Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

domingo, 24 de febrero de 2008

08-02-24 Pico Cellón (León).

            Después de todo el invierno sin poder subir un pico debido a la climatología y a la nieve ya estábamos hambrientos de subir uno. Así que probamos con éste que se supone que es facilito.
            El día pintaba feo con aire y muchas nubes pero esperábamos que aguantara suficientemente.
            Así que nos levantamos temprano y nos fuimos hacia Pajares. Aparcamos en la explanada del centro de conservación. Nos metimos por un camino que sale junto a éste. Aunque la valla está cerrada se puede abrir y entrar, es para que no se salga el ganado.
            El camino empieza a subir por la divisoria de aguas, entre Asturias y León. Luego este camino se acaba y seguimos por la cresta. Aquí no hay un sendero claro y hay que ir pisando monte bajo. Mas tarde salen escobas más altas pero aquí hay sendas de ganado. Al final, ya bastante arriba aparece un camino que sube del valle del lado de León. Este sigue por la cresta. En esta zona aparece una valla ganadera y una gran zanja recorre la cresta. No se si es para hacer también de barrera para el ganado o son trincheras de la guerra. Me parecen muy grandes para ello.



            Según vamos subiendo el viento se hace cada vez más fuerte. Es del suroeste pero es frío y cada vez se hace más. Ya cuando queda poco la subida se convierte en un túnel de congelación. El viento es fortísimo y helado. Nos protegemos un poco caminando algo por debajo de la cresta, del lado de Asturias. La caminata se hace larga pues parece que en cualquier momento llegamos al pico pero siempre existe uno más alto detrás.
            En el pico estamos solo unos minutos. A pesar de la nubosidad hay una buena vista. Se ve todo el valle de Pajares. Por el lado de León se ve el de Pendilla y el que sube desde la ermita de Arbás del Puerto.
            La bajada la hacemos por la cresta hasta que aparece el camino. Lo seguimos. Se baja por el valle que va a la ermita. Todo este valle está lleno de antiguas minas de carbón. Son socavones. Abajo hay algunas edificaciones para el tratamiento del carbón y quedan algunos acopios de mala calidad. Las minas por lo visto funcionaron hasta no hace muchos años. También hay una minicentral eléctrica de poco caudal pero mucha altura.



            Por el camino encontramos bastantes charcos con huevos como de 1 cm de diámetro que deben de ser de sapo o algo así.



            Tras esto nos volvimos por la carretera hasta el centro de conservación donde cogimos el coche. Antes de comer ya estábamos abajo.  

domingo, 10 de febrero de 2008

08-02-10 La ferrería de San Blas. Sabero (León).

