Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

domingo, 30 de enero de 2011

11-01-30 Por tierras del Bajo Esla (León).

Aunque estos días, más que nevar, lo que ha hecho es tontear, nosotros, que no somos de caminar en nieve, nos hemos dedicado a hacer excursión cultural en vez de montaña.
Así que nos bajamos hasta León y continuamos en dirección a Mansilla de las Mulas. Como medio kilómetro antes de llegar a esta población hay un desvío a la derecha con la indicación de Mansilla la Mayor. Pasamos este pueblo y pronto llegamos a Villaverde de Sandoval. Antes de llegar al pueblo tropezamos con el monasterio.


Transcribo lo leído en internet sobre el monasterio.
El monasterio de Sandoval, situado en el Camino de Santiago, fue centro de atención a peregrinos en su albergue.
Fue fundado por el conde Pedro Ponce de Minerva, su mujer Doña Estefanía Ramírez y los hijos Ramiro, María y Sancha. Respecto de su iglesia, no consta fecha, pero sí nombres de dos maestros que trabajaban en el monasterio, y son 'Dominicus magister', de 1202 a 1203, y 'Mícael el maestro', en 1205. Lo más probable es que se deba al mismo arquitecto que la de Gradefes, y que esté hecha después, en el último decenio del siglo XII. En el siglo XV fue ampliado por el abad Don Pedro de la Vega.
Conserva elementos de estilo románico, gótico y mozárabe.
De planta monacal tradicional, incluyendo una iglesia de tres naves, con cabecera  que se señala al exterior y al interior con tres ábsides con ventanas grandes, muy esbeltas, con profusión de columnillas y molduras, sobre todo en el ábside central, y con claraboyas también en los hastiales. El aparejo es de sillería de caliza marcada. Son de gran belleza las arquerías montadas sobre pilares compuestos y capiteles representando castillos, como en Gradefes.


Destacan la portada de entrada a la iglesia, con la representación del Crucificado y dos figuras orantes en el ático: San Bernardo y Santa María ante el Cristo Crucificado. Vicios y virtudes, representados por monjes encapuchados, difícilmente legibles al estar deteriorados.
El monasterio sufrió un gran incendio a finales del siglo XVI, lo que obligó a una importante reconstrucción posterior. Así el claustro o patio es neoclásico de siglo XVII, de impresionante sencillez arquitectónica.
La sala capitular es antigua y el refectorio, la cocina y las bodegas, están parcialmente conservadas, así como la biblioteca y la gran escalera de subida al sobreclaustro. La zona de celdas monacales prácticamente se ha perdido, conservándose la sala abacial en la parte de poniente.
Conserva la iglesia un magnífico retablo. Su primer tercio consta que fue hecho por un fraile del monasterio llamado Pedro Sánchez, de 1605 a 1618. Es de escuela vallisoletana. Contiene esculturas de la Virgen con el Niño, Calvario y cuatro relieves alusivos a San Bernardo. Dispone de varios relicarios por la parte posterior, hecho poco frecuente. Lástima que este importante retablo oculte el ábside cisterciense de la cabecera.
Destacan en su interior los sarcófagos de los fundadores, la imagen de la titular, Santa María, (Museo diocesano de León), del siglo XII, la de San Goroteo del siglo XVII, Santiago Matamoros del mismo siglo, Grupo de la Quinta Angustia, compuesto de ocho figuras de madera policromada y con mucho oro en las ropas. Es de la primera mitad del siglo XVI.
Cuando llegamos, como siempre, estaba todo cerrado. Entramos por el gran patio que tiene el monasterio y vimos que hay varias viviendas en su interior. Aunque vimos que había gente en las casas, nos supo mal llamar y preguntar. Por suerte, cuando ya nos íbamos, vimos que salía un hombre y le preguntamos. Resulta que vive en esas viviendas adosadas y es diácono de la iglesia.
Por un euro por persona nos mostró la iglesia y nos comentó un poco el resto del monasterio que no es visitable al estar todavía en obras.
De la iglesia, comentar su luminosidad y sobriedad. Dispone de distintas imágenes algunas de calidad como una talla del Descendimiento de Juan de Juni o un Ecce Homo de Gregorio Fernandez. Es notable por su belleza la cabecera de la iglesia con sus tres ábsides aunque el principal está tapado por el retablo arriba indicado.
El convento está repartido en tres grandes espacios, dos claustros y un gran patio de entrada. El patio tiene la fachada principal del monasterio y a su alrededor distintos corrales y almacenes. Como he comentado también dispone de varias casas vivienda que no se si se construirían después de la Desamortización de Mendizabal o ya existieron en época monástica para los trabajadores de las propiedades del monasterio.
De los claustros solo queda uno. Parece que alrededor de este se disponían las dependencias principales del monasterio que más o menos todavía se encuentran en pie. Este claustro es el que se quemó y se reconstruyó de estilo neoclásico.
El segundo claustro está totalmente en ruinas. Además el claustro en si se lo llevó piedra a piedra el famoso obispo Luis Almarcha conocido por ir expoliando distintos elementos arquitectónicos y cambiándolos de sitio. Así tomó la fachada del Monasterio de Eslonza y la llevó a la iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva. También desmontó la fachada del palacio de los Prado de Renedo de Valdetuejar y la llevó a León siendo ahora la actual fachada del hospital de Regla. El claustro del monasterio que hablamos se encuentra ahora en San Isidoro de León. Alrededor de este claustró estaban las celdas de los monjes y otras dependencias, algunas curiosas como la prisión. Hay que tener en cuenta que el abad de este monasterio era mitrado y tenía bastante poder imponiendo justicia entre los pobladores de sus dominios.
Pensamos en escuchar misa en la iglesia pero desistimos solo de pensar en el frío que hacía dentro.
Tras esta visita continuamos nuestro recorrido. Cruzamos Mansilla de las Mulas y nos desviamos por la carretera N-625 en dirección a Valencia de Don Juan. Apenas salimos de Mansilla nos llamó la atención una fábrica en el campo que daba la sensación de abandonada y con unos extraños chimeneas. Paramos y nos acercamos. Había un par de personas cerca de la puerta y Luisa, que es más lanzada, preguntó sobre lo que fabricaban. Nos comentaron que fabricaban carburo de sílice. Esto se emplea como abrasivo, refractario e incluso en fundiciones. Mezclan en hornos por encima de 2000 ºC sílice muy pura y coke del petróleo. Solo hay dos fábricas en España. Curioso encontrarla aquí en medio de la nada.


