Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

domingo, 27 de febrero de 2011

11-02-27 De todo un poco (León)

Hoy partimos de León con pocas ideas. Así que nos metimos por Villaobispo en busca de esa carretera que se supone que algún día llegará a Cistierna y de allí a Santander.
Si, realmente la carretera que cruza Villaobispo  y Villarodrigo, ambas de las Regueras, es una nacional y se supone que algún día unirá en Cistierna con su continuación hasta Santander. Es la N-621 que está partida en dos tramos y que en algún plan de carreteras olvidado se unirá para dar un acceso directo a Santander.
Nosotros, que no conocemos la zona, nos metimos por una carretera menor que recorre Villavente, Carbajosa y Villafeliz de la Sobarriba. Éstos son pequeñas poblaciones situadas en el altiplano que existe entre los valles del río Torío y Porma. Son pueblos que sobreviven por las segundas viviendas de personas emigradas que originariamente eran de aquí. Estos pueblos antes vivían del cereal y de los eriales boscosos poblados de caza.
Al final hemos alcanzado la mencionada N-621 y hemos continuado hasta llegar a la unión de los valles del Curueño y del Porma. Aquí el primer tramo de la N-621 termina y hemos tomado la CV-130-3 hacia La Vecilla.  Aquí se puede disfrutar de pequeños pueblos que apenas dejan discurrir la carretera por sus estrechas calles. Pueblos con curiosos nombres como Barrillos, Gallegos de Curueño, Santa Colomba de Curueño, La Mata de Curueño, Pardesivil, Sopeña de Curueño o Cándara de Curueño.
En La Vecilla tomamos la LE-321 y recorremos el Curueño alto. Volvemos aquí a disfrutar de las estrechas gargantas y de la cascada que hay poco antes de Nocedo. Es esta ocasión la cascada tiene mucha agua y apenas se puede entrar en la grieta.

Ya en la cascada nos empieza a nevar ligeramente y según recorremos todo el valle vamos alternando momentos de sol y de nieve. Ya al final, en Vegarada, el terreno está todo blanco y la carretera es transitable gracias al quitanieves.

De bajada, nos desviamos al pueblo de Arintero. Es uno de esos pueblos de montaña que están apartados de las carreteras principales, escondidos en valles laterales y donde el camino de acceso termina allí. Paramos a dar una vuelta en el pueblo. Tiene, tan solo, una decena de casas y una iglesia. Yo creo que solo viven un par de familias o como mucho tres. El resto de casas hoy en día sirven para veraneo de las familias de sus antiguos moradores y otras están abandonadas.

De vuelta pasamos al valle del Torío por Valdeteja y Genicera. Llegamos hasta Cármenes y allí pasamos al valle del Bernesga por Villamanín. Y ya solo nos queda bajar por este valle hasta Huergas de Gordón.

domingo, 20 de febrero de 2011

11-02-20 Por los monasterios del Esla (León)

Las montañas están muy nevadas y nos hemos decidido por el turismo cultural.
En el tramo del río Esla, comprendido entre Cistierna y Mansilla de las Mulas, existen varios monasterios de notable antigüedad. Según cuentan los libros de historia, se fundaron para repoblar la zona. En las laderas del valle también abundaron los eremitas viviendo en cuevas y abrigos rocosos.
Hemos pasado por aquí alguna vez y hemos visto lo que queda del monasterio de San Miguel de la Escalada. Hoy nos hemos propuesto ver otros dos, el de Santa María la Real de Gradefes y el de San Pedro de Eslonza.
Así  que salimos por la CL-626 en dirección a Cistierna. Ya en esta población, bajamos hacia el sur por la N-625 y paramos en la población de Villapadierna. Alli existe un viejo castillo en ruinas que nos dedicamos a visitar. Se trata de un castillo del siglo XV o XVI que perteneció a Doña Berenguela. Está en pleno llano y más bien en la parte honda del pueblo. Es de pequeño tamaño, cuadrado y con fuertes y elevados muros supongo que para contrarrestar lo llano del lugar. Alrededor de la muralla todavía se puede distinguir como una vaguada que debió ser un foso. Los lienzos de la muralla tendrán sobre 2 metros de espesor y están en un lamentable estado de ruina. Se realizaron con cantos rodados por el sistema de tapial. En la actualidad posee grandes orificios no sé si producto de derrumbes o por este mismo efecto en ventanales. No era extraño abrir grandes ventanales en las murallas en épocas posteriores de paz.

En el centro del recinto se encuentra la torre del homenaje que todavía sobrevive airosa a su estado de ruina interior. También se realizó en tapial con sillares de refuerzo en las esquinas.
Hoy día es un perfecto albergue para nidos de cigüeñas. Habrá como quince o veinte dispuestos en la torre y en la muralla. A las cigüeñas no les hace demasiada gracia nuestra presencia y salen volando poco a poco.

Continuamos nuestro camino hasta la población de Gradefes. Está en la margen derecha del río. En este pueblo se encuentra el monasterio de Santa María la Real de Gradefes. Es un convento de monjas del Cister todavía en uso. Fue fundado por doña Teresa Petri en 1168 al enviudar, erigiéndose ella misma en abadesa.
El lugar, rodeado de una tapia, parece cerrado, sin embargo probamos con la puerta y se puede abrir. Entramos a un patio que da acceso a la iglesia. La puerta de ésta también la podemos abrir y entramos. Es una bella iglesia de sillar magníficamente restaurada. Dispone de tres naves una de ellas inacabada por la que se accede. La mayor parte de la nave central está ocupada por el coro que está separado por rejas para uso de las monjas. La tercera de las naves está parcialmente reutilizada por otras dependencias del convento. De esta forma la iglesia en si queda reducida prácticamente al altar y a la girola que se dispone alrededor.