             Sabero es otra de las importantes cuencas carboníferas de León. Sigue esa gran brecha dirección este – oeste de carbón que recorre toda la provincia y sigue por la de Palencia. Fue de aquellas zonas donde la población creció desmesuradamente a la sombra de las minas y donde la riqueza florecía. Sin embargo ha sido una de las zonas totalmente arrasada por la reconversión y donde los pobladores, demasiado bien acostumbrados a mamá empresa, ahora son incapaces de sobreponerse solos.
            Se ha hablado mucho del abuso de las empresas mineras sobre los trabajadores. El movimiento sindical se ha ocupado de ello poniendo a las empresas como esos ogros negros que abusan hasta la extenuación de la mano de obra. Y hay una gran parte de razón en ello. Pero no se cuenta la acción social, no neguemos que interesada, que hicieron estas empresas en las poblaciones. Crearon escuelas, hospitales, casinos, carreteras, economatos, viviendas, todo giraba alrededor de la empresa.
            No neguemos tampoco que durante el siglo XX, especialmente después de la guerra, las condiciones de trabajo de los mineros fueron mejorando sustancialmente, hasta llegar los últimos momentos en los que como narran las gentes no mineras que les circundaban, los mineros eran unos señoritos que presumían de las importantes nóminas que cobraban, de los pagos en especie que tenían y de la enorme protección de los sindicatos que impedía que trabajaran más de lo estrictamente estipulado o que tuvieran que hacer algo que no estuviera dentro de sus estrictas labores. Tenían unos horarios de trabajo reducidos que incluían el tiempo de ducharse y el recorrido por la mina hasta el frente de trabajo, con lo cual el tiempo que realmente estaban en el tajo se recortaba considerablemente. Empezaban jóvenes a trabajar pero a los cuarenta y tantos años entraban en prejubilación con lo que en plena flor de la vida se permitían dedicarse a disfrutar de la vida con una pensiones que muchos quisieran cobrar trabajando.
            Tanto en las minas andaluzas de El Alquife como en estas leonesas he oído ese comentario de que los mineros iban de bar en bar, cubalibre en mano presumiendo del dinero que ganaban, tiempos en los que el resto apenas se podía permitir estas bebidas.
            No pretendo entrar en quien tenía la culpa o quien era el malo. La realidad era compleja pero el autentico trauma vino en el momento en que esto se desmoronó y estas cuencas se quedaron en la misma situación que cualquier zona deprimida de montaña.
            Y este es el caso de la zona de Sabero. No queda ninguna mina en funcionamiento y los pueblos, a pesar de las fuertes sumas de dinero inyectadas por los planes Miner, se han hundido, quedando solo reminiscencias de su antiguo esplendor.
            Sabero no es un pueblo bonito, probablemente no lo ha sido nunca. El desarrollo descontrolado en las épocas de esplendor no hicieron pueblos bonitos, pero tiene todos los elementos arquitectónicos típicos de los pueblos mineros. Por otro lado dispone un estupendo resto de una gran aventura empresarial de la primera mitad del siglo XIX y que se llama la Ferrería de San Blas.
            Había pasado ya en numerosas ocasiones por Sabero de camino a la zona de Riaño y a los picos de Europa. Siempre había dicho de parar alguna vez para ver los restos de mina que todavía hay.
            Sin embargo fue en internet donde encontré unos documentos interesantes sobre esta cuenca que atrajeron mi atención y sobre la curiosa aventura de la Ferrería de San Blas.
            Según parece todo empezó en el año 1830 en que se empezaron, parece ser por parte de una compañía inglesa, las primeras explotaciones de carbón en la zona. Hay que recordar que la revolución industrial aumentó las necesidades de energía exponencialmente. Hasta la época lo que se fabricaba era artesanal y se alimentaba básicamente de madera. Las fábricas esquilmaron los montes y hacía falta otra fuente. Y fue el carbón la gran suministradora de energía de la época. Quizás fue también al revés, el uso del carbón y del vapor permitió el desarrollo de la industria. La cuestión es que fueron los ingleses los que comenzaron la revolución y fueron los que recorrieron el mundo buscando carbón y materia prima, en especial minería metálica. Mucho después fuimos los españoles los que iniciamos la revolución y en general de manos de compañías extranjeras hasta nuestros días. No hay que olvidar la gran, pero en general aislada y heroica labor de algunos acomodados ricos ilustrados que crearon sus propias aventuras empresariales. Pienso que la cosa de los ingleses no prosperaría por los problemas de comunicación.
            En 1841 un ingeniero de minas llamado Miguel Iglesias Botias obtuvo las primeras concesiones y creó la empresa Palentina de Minas. Esta empresa por lo visto disponía de poco dinero y se creó la Palentino – Leonesa de Minas con nuevos accionistas. Esto tampoco prosperó y se arrendó a Santiago Cordero “El maragato” que fue el que lanzó la aventura de los altos hornos que es lo que me ha atraído y me ha hecho visitar la zona.
            Éste debía ser un personaje curioso. Por lo que he leído fue carretero pero consiguió ir amasando fortuna hasta el punto que llegó a formar parte del Congreso de los Diputados e iba a él vestido de maragato.
            Bueno, la cuestión es que según los historiadores, ante los problemas de sacar y vender el carbón de la zona, se lanzaron a crear unos altos hornos. Por lo visto en la zona eran conocidas zonas con mineral de hierro y aunque no eran muy rentables se abrieron para obtener este metal. Con el metal se podía dar uso al carbón como energía para sacar hierro. Se compró maquinaria de laminación y la necesaria para los altos hornos y se trajo desde Inglaterra. Se trasladó la maquinaria desde el puerto de Gijón y se trajo en bueyes en un viaje digno de elogio.



