Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

domingo, 25 de febrero de 2007

07-02-25 Castillo de La Robla (Castillo de Alba). La Robla (León)

            El tiempo sigue revuelto y además hay nieve por las cumbres altas por lo que decido ir a buscar un castillo que me han comentado que hay cerca de las canteras de margas de la cementera.
            Me comentaron que se subía desde Peredilla. Así que tempranillo aparqué el coche junto a la parada de autobús de Peredilla que está en la carretera N-630.
            Allí mismo hay un pequeño puente que pasa el Bernesga. Justo al cruzarlo hay un camino a la izquierda y otro a la derecha. En el de la izquierda había un coche con una parejita que se espantaron bastante cuando me vieron. ¿Estarían durmiendo? El de la derecha es el que hay que seguir. Pronto se mete por un barranco y empieza a subir. Algo más adelante se bifurca cerca de una perrera. Tomamos el de la izquierda. Según va avanzando por el barranco llega un momento que gira hacia la izquierda y vuelve hacia atrás pero subiendo la ladera. Un tiempo después salimos al valle del Bernesga pero a bastante altura. Si seguimos llegamos a la parte alta de las canteras de margas que se usan para hacer cemento en la cementera. Seguimos una amplia carretera de la cantera que sigue subiendo y llega un momento en el que a la derecha aparece una zona elevada donde se pueden ver las ruinas.



            Está excavado en gran parte. Aprovecha un montículo más elevado que tiene un cortado por el lado norte y ladera por el sur. Y es por este lado donde se ven los dos niveles de murallas y restos de algunas edificaciones. La primera muralla, más gruesa forma una semicircunferencia de lado a lado del montículo. Tiene dos puertas. Una de ellas tiene dos pequeños torreones uno a cada lado. El resto de la muralla no dispone de ningún torreón. Está formada por dos muros de lajas de piedra caliza y relleno entre ambos con mampostería. Todo ello está asentado con argamasa. Tras el muro se ven restos de algunas edificaciones rectangulares. Tras ella va subiendo la ladera. A media altura hay un segundo muro. Este es menos resistente y por un lado da contra el terreno. Las edificaciones que hay detrás están más altas y parecen más nobles. Se observa una solera de grava con argamasa así como los apoyos de las vigas de madera. Ya en la cresta se ve restos de una dependencia más, ligeramente excavada en la roca.



            No encuentro demasiada cerámica. Es una cerámica bien torneada con una buena arcilla y poco desgastada. No posee decoración ni vidriado. No obstante se encuentran muchas piezas decoradas por fuera con unos pequeños surcos paralelos. Esta cerámica última suele ser gris. Lo que si que encuentro son muchos huesos de animales y entre ellos muchos dientes. En uno de los extremos de la muralla baja se encuentra una estructura extraña. Es circular con un fondo de arcilla ennegrecida como si se hubiera hecho fuego en su época y con una especie de canalillo que la cruza saliendo fuera por un lado. No se que podía ser. ¿Quizás un horno?  ¿Pero que salía por el canalillo?.



            Desde luego no parece un castro por la forma rectangular de las dependencias y el uso masivo de argamasa. No es árabe por la inexistencia de cerámica vidriada. El castillo no parece alto medieval pues solían ser estructuras más poderosas y con torreones. En fin no se.


            Según mi casero cree haber oído que es del siglo XI. Si que podría ser bajo medieval o visigoda lo cual para mi es poco reconocible pues en mi tierra hay muy poco.



            No se lo que aguantará la presión de la cantera de margas. No me extrañaría que desapareciera en cualquier momento mientras todos miran para otro lado. Por lo menos se ha excavado.


            La vista desde aquí es impresionante. Se ve todo el valle del Bernesga hasta León. Desde luego era un puesto estratégico de primer orden para controlar el acceso hacia las montañas y hacia Asturias.