Continuamos el camino hasta Valencia de Don Juan, por la margen derecha de la ribera del Esla.
En Valencia dimos un paseo por la población hasta que encontramos el castillo. Nos lo encontramos cerrado pero tuvimos suerte porque llegó el guía al poco. El guía te enseña el castillo o más bien el museo que hay en el interior de la torre del homenaje. Este museo muestra restos encontrados de distintas épocas contando un poco la historia de la población. En invierno el horario de visita es escaso por lo que conviene llamar.


Sobre el castillo transcribo lo leído en internet:
El castillo fue construido en el siglo XV por los Acuña, Condes de Valencia, sobre un castro de la Edad de Hierro, y sobre las ruinas de una fortaleza anterior, destruida por Almanzor en el 996.
Dispone de tres grupos de torretas y una torre del homenaje, adornada en sus esquinas y frentes por torrecillas circulares y con decoración gótica en una de sus ventanas.
En este castillo se celebró el Concilio de Coyanza en el 1050. La antigua Coyanza fue poblada y fortificada por Fernando II de León en la segunda mitad del siglo XII.
Valencia empezó a llamarse de "don Juan" a raíz de su donación al infante don Juan, hijo de Alfonso X.
De lo visto en el castillo, la población de Valencia está poblada desde tiempos anteriores a la edad del hierro. El promontorio donde actualmente está el castillo es perfecto para la defensa y además está cerca del río para disponer de agua. En las escasas excavaciones que han realizado en el castillo y en zonas aledañas se han encontrado interesantes restos de la edad del hierro y de la tribu Vaccea. Durante época romana siguió habitada y posteriormente en todas las épocas. En todas ellas el castillo ha sido la zona principal de la población. El castillo actual que como indico más arriba se construyó  en el siglo XV por la familia Acuña a pesar de la ruina en el que se encuentra muestra buena parte de su belleza. Pertenece a una fundación de los descendientes de los Acuña y el ayuntamiento se ha hecho cargo de la consolidación y del mantenimiento del lugar. También construyó el museo dentro de la torre del homenaje.
Vale la pena visitarlo.