            Con todo ello se montó un alto horno con tecnología moderna para la época pues usaba carbón de cok. Este carbón se conseguía en hornos de cok construidos en la misma factoría. Se construyeron dos altos hornos que presumen de ser los primeros de España. Los asturianos presumen que los primeros fueron los que se construyeron para la fábrica de armas de Trubia pero estos leoneses se hicieron un año antes. Se montó también una nave de laminación con la que se manipulaba el metal y se le daba distintos usos.
            Fue un montaje espectacular que duró 17 años pero que no acabó de cuajar por muchos y diversos problemas. Problemas de liquidez. Por otro lado hubo muchos problemas para conseguir que aquello diera un hierro de calidad a pesar de que se contrató mucho personal extranjero experimentado, aunque otros dicen que se consiguieron piezas de gran calidad. También se cuentan problemas de tipo político donde los propietarios de algunas minas palentinas pusieron todas las trabas posibles a esta empresa. Los continuos problemas de transporte que subsistían, en fin de todo.
            Todo ello con el tiempo fue desmantelado. De los altos hornos solo queda la pasarela de ladrillo para acceder a la parte alta del horno y verter los minerales. Es lo que llaman ahora el huevo. Sin embargo subsistió una gran reliquia que es la nave de laminación. Construida de ladrillo visto y que forma una gran nave con arcos ojivales es la gran joya. También subsiste la antigua sala de maquinas que insuflaba aire a los altos hornos y que ahora está transformada en viviendas. De los hornos de cok no queda nada. También cuentan que se construyó hasta una fábrica de ladrillo refractario para autoabastecerse.
            Llevan años tras el hundimiento del carbón queriendo hacer un museo de la siderurgia y la minería pero nunca lo acaban. En esta intervención ha entrado la nefasta acción de los arquitectos que han llenado la antigua nave de puertas de hierro y toda clase de elementos modernos. También crearon junto a la nave el llamado cubo o edificio cuadrado, moderno y de dudoso gusto para no se que.
            Tras el cierre de la siderurgia se hundió la minería del carbón y la metálica, esta segunda definitivamente. La del carbón resurgió en distintas épocas cuajando en 1890 con la empresa “Hulleras de Sabero y Anexas S.A.” que ha durado hasta el nuevo hundimiento y quizás definitivo de la minería en los años 90. El capital de esta empresa era vasco y supongo que prosperó mucho con la creación del ferrocarril La Robla – Bilbao que dio salida al carbón de todas estas cuencas a partir de 1890.
            El pueblo de Sabero es un monumento vivo, mejor medio muerto, de la minería. Quedan los restos de la siderurgia, pero es que además hay numerosas líneas de casas típicamente mineras. En la misma zona de la siderurgia hay adosados típicamente mineros. Un poco más arriba hay unos típicos cuarteles mineros. Los cuarteles son bloques de planta baja y piso con distintos cuartos o pequeñas casas para vivir las familias mineras. A las casas del primer piso se accede a través de un corredor. Al haber distintas casas todas iguales resalta la igualdad de la disposición de puertas y ventanas tanto en el primer piso como en la planta baja. Al fondo están los restos de las dependencias de la mina Sucesiva. Es una mina que consta de un socavón (entrada en horizontal) y un plano inclinado lo que le da una forma un tanto rara pues no tiene castillete. Quedan restos de las oficinas y los vestuarios, la sala de maquinas del elevador del plano inclinado. Éste está tapado pero se puede ver como se desprenden vapores a través de pequeños ventanucos. Quedan restos del socavón que está al fondo pero la boca está hundida como la mayoría hoy en día para que no entre nadie. También queda en esta zona el antiguo hospital hoy abandonado pero prácticamente completo. En el centro del pueblo está el casino, casona espectacular hoy reconvertido en restaurante y salón de banquetes. Hay también varios chalets de gran calidad que debieron ser casa de ingenieros.







            Tras esto nos fuimos a ver las instalaciones de Vegamediana. Son unas instalaciones que se construyeron a finales del XIX junto al río Esla a cosa de 1 km del pueblo. Parece ser que empezó como hornos de cok para fabricar este tipo de carbón de mayor valor energético. Poco a poco se fue montando una espectacular instalación con lavaderos, hornos y fabrica de briquetas y ovoides. Se construyó un ferrocarril para trasladar el carbón desde las minas hasta la planta. Ahora están abandonadas y prácticamente desmanteladas. Solo queda un ligero aire de la enorme instalación que constituyó. Una lástima.





            Tras esto nos fuimos al pueblo de Olleros de Sabero. Está muy cerca de Sabero. En los primeros tiempos fue una ciudad dormitorio de los mineros. En Sabero solo vivían los cargos principales. Llegó a tener más de 3000 habitantes que para la zona es una cifra muy importante. A partir de 1890 cuando se constituyó la Hulleras de Sabero y Anexas S.A. se construyó el pozo de la Herrera I. Hoy se puede ver junto a la carretera. Todavía queda el castillete y la nave que lo contiene. En esta nave se puede ver aunque todo en ruina interesantes restos. Se puede ver la sala de trasformadores, un cuadro eléctrico antiguo de mármol, las dos jaulas del elevador todavía tiradas en la nave del pozo. Son jaulas de dos pisos y todavía una tiene las vagonetas dentro. Se puede ver los restos de los vestuarios y las duchas, los mostradores de la sala de herramientas y lampistería. Todavía se puede uno imaginar aquello en funcionamiento. En internet he visto fotos de la época de estas dependencias. La sala de máquinas de piedra es una autentica joya y todavía pesar del saqueo de cobre y hierro las máquinas están bastante completas.
Vale la pena visitarlo.