            Luego continué por una pista que sigue cresteando hacia el pico Fontañan. Seguí un buen trecho hasta asomarme a Nocedo de Gordón. Allí hay una bonita fuente con mucho agua.


            Tras ello volví sobre mis pasos y bajé por detrás del castillo. Allí hay una vaguada sin demasiado bosque de robles que permite bajar hasta el barranco de Peredilla por el que subimos.


sábado, 24 de febrero de 2007

07-02-24 L’Anglirú (Asturias).

           Asturias es muy pero muy montañosa. Es una sucesión de valles con ríos que recogen las aguas de la Cordillera Cantábrica y las llevan al mar. Entre estos valles hay unas sierras que parten de las altas cotas de la cordillera y van descendiendo hacia el mar. Pero lo que llama la atención de casi todas ellas es su gran altura respecto a los valles y su verticalidad de forma que para pasar de un valle a otro hay que pasar unos puertos muy duros.
            La sierra del Aramo separa el valle del río Trubia del valle de Lena. Esta sierra es especialmente vertical y con unas alturas muy respetables por encima de los 1700 m. Destacan los picos Gamonal y Gamoniteiru.
            Estos días las montañas de León están muy nevadas y a mi la nieve no se me da bien. Así que decido ver de subir al Gamonal.


Las montañas de León todavía nevadas.
            Para ello bajo hasta Pola de Lena y allí tomo la estrecha carretera AS-231 que serpentea entre montañas hasta llegar al concejo de Riosa. En la capital de este concejo que se llama La Vega, se coge otra carretera más estrecha todavía, si cabe que es la propia del puerto del Anglirú. Este puerto es uno de los míticos de la Vuelta a España con pendientes hasta el 23% y con unas curvas cerradas imposibles casi de ascender en bicicleta. Este puerto no va a ningún sitio, solo sube hasta la cresta y se acaba. Supongo que se hizo para acceder a las distintas majadas que hay en las empinadísimas laderas.
            Al final se llega a una majada llamada del Cobayo que está ya a media altura y con unas vistas impresionantes de Oviedo y hasta la costa de Gijón.


Oviedo al fondo y más abajo Gijón.
            Una guía del Principado de Asturias describe un sendero que sube al Gamonal. Parte de Cobayo pero aquí no hay ningún cartel. Habla de un camino hacia el suroeste y lo único que veo es una especie de sendero que discurre por la ladera. La ladera se hace muy empinada a pesar de que es una pradera de hierba. Hay que ir con cuidado para no dar un resbalón pues no se hasta donde podría llegar uno. Al final el sendero desaparece y tengo que subir ladera arriba. Una piedra que levanto y rueda ladera abajo cientos de metros. Es evidente que este no es el sendero de la guía. Al final llego a la carretera que sigue subiendo. En esta zona la carretera está cortada por acumulación de nieve. Aquí arriba no suben los quitanieves para nada. También tiene cierto descuido con rocas desprendidas en medio de la carretera y barreras bionda tumbadas por el peso de las nevadas y derrumbes.


            Sigo por el camino. Hay que ir con cuidado pues hay placas de hielo. Es mejor ir por donde hay nieve pero está dura y también hay que tener cuidado de no resbalar. La carretera sigue subiendo y no llego a la cresta así que me vuelvo atrás por la carretera. No voy preparado para nieve.


            Con esto ya me vuelvo para casa. Ya habrá ocasión de ascender cuando no haya nieve.
            Destacar que por el camino entre Pola y Riosa hay unas antiguas minas. Pero curiosamente estas no son de carbón lo que sería normal en esta zona sino de cobre. Habrá que visitarlas con más calma porque parece que también hay otras cercanas prerromanas.   

viernes, 16 de febrero de 2007

07-02-16 Mina Tabliza o Emilio del Valle (León).