Luego continuamos hasta Valderas para comer el famoso bacalao que hacen allí. Tuvimos que preguntar cuando llegamos pues hay tres sitios donde lo hacen y no están muy a la vista. De hecho en el que comimos, llamado El Gatito, no tiene ni cartel y por fuera parece una casa.
Comimos una buena cazuela de bacalao con unos buenos lomos hechos con ajo. De vino tenían botellas de rosado del terreno sin marca. De postre no tenían gran cosa pero comimos queso curado del pueblo. Todo nos costó 27 euros para los dos.
Tras ello dimos un paseo por los escasos restos del castillo de Valderas y disfrutamos de los inmensos llanos de la Tierra de Campos.


Volvimos hasta Valencia y nos desviamos a una pequeña población cercana llamada Alcuetas. Allí vimos el pequeño castillo que tiene que llama la atención por su solidez y reducido tamaño. Desgraciadamente está abandonado y en lamentable estado de ruina.


Tras esto nos volvimos por la antigua N-630 por la que cómodamente se llega a León.

domingo, 16 de enero de 2011

11-01-16 Sextil de las Peñas (León).

Este año estamos dispuestos Luisa y yo a dar buenos pateos por la montaña.
Hoy iba a ser un buen día pues como mucho había previsiones de niebla. Hemos llevado el GPS por si acaso.
La ruta de hoy la vimos en el blog con dirección “http://montesdeleon.blogspot.com/2011/01/pico-sextil-de-las-penas-boca-de.html
Es uno de los mejores blogs que conozco de las montañas de León.
Así que, esta mañana, nos fuimos en dirección a Boca de Huergano. El día estaba frío pero no pintaba mal pues no parecía haber apenas niebla.
Llegamos ya con el día soleado. La ruta se adentra por el valle del arroyo de Remueda y sube hasta el primero de los picos llamado el Sextil de las Peñas según la página citada. Según el visor del Servicio de Información Territorial de la Junta de Castilla y León se llama pico Mura.


Aparcamos cerca de la parada de autobús de Boca de Huergano. De allí sale una calle que se dirige a la iglesia. Si seguimos adelante sale una pista forestal por la ladera izquierda, tal y como vamos, del monte que tenemos delante que se llama el cueto de la Grancia. La cuesta es pronunciada hasta que la pista, según va girando se introduce en el valle antes citado. Continuamos la pista hasta que llegamos a un collado llamado Bajero. Seguimos la pista forestal que sube. Esta va girando rodeando el fondo del valle hasta llegar a un bosquecillo de viejos y retorcidos robles. Allí el camino se acaba. Continúa una senda que se introduce en el bosque, ahora caduco, hasta que llegamos a una cresta desde la que tenemos una buena visión del embalse de Riaño y su gran puente que lo cruza. La vista aquí ya empieza a ser francamente bonita con el embalse enfrente custodiado por los grandes picos del Gilbo y el Yordas.


En esta cresta hay una empalizada que creo que separa los términos de Riaño y Boca. Hay que seguir esta valla metálica para llegar a la cumbre. El camino a partir de aquí es duro pues hay que ir rodeando el mar de escobas o piornal.
Ya en la cumbre el viento comenzó a apretar. A estas alturas el viento es cortante y frío. Nos refugiamos en su ladera nordeste y comimos algo mientras contemplábamos los Picos de Europa.



Bajamos por la cresta contraria que se dirige hacia el sureste. Entendíamos que la bajada sería más rápida y creo que si lo fue pero bastante más dura por el tamaño de los matorrales. Desde luego imposible subir por este lado. Acabamos finalmente en la pista forestal por la que llagamos hasta Boca.
El GPS nos marcó unos doce kilómetros en total y 800 metros de desnivel.

domingo, 9 de enero de 2011

11-01-09 Peñalaza (León).

No fue un invierno de nevadas pero  en las zonas altas había nevado lo suficiente como para no poder subir. Este fin de semana las cosas estaban mejor y queríamos dar un paseo. Había leído que hay una ruta que sube a Peñalaza desde Busdongo así que nos fuimos hasta ese pueblo.
Al final del pueblo un poco más adelante de la segunda panadería que hay, sale un camino a la izquierda hacia la montaña., en las últimas casas.
Pasamos la vía y fuimos subiendo por la pista forestal. El cielo estaba cubierto pero el ambiente estaba muy tranquilo. No hacía viento. El terreno estaba helado pero no había nieve. Más arriba el camino se bifurca y nosotros tomamos el de la derecha. Pronto el camino se acabó y subimos por un prado con buena pendiente. La niebla nos rodeaba y no podíamos despistarnos mucho para no perdernos. La nieve comenzó a aparecer pero la capa era escasa. Pudimos subir sin mucha dificultad hasta la cresta. Aquí prácticamente no se veía nada y todo estaba blanco. La niebla nos envolvía.