            Más arriba al otro lado del pueblo está la mina de la Herrera II, más moderna pero que ya por cansancio y falta de tiempo no visitamos.
            Sabero es una joya lastimosamente abandonada.           

sábado, 9 de febrero de 2008

08-02-09 Canseco (León).

             Es viernes por la tarde y hace un día esplendido. Así que decido no hacer siesta y me voy sin mucha idea a dar una vuelta con el coche. Subo hacia Villamanin y luego me meto hacia Cármenes. Al final decido probar por este valle. Es un valle transversal al del Torío desde el que he oído que hay un sendero que permite pasar hasta la zona de Llamazares, en el Curueño. Así que subo hacia Piedrafita la Mediana y luego me desvío hacia este valle. Es una carretera pequeña y se mete por unas gargantas bastante cerradas. Al final se abre en un amplio valle donde está este bonito pueblo de Canseco.
            Si no fuera por lo escondido que está sería un bonito pueblo para vivir. Las casas son grandes y separadas pues el valle lo permite, con grandes calles. Es raro para la morfología normal de los pueblos de esta zona. Me doy un paseo por el sendero que va hacia Llamazares. Hay trozos del camino que están todavía helados y los que no lo están es un barrizal. Por estos valles se puede llegar al pico Huevo.
            En el pueblo por lo que se ve vive muy poca gente. Sin embargo se ven bastantes casas arregladas por lo que supongo son de veraneantes.




domingo, 3 de febrero de 2008

08-02-03 Burgos y Atapuerca (Burgos).

            Otro día de mal tiempo que usamos para hacer turismo cultural.
            Así que cogimos la carretera y nos fuimos para Burgos. Cruzamos toda la provincia de Palencia y llegamos hasta Burgos. Todo el camino paralelo al Camino de Santiago.
            Rodeamos de momento la capital para ir hasta Atapuerca que está en la carretera nacional que va a Logroño. Fuimos hasta Ibeas de Juarros donde hay un centro de recepción de visitantes. Para promocionar la cultura lo tienen cerrado durante los meses de enero y febrero. Tras esto seguimos hasta Atapuerca que está al otro lado del cerro donde se encontraron los restos. Aquí hay otro centro de visitantes y uno de interpretación y también están cerrados.
            Así que nos volvimos al lado de Ibeas que es donde en un croquis vimos que están los yacimientos. Desde la carretera se ven también restos del antiguo ferrocarril que indican un poco la situación de los yacimientos. Hay que recordar que este yacimiento se descubrió por el desmonte que realizó al cruzar por el lateral del cerro.
            Por un camino de tierra que sale del pueblo y que está señalizado llegamos al desmonte de paredes verticales donde está el yacimiento. Es una zona caliza karstificada. En la época de los precursores de los neardentales estas cuevas ya existían. Curiosamente en vez de ir a más, a través de una serie de simas se iban rellenando y formando capas donde se almacenaron huesos y útiles de estos homínidos. Supongo que en algunas zonas el karts seguía excavando pero en otras rellenaba. Esta zona aparte del gran corte que realizó el ferrocarril se usó como cantera de sillar y se pueden todavía observar los cortes de piedra de distintas épocas y procedimientos.



            Las excavaciones aunque están cerradas se pueden contemplar desde lo alto del desmonte inferior. Se ven los enormes andamiajes y techados que han montado para acceder y excavar las cuevas. En este lugar si que hay una pequeña oficina abierta donde una mujer comenta un poco lo que hay y te da un poco de información del lugar.
            Desde luego este día no es ideal para la visita pues aunque el coche marca 6º C el fuerte aire que corre corta hasta las ideas.
            Tras esto decidimos entrar en la ciudad de Burgos. Conseguimos aparcar cerca de la Catedral. Las calles están llenas de gente paseando a pesar del desagradable tiempo que hace. Aquí todavía se estila ir vestido de domingo y desde los padres hasta los hijos van de punta en blanco. Abundan muchísimo los abrigos de piel en las mujeres que por lo visto aquí todavía se estila.
            Entramos en la catedral. Cobran 4 euros por personas pero por lo menos enseñan una buena parte de ella y dan una pequeña explicación del recorrido y de lo que se puede ver. Me gusta más por fuera que por dentro. Por fuera es espectacular y domina por encima de los edificios. Por dentro es una bonita catedral gótica muy restaurada y bien cuidada. Destacar la tumba del Cid Campeador en el crucero de la nave principal. Pero frío dentro a manta.