            Esta mina está cerca del lugar donde estoy trabajando, en un pueblo llamado Llombera, provincia de León.
            Son famosas las minas de carbón de Asturias, también son conocidas las leonesas de Ponferrada pero no se suele saber que hay una franja de carbón que recorre de oeste a este toda la provincia de León e incluso pasa a la provincia de Palencia y puede que la de Burgos. Es decir en la vertiente sur de la cornisa Cantábrica hay toda una franja del Carbonífero igual que en la norte. Si uno patea la provincia de León por esta zona verá una sucesión de minas de carbón grandes y pequeñas.
            Y aquí, el valle del Bernesga la cruza y por toda esta zona hay minas de carbón. Solo una se mantiene en activo y es la que gestiona la Hullera Vasco Leonesa. Está en la población de Santa Lucia. Aquí mantiene una gran corta y dos pozos. Uno de ellos es el de Tabliza que está ya en Llombera. Esta fue una gran mina que abasteció a través del ferrocarril de vía estrecha que va a Bilbao a los altos hornos de esta ciudad. La vía de ferrocarril que fue realizada no se si por la misma empresa pero en cualquier caso por manos privadas, recorría toda la ladera sur de la cornisa cantábrica e iba pasando por todas las minas de la franja y recogiendo el carbón.
            Ahora ya no transportan el carbón a los altos hornos que ya no existen. La vía tuvo suerte y tras un tiempo abandonada pasó a manos públicas como vía de Feve. Ya en tiempos del tren carbonero tuvo una función de transporte de pasajeros que era vital para estas poblaciones. Pero éste no es el tema.
            El carbón actual se quema en la central térmica de La Robla. También hay un cargadero en la línea de RENFE en la estación de esta población pero no creo que se cargue mucho. Las pocas minas que quedan en España son controladas por cuatro empresas, la Hullera, un tal Vitorino que controla las del Bierzo menos unas pocas de Viloria y las de HUNOSA. Todas ellas viven de las subvenciones sino ya estarían cerradas. Hoy día es mucho más barato traerlo de países del tercer mundo mucho más barato. Se mantienen estas pocas minas en activo por motivos estratégicos. No se quiere quedar el país expuesto a una crisis energética o una guerra sin energía propia.
            La cuestión es que a través de unos contactos comunes conseguimos que el Jefe de Seguridad de la mina nos la enseñara.
            Y fue este día en el que nos fuimos para allá. Íbamos Ricardo (el jefe de seguridad de nuestra obra), Belén (la geóloga) y yo. Primero fuimos a las instalaciones que tiene la mina en la población de Santa Lucia. Eran unas excelentes instalaciones en su tiempo pero que han ido a menos y ahora parecen las que se ven, por ejemplo, en los países soviéticos, anticuadas y envejecidas. De todas formas todavía muestran lo espectaculares que debieron ser para la época.
            Aquí nos llevaron a los vestuarios supongo que de visitas y una mujer nos dio una muda completa de minero para que nos cambiáramos. Y cuando digo completa digo calzoncillos, camiseta, camisa, mono, casco, cinturón y botas de agua. Según ya había escuchado es costumbre en toda la minería que a las visitas le den toda la ropa. Es ropa usada pero muy limpia. Parece un poco una exageración pero cuando uno se mete en la mina se da cuenta que te llenas de carbón hasta las ideas. En el vestuario hay duchas y te indican que luego nos podremos duchar. También parece un poco exagerado, nos ducharemos si llegamos a ensuciarnos. A la vuelta uno se da cuenta que la ducha es imprescindible.
            Una vez cambiados nos vamos para la mina. Hay una serie de vehículos y furgonetas con chofer que van llevando a la gente de las oficinas a las distintas minas que están a unos kilómetros.
            Llegamos a la mina Emilio del Valle, para los del lugar llamada Tabliza. Los mayores accionistas de la Hullera es la familia Del Valle. No es raro encontrar calles o monumentos con este apellido en agradecimiento a la labor benefactora, en parte interesada, que hicieron en los pueblos.
            En un edificio cercano está la lampistería. En ella están todas las lámparas de los mineros puestas a cargar. Nos dan nuestras lámparas correspondientes y el rescatador. Este último es un artilugio que va en una pequeña caja metálica y que sirve para respirar en caso de incendio, derrumbe u otro accidente. En caso de incendio hay que abrir la caja. Sacar la bolsa que hay en su interior y ponérsela en la boca, hincharla de aire y tras ponerse una pinza, que hay en la caja, en la nariz, empezar a respirar el aire de la bolsa. Lo que se hace es respirar el propio aire que expiras y que ha ido a la bolsa pero en este camino pasa por una pastilla de peroxido de potasio que desprende oxigeno que es el que respiras. La pastilla da oxigeno suficiente para una hora y media.
