edificio pues está todo tabicado.


            El cartel habla de una calzada romana que discurre a lo largo del río por la ribera contraria al que lleva actualmente la carretera.


            La calzada se distingue unos 200 metros aguas arriba del balneario. También siguiendo el valle y cuando este se estrecha más se distingue bien la calzada.
            Como digo, sigo el valle hacia arriba y se convierte en una garganta entre peñas de pura roca caliza pelada. Durante el trazado del valle se van viendo distintos puentes, algunos de origen romano, todos rehabilitados aunque alguno con el mal gusto de los arquitectos que mezclan el moderno con el antiguo.






             Cuando se llega a Tolibia el valle se va ensanchado y tomando la forma de los antiguos valles redondeados glaciares. El terreno además pierde el arbolado pero esta vez no por la roca sino por la altura.
            Sigo pasando pequeños pueblos, ahora con más vida debido a los turistas. Los más curiosos son los que hay perdidos en valles transversales, comunicados por pequeñas carreteras que se acaban al llegar a ellos.
            Sigo la carretera para arriba y se acaban los pueblos. Al final se llega a un cruce. Sigo el camino de la derecha y llego a las pistas de esquí de Riopinos. Aquí se acaba la carretera por este lado.


            Vuelvo para atrás hasta el desvío y tomo la carretera de la izquierda. Pronto se hace de tierra y empieza el puerto de Vegarada que comunica con Asturias.


            Vuelvo para atrás. Para salir del valle tengo que bajar bastante hasta llegar a un valle transversal que comunica con el valle de Torío.
            Cuando se llega al collado de Valdeteja hay un cartel de sendero. Es la ruta de Ubierzo a Sancenas que tiene la Asociación de los Cuatro Valles en internet. La ruta sube al macizo montañoso que hay a la izquierda. Tras una intensa subida por un camino y luego por un sendero, se llega arriba. Sin embargo no acaba en cresta la montaña sino que arriba hay una altiplano que da lugar a varias planicies entre montículos sin salida de aguas y llenas de sumideros. La primera planicie es rocosa y parece un campo bombardeado lleno de sumideros. A la derecha sigue el sendero y pasa a otra planicie. Esta es más suave y toda cubierta de césped. El sendero va girando alrededor de un montículo central y se suceden otros dos llanos. En el que sigue hay una choza de pastores típica de la zona. El tercero es muy bonito pues le nace un pequeño arroyo y en el otro extremo desaparece en un sumidero. En estos tres que son unos pastizales estupendos hay numerosos caballos salvajes.

     
            La bajada fue entretenida pues la hice con dos parejas de excursionistas. Una de las mujeres es farmaceutica y todavía tiene bastante conocimiento de botánica e iba diciendo las plantas que se encontraba.


            Comí con ellos ya cerca de los coches pues algunas nubes amenazadoras nos hicieron bajar sin perder tiempo, aunque al final se volvió a despejar.


            Ya con esto llegué hasta Cármenes y luego por Villamanín para casa.

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