            Tras ello nos fuimos a comer a un bar que nos recomendó un amigo, llamado Casa Pancho que está en la calle San Lorenzo, cerca de la plaza Mayor. Es bastante caro pero la comida estuvo bien. Comimos una sopa castellana sensacional y que revive a un muerto. Luego probamos la morcilla de Burgos y de plato fuerte cordero lechal para dos. Destacar la enorme bodega de que disponen. Probé un vino de las bodegas Sandoval de la D.O Manchuela que había visto recomendado en muchas ocasiones y que todavía no había probado. De postre un queso fresco con nueces y miel llamado postre del abuelo, típico de Burgos.



            Salimos de comer y encima del frío y el aire ahora lluvia.
            Pasamos por la oficina de turismo que vimos abierta y que nos dijo que lo único que había abierto un domingo por la tarde era la Cartuja de Miraflores. Está al otro lado del río Arlanzón dentro de un bonito bosque o jardín. En la cartuja, de monjes cartujos, enseñan solo la iglesia, muy simple de diseño pero con algunos objetos de notable belleza como es el retablo mayor y la tumba de los padres de Isabel la Católica, si no recuerdo mal Juan II.
            Preguntamos si los monjes hacían algún tipo de licor o algo y nos dijo que tenía un licor de hierbas de 55º. Compramos dos pequeñas botellas tipo petaca que costaron la no despreciable cantidad de 6,5 euros cada una. Lo curioso es que cuando entramos al coche vimos que estaba hecho en Francia. Espero que por lo menos sea a partir de la receta de algún convento cartujo.



            Tras esto nos fuimos para León con una fuerte lluvia todo el camino. Paramos en un pueblo llamado Olmillos de Sasamón donde hay un bonito castillo hoy convertido en hotel de 4 estrellas y que por tanto no se podía ver. Tras esto seguimos nuestro camino.

sábado, 2 de febrero de 2008

08-02-02 Sahagún (León).

            Estos días ha llovido y en las montañas hay nieve. Así que estamos dejando un poco de lado éstas y nos fuimos de turismo cultural. Quería sondear la zona de Tierra de Campos de León y la principal ciudad es Sahagún.
            Miré un poco en internet y vi que quedan los restos de un monasterio benedictino y un par de iglesias mozárabes. Nos fuimos para allá. Lo más desagradable del camino es el trozo de nacional que va desde León hasta Mansilla de las Mulas que atraviesa varios pueblos y polígonos industriales, está plagado de cruces y de limitaciones de velocidad y da miedo por los radares. Una vez pasado este pueblo se coge la autovía de León y ya el camino es cómodo, a través de las llanuras de cereal que componen la amplia Castilla y León. Esta autovía va paralela al Camino de Santiago. Sahagún es uno de los pueblos del Camino.
            Una vez ya en esta población, pronto encontramos los restos del monasterio. Apenas queda una torre, una portada por la que pasa una calle y que en su día fue la fachada de una iglesia. En un lateral queda una iglesia reconstruida en la que hay una pequeña exposición con restos de lo que fue el monasterio, algunas maquetas que lo definen y la tumba de uno de los reyes de León que mantuvo la corte en esta ciudad y protegió el convento.





            Tras esto nos dimos una vuelta por la población y vimos las dos iglesias mozárabes, muy representativas del inicio de este estilo. La segunda más sencilla forma parte ahora de un albergue del Camino.




            Nos comentaron del interés de ver otro monasterio que hay en un pequeño pueblo cercano llamado San Pedro de las Dueñas. Es un convento de monjas hoy completamente rehabilitado. Solo se puede visitar su iglesia y para esto hay que buscar a una mujer del pueblo que por la voluntad la enseña. Es una pequeña iglesia románica que muestra gran interés por sus capiteles. También tiene una policromada y rehabilitada Virgen románica y un cristo de no recuerdo que escultor pero que por lo visto es de gran valor por el dominio que demuestra su creador de la morfología humana. El sagrario también se ve antiguo y de gran valor.







            Compramos unas pastas que venden las monjas. En el convento las monjas mantienen una hospedería que parece que está bastante bien montada y dan de comer.
            Una cosa que me llamó la atención fue la enorme tranquilidad del pueblo. Por lo que contó la mujer solo viven 80 personas. La mayoría emigró y ahora vuelven por vacaciones. Algunos, tras años fuera, han vuelto para su jubilación por lo que está reviviendo un poco. Es un pueblo amplio, típico de lugares amplios, donde la disponibilidad de terreno no es un problema.


            Tras esto nos volvimos para casa.