            La cuestión es que salimos afuera. Hay que esperar pues el elevador del pozo tiene sus horas de subida y bajada. La boca de pozo está cerrada con doble compuerta. La mina tiene unos ventiladores que aspiran aire. La boca hay que tenerla cerrada para que no entre por aquí todo el aire que los ventiladores aspiran. Todas las galerías funcionan como conductos de aire. Por ellos se provoca una corriente que mantiene aireada toda la mina. A través de compuertas en las galerías se obliga al aire a circular por todas ellas. En zonas especialmente recónditas o fondos de saco como puede ser las explotaciones el aire se fuerza a entrar por tubos de ventilación. Por tanto en la boca hay una compuerta como de barco que da a una habitación. Al fondo de esta habitación hay otra. Una no se debe abrir hasta que la otra está cerrada. La habitación es grande pues se juntan bastantes mineros. Tras pasar esta doble puerta entramos en la boca del pozo. Allí está el elevador. Hay una especie de escaleras metálicas que acceden a tres plataformas. El elevador tiene tres pisos y las plataformas permiten acceder a cada piso.
            El elevador es una jaula con unas chapas de hierro con agujeritos en los laterales y abierta en los dos extremos. Estas aberturas se cierran con una especie de persiana de tres o cuatro barras de hierro con lo cual se quedan prácticamente abiertas. En el suelo del elevador hay dos raíles para poder cargar vagonetas. El pozo tiene siete metros de diámetro, el elevador es bastante más pequeño. Se pone en marcha y tan rápido que no puedes ver la forma de las paredes del pozo. Sin embargo va muy suave, sin brusquedades ni ruidos. La luz ya es escasa pero la mayoría de los mineros no encienden sus luces.
            Bajamos 400 metros la mina tiene más de 600.
            Accedemos a una caverna con galería hacia el norte y el sur.La caverna está gunitada y tiene todo el tinglado de plataformas de acceso al elevador. El pozo está muy cerrado y no da sensación ni siquiera de que existe. La caverna está gunitada. Seguimos por la galería que va al sur y luego tomamos la del este en una bifurcación. Todas estas galerías principales están entibadas con cerchas TH-29 y son semicirculares con piso plano. Las cerchas TH-29 es un tipo de viga que están especialmente diseñadas para sostenimiento de galerías y túneles. Nosotros las estamos empleando en nuestros túneles y permiten un fácil ensamblaje por su forma de U. En esta mina todo el transporte de carbón y de escombro se hace a través de cinta. Por ello media galería está ocupada por una gran cinta. La otra mitad del túnel la ocupan los raíles por donde van los trenes de vagonetas. En ellos, hoy día, solo se transporta lo que ellos llaman “material” es decir herramienta, cerchas, tablones, etc. Nosotros circulamos por las vías. Cuando viene un tren hay que pegarse a la pared. Por las paredes de la galería van los cables de alumbrado y las tuberías de aire a presión para mover los martillos picadores y demás maquinaria. También hay tuberías de agua pues los entibados hidráulicos van con ella.
            Nos enseña una pequeña urna donde hay una imagen de Santa Bárbara. Todos los mineros la quieren, hasta los ateos.
            También nos enseña una galería transversal, como una habitación, donde hay rescatadores de reserva. En caso de accidente y para dar tiempo a salir puede ser necesario cambiar de rescatador. Todas las paredes de la habitación tienen una especie de duchas. En caso de accidente se pueden abrir las válvulas que la alimentan y en vez de agua sale aire. Aire del de presión, así se consigue un ambiente de aire limpio en la habitación.
            Las galerías solo están iluminadas en sitios singulares como pueden ser intersecciones de cintas, puertas o cosas así. En el resto uno se ve con la lámpara del casco. En las galerías hay centros de transformación pues los recorridos son demasiado largos para llevar la electricidad en baja. Todos los elementos eléctricos son especiales para un ambiente explosivo.