Decidimos bajar. Ya habíamos dado un buen paseo. Como siempre sucede basta que decidiéramos volver para que la niebla despejara ligeramente y nos permitiera ver que todavía quedaba una buena cantidad de cresta hasta llegar al final de Peña Laza donde estuvo el frente de la Guerra Civil.

sábado, 8 de enero de 2011

11-01-08 Villa romana de La Olmeda. Saldaña (Palencia).

Estábamos en invierno y la nieve no nos interesa. Así que nos dedicábamos a visitar pueblos interesantes. En esta ocasión decidimos ir a ver la villa romana de La Olmeda. Bajamos a León, tomamos la carretera N-601 y luego la autovía de Burgos A-231. Pasado Sahagún nos internamos en la provincia de Palencia. Poco después encontramos la salida que lleva a Saldaña. La carretera CL-615  es una larga recta que lleva por un llano hasta Saldaña.
Antes de llegar a esta población hay un desvío a Pedrosa de la Vega que es donde está la villa.
Ahora la gestiona la Junta de Castilla y León y ha construido un gran recinto que contiene las ruinas de la villa. Me sorprendió muchísimo la villa. Pensaba encontrar los típicos restos de muros desordenados y en mal estado. Sin embargo pude contemplar toda la solera y el arranque de los muros con un detalle y buen estado que nunca había visto.







La villa es un recinto cuadrado protegido exteriormente por muros y torres en las esquinas. La fachada principal es un corredor porticado amplio. Dentro las dependencias se disponen alrededor de un patio. La mayor parte de las dependencias y todo el pasillo alrededor del patio están adornados de mosaicos.
En una zona anexa a la villa y con comunicación anterior habían unas termas también con interesantes mosaicos aunque en peor estado.
Son los mejores yacimientos arqueológicos que he visto nunca.
Tras la visita de la villa nos llegamos a Saldaña para ver el museo que entra en el precio. Está situado en una antigua iglesia. Tiene piezas interesantes.


A continuación nos fuimos a Carrión de los Condes. A pesar de la fama de esta población no nos convenció demasiado. Tiene algunas iglesias que no pudimos visitar pues estaban cerradas. También tiene algunas casas señoriales. Esta ciudad tuvo su importancia al formar parte del camino de Santiago.


Tras esto nos volvimos a Saldaña para darnos un homenaje en el restaurante de La Casa Torcida. Comimos unos buenos platos de carne a un precio razonable. La historia de la casa torcida es lo desnivelado que tiene el suelo del primer piso. No es que se construyera así sino que humedades y filtraciones de agua hicieron que se fuera hundiendo algunas zonas de la casa.


viernes, 7 de enero de 2011

11-01-07 Covadonga (Asturias).

En esta excursión nos dimos un buen tute de coche. Salimos por la CL-626 en dirección a Sabero. Poco más adelante tomamos la N-621 y en Riaño tomamos la N-625. Todo recto se llega al puerto del Pontón y allí se llega a esa pequeña parte de León que vierte sus aguas al Cantábrico que es la zona de Sajambre. No es la única, también la cercana zona de Valdeón dirige sus aguas a este mar a través del Cares. Continuamos por el impresionante desfiladero de los Beyos y llegamos hasta Cangas de Onís.


Allí buscamos una pequeña localidad encaramada en la ladera derecha del valle del Gueña llamada La Felguera. Es una pedanía de  la cercanaCangas. En los alrededores de Cangas hay multitud de pequeños poblados que todavía no han sido absorbidos por la vorágine turística de los pueblos del fondo del valle. Y buscamos esta población porque de allí procede la madre de mi mujer.

Luisa tuvo ocasión de recordar estancias de pequeña en la vieja casa de sus tíos.

A continuación volvimos a Cangas de Onís y continuamos hasta Covadonga. Allí hicimos una visita a la Santina. Por suerte no era un día de máxima afluencia turística. No subimos a los lagos de Covadonga pues se nos hacía tarde para comer.

La comida la hicimos en una sidrería de cuyo nombre no quiero acordarme, en Cangas de Onís.
Por la tarde llegamos hasta el comienzo de la ruta del Cares y el aparcamiento del funicular de Bulnes.
Ya cansados nos volvimos para casa por la costa.