Existe una puerta por la que se accede al claustro. Una monja no da paso aunque no se ve muy conocedora de la historia y no nos explica nada. Damos una paseo alrededor del claustro de distintos estilos aunque de gran belleza. En el claustro está el acceso a la sala capitular con su singular arquería.  



La monja nos ofrece comprarle virutas y sequillos confeccionados por ellas. Le compramos un par de cajas.
Tras esta visita continuamos nuestro camino hasta el pueblo de Santa Olaja de Eslonza. Este pueblo está en el altiplano derecho al valle del Esla. Allí se encuentran los escasos restos del monasterio de San Pedro de Eslonza.
Se fundó en el año 910 por el rey García. La iglesia era románica y el claustro plateresco. Ahora tan solo se puede intuir lo que fue la iglesia, el claustro y otro patio lateral con dependencias alrededor. También quedan restos de las tapias que lo rodeaban.
El monasterio fue pasto de la Desamortización de 1835. Hoy día se pueden encontrar más piezas del monasterio en las iglesias y otros edificios de pueblos de alrededor que en el propio monasterio.    

El golpe de gracia lo dio el obispo Luis Almarcha Hernández cuando trasladó toda la fachada de la iglesia a la de San Juan y San Pedro de Renueva de León.
También es interesante ver los numerosos edificios existentes en estos pueblos construidos con adobe.
Tras esto nos fuimos para casa por la capital.

domingo, 6 de febrero de 2011

11-02-06 Valle alto del Nalón (Asturias).

     Hoy salimos antes de las nueve de la mañana para subir al pico Tres concejos desde Pendilla. La cuestión es que cuando llegamos hacía -6 ºC y había bastante nieve. A nosotros no nos molesta pillar algo de nieve pero que esté todo nevado nos resulta demasiado molesto.
    Estos días pasados en Huergas apenas nevaba y caían bolitas que casi ni manchaban el suelo. Sin embargo en estos valles altos y en Asturias nevó con ganas. Pensaba que no habría mucha nieve y la poca que hubiera se habría derretido pero no fue así.
    Así que salimos del valle de Pendilla y nos bajamos a Asturias. No sabíamos a donde ir y acabamos en el valle alto del Nalón. Pasamos por Langreo, La Felguera y El Entrego y seguimos para arriba. Hasta Pola de Laviana el valle está muy habitado lleno de edificaciones. Entre las barriadas de bloques y los caseríos se mezclan polígonos de industrias, residuo del pasado esplendor siderúrgico. Se alternan también multitud de minas, muchas todavía en funcionamiento. Hoy son todas propiedad de la empresa pública Hunosa. La gran térmica de La Felguera todavía domina el valle y sigue quemando. No sabemos si se abastece de carbón autóctono, importado o de gas. El gran oligopolio eléctrico hace lo que le da la gana y está dispuesto a acabar con la minería nacional. Abundan los carteles en la carretera de los trabajadores de distintas empresas en extinción fruto de una reindustrialización subvencionada e inviable.
Pasado Pola el valle se estrecha más formando bellas gargantas ocupadas por un par de embalses. En el embalse de Tanes paramos a ver una pequeña cascada junto a la carretera que vierte el agua de un barranco al embalse.

Más arriba, un poco antes del pueblo de Campo de Caso, en un tramo abandonado de la carretera se puede ver la cueva de Deboyu. En este punto el valle se cierra especialmente bordeando un farallón calizo. El río Jalón también lo bordeaba pero a lo largo de los siglos agrandó una gran grieta y formó una cueva por la que atraviesa la cresta rocosa. Se puede comprobar la gran boca de entrada y la de salida como cien metros más abajo.

Paramos a continuación en Campo de Caso donde está el centro de interpretación del parque natural de Redes pero desde fuera nos pareció que había poco más que una tienda y no entramos.
Seguimos valle arriba y nos desviamos al pueblo de Pendones. Es un pequeño pueblo metido en un pequeño valle lateral. Allí hay un pequeño taller de madreñas y todo el mundo va todavía con ellas. Me llamó la atención la tez clara que tienen los del lugar a pesar de ser todos ganaderos. Deberían tener los rostros quemados por el sol.

Bajamos de nuevo hasta Campos de Caso y nos desviamos hacia Infiesto. Por esta pequeña carretera llegamos hasta el poblado de Bueres buscando un sitio donde comer. Al final lo hicimos un poco antes en Orlé. Allí hay un restaurante llamado La Carasca. La comida muy abundante pero regularmente cocinada. El servicio bueno y presto y los precios altos para la calidad de la comida.
Ya de vuelta por donde vinimos paramos en La Felguera. Estuvimos paseando por el polígono industrial del antiguo solar de los altos hornos de Duro – Felguera. Todavía allí se puede contemplar el bonito edificio de ladrillo visto que fueron las oficinas de la siderurgia, la gran nave de la antigua acería que no se hoy que uso tiene. Hay una antigua chimenea de enfriado pintada de colores que hoy día es el Museo de la Siderurgia. Paseando hasta el fondo del polígono se llega a la mina de Pozo Candín. Se puede pasar por en medio de sus instalaciones pues como nos indicó un guarda jurado es un camino municipal. Allí se puede contemplar los talleres y todo tipo de material para el uso de la mina así como el castillete de la mina. Vagonetas, cerchas, tresillones, motores, puntales de madera y todo tipo de material se halla esparcido por la explanada.

Según nos indicó el guarda jurado todavía el pozo está en funcionamiento aunque con negros nubarrones en el futuro.
Tras este paseo nos volvimos para Huergas.