            La galería Este por la que vamos nos indica que va paralela a una veta de carbón pero fuera de ella. Las vetas de carbón en esta mina son prácticamente verticales. Cada 500 metros hacen una galería transversal que cruza la veta de lado a lado. Al fondo de esta vuelven a hacer una galería longitudinal pero ya dentro de ella. Esta galería tiene 250 m hacia un lado y 250 hacia el otro. Al fondo de esta galería empiezan la “explotación” o “taller”. De ambas formas se denomina en el argot minero la zona donde se extrae el carbón. Esta explotación es una oquedad transversal a la veta sostenido por un entibado metálico e hidráulico. El sistema se llama de sutiraje. Consiste en picar por delante de este entibado cosa de 1 metro. Este carbón es recogido por una cinta de cadenas desmontable especial llamada “pancer” que está en el suelo. Las vigas del entibado están formadas por dos piezas unidas por un hidráulico. La pieza delantera se puede hacer avanzar empujada por el hidráulico. Cada una de las piezas de las vigas tiene dos puntales que también se aprietan o sueltan como gatos hidráulicos. Entonces se aflojan los dos puntales de la pieza delantera, se hace avanzar esta y se vuelven a apretar los puntales. Tras esta operación los puntales de la pieza trasera se aflojan, se hace avanzar la pieza encogiendo el hidráulico y se vuelven a apretar los puntales. De esta forma se puede hacer avanzar cada una de las vigas de una en una. Según se va haciendo esto el techo se va hundiendo por detrás. Lo que se hunde es lo que se llama sutiraje y como es carbón se recoge con otro pancer que hay detrás. El techo sigue hundiéndose según se va desmoronando hasta que lo que sale ya no es carbón y se para.
            Una vez aprovechado todo el sutillaje se vuelve a picar el avance 1 metro y se vuelven a avanzar las vigas. Es como si los mineros fueran topos que van excavando por delante y se va cerrando el terreno por detrás. Cuando recorren los 250 metros hasta la galería perpendicular paran y hacen los siguientes 250 metros.
            La galería principal se hace cada 50 metros de profundidad aproximadamente. Se empieza a hacer explotaciones por la más alta y se va recogiendo todo el carbón hundiéndose el terreno que hay por arriba. Cuando se ha recorrido toda la galería se pasa a la siguiente más abajo. Por cada galería principal se hacen tres o cuatro niveles de explotaciones o talleres de forma que la capa de carbón que se va hundiendo sea de 12 a 15 metros. Hay que tener en cuenta que se hunde y saca esos metros pero arriba el carbón ya se ha quitado y el terreno se ha removido por lo que buena parte de ese terreno también se va hundiendo y esponjando. A 400 metros de profundidad al que estamos tenemos 400 metros de material removido aunque no todo se hunde pues el material se va estorbando además de que las capas laterales se van cerrando.
            En fin es difícil de explicar, hay que verlo. Da una tremenda sensación estar en la explotación entre los puntales, en minería llamados “puntalas”, ver como los van avanzando y oír el ruido del carbón como se va hundiendo por detrás. Como las puntalas laterales a la que están moviendo se van hundiendo sobrecargadas por el peso y como cae polvillo entre las juntas por encima de las vigas. Como te vas restregando entre las puntalas pensando que si una se moviera te aplastaría contra las otras.... Te vas golpeando la cabeza contra todo, aquí el casco si que hace su función. Cuesta moverte en sitios apretados cargado con los 4,5 kilos que pesa la batería de la luz más el rescatador. En fin hay que vivirlo.
            Nos enseñaron algunas galerías más en construcción. En la galería transversal y la de 250 metros hay una viga central continua colgada del techo por la que se deslizan unas vagonetas colgantes en las que se lleva el material pues aquí no hay espacio para raíles. Otro elemento más con el que irte dando golpes.
            Al final salimos rápido de allí. Hay que recorrer el largo espacio que hay hasta el elevador para llegar a la hora, sino hay que esperar hasta la siguiente subida del elevador.
            Al final salimos a superficie. Hay que lavarse las botas y entregar la lámpara y el rescatador. Tras esto nos vamos a los vestuarios. Cuando uno se mira al espejo se da cuenta de que la ducha es necesaria. La cara está negra y tiznada y el polvo de carbón se ha metido por todos los sitios.
            Tras una buena ducha ya solo quedan los bordes de los párpados negros como si te hubieras pintado con rimel. Aunque intentes limpiártelo bien el polvo de carbón que llevas en los ojos te los vuelve a manchar. Aquí en estos pueblos es fácil distinguir a los mineros por los ojos pintados de negro cuando los ves por la calle o tomando una cerveza.
            Si el lector ha leído más de un artículo mío sabrá que siempre me han atraído las minas. Siempre he deseado entrar a una mina en activo y desde luego ha superado todas mis expectativas. Es otro mundo.
            Lamentablemente por la posibilidad de incendio o explosión por el gas metano, también llamado grisú, no permiten hacer fotos ni meter ningún mechero o aparato eléctrico por lo que no puedo presentar imágenes. Tan solo algunas, de nosotros, antes de entrar al pozo.




domingo, 11 de febrero de 2007

07-02-11 Santo Toribio de Liebana (Cantabria).

            La noche se la ha pasado lloviendo. La mañana ha salido cubierta así que han sido muchas las dudas de que hacer. Al final decido ir a Liébana. Todavía es el Año Santo de Liébana y creo que vale la pena ir. El Año Santo empieza el día de San Toribio y esto es en abril. Así que aunque empezó en el 2006 todavía estamos en el Año Santo.
            En este monasterio está el trozo más grande del Lignum Crucis así que un Papa concedió un Año Santo. Si un cristiano viene aquí y pasa por la Puerta Santa que solo se abre este año se le concede una indulgencia plenaria. Además la iglesia pone algunas complicaciones. Hay que rezar un Padre Nuestro (fácil), el Credo (fácil también porque te ayudan durante la misa que celebran dentro). Hay que orar también por el Papa (fácil también). Después hay que confesarse en un plazo de 15 días antes o después. (Hay una serie de confesionarios en la iglesia para ayudarte pero eso de contarle tus pecados a otro...). Por ultimo comulgar si uno no se siente demasiado pecador para ello.
            Así que me fui para allá. Hay unos 150 km. Lo cual creo que es suficiente penitencia. Recorrí todo el valle del Fenar, pasé por Matallana, La Vecilla, Boñar y llegué a la N621. La seguí hacia el norte en dirección a Riaño. Lluvia y mucha lluvia. Pasé Riaño y aquí la nacional se convierte en un camino de cabras en dirección al puerto de San Glorio. Ya antes de Riaño las manchas de nieve se hacen abundantes pero la carretera en todo momento está limpia. En el ascenso a San Glorio hay una buena capa de nieve que curiosamente no se acaba de derretir a pesar de la lluvia. La temperatura no baja de los 5º C en lo alto del puerto lo cual es una temperatura muy alta.
            En San Glorio lo primero son unas hoces de piedra bastante bonitas pero no hay sitio donde parar para verlas. Luego aparece un valle lleno de nieve donde la gente hace esquí de fondo. Tras esto ya se sube hasta lo alto del collado y se pasa a Cantabria. Arriba un grupo de gente a pesar del fuerte viento y la lluvia abre una pancarta no se si a favor o en contra de la estación de esquí que quieren abrir aquí a pesar de que es parque natural. Hay gente de los pueblos cercanos a favor, como siempre, por el negocio y luego los ecologistas que están en contra. Supongo que también habrán esquiadores que les gusta que se abra la estación.



            La bajada es pronunciada, mayor que por el lado de León pues los valles tanto de Asturias como de Cantabria son bastante más bajos que los de la meseta leonesa. El paisaje es bastante espectacular con el profundo valle verde de Liébana. Ya abajo abundan las pequeñas poblaciones con casas rústicas que reflejan tiempos antiguos.
            Paso por Potes pero no paro. Es bonita pero demasiado llena de turistas y de tiendas para ellos. Y eso que hace mal tiempo aunque no tanto como en el lado de León.
            Me desvío hacia Fuente De y pronto vuelvo a desviarme al monasterio de Santo Toribio de Liébana. No es un monasterio muy espectacular. Está en un rincón de la montaña, tiene una pequeña iglesia que parece gótica y una capilla para el Lignum Crucis. Además hay un claustro y un edificio que forma el monasterio.
            La gente no es excesiva. Lo tienen bastante bien montado con una chica que hace de orientadora de los peregrinos y un fraile que también organiza los actos. Cuando llega me indica la organizadora que va a empezar una misa. Congregan a la gente fuera y tras una serie de rituales hacen entrar a la gente a través de la puerta santa que solo se abre los años jubilares. Tras esto hacen una misa con la Cruz de Cristo en el altar. Al final de la misa dan la opción de que la gente la bese. Es una cruz grande de unos 40 cm de alta y algo menos de ancha. Ambas partes son de la madera de la Cruz. Los frailes la serraron para hacer la cruz y la revistieron de una cruz metálica. Unos cristales permiten ver la madera. Incluso un pequeño orificio permite tocarla.



            La historia cuenta que Santo Toribio estuvo en Tierra Santa y se trajo el trozo de Cruz. Este santo fue obispo visigodo de Astorga y la dejó en su catedral donde estuvo varios siglos. En la invasión árabe para protegerla la llevaron a Liébana pues este valle era casi inabordable. Allí se ha venerado hasta hoy. Cuentan que el monasterio lo fundó Santo Toribio por lo que no se si es otro o el original pero no cuadra mucho pues pasaron varios siglos desde que llegó a Astorga hasta que se fue a Liébana.
            Tras la misa visité varios de los ermitorios que hay repartidos por la montaña. En especial el de Cueva Santa el más antiguo donde dicen que habitó Santo Toribio. Parece que es anterior al siglo IX. Los ermitorios consistían en una pequeña habitación donde vivía pobremente el eremita y una pequeña capilla donde hacer sus oraciones. La Cueva Santa está a 1,5 km y muy empinado en lo más profundo del bosque de la ladera de la montaña.




            Después salí en dirección a Fuente De. Desde luego esta zona es espectacular. Es como un gran circo pero con unas paredes verticales que deben de tener como mil metros de altura. En algunas de las canales que hay entre las paredes verticales hay unas pistas que deben de ser muy interesantes de subir. Allí hay un teleférico que sube a lo alto de la pared rocosa. Está en marcha a pesar de que hay relativamente poco personal por la zona. No subo pues el mal tiempo no deja ver nada arriba.




            Tras esto me vuelvo, con calma, por donde he venido. La lluvia intensa hace pesada toda la vuelta.



      

sábado, 10 de febrero de 2007

07-02-10 Peña Galicia (León).

             Toda la semana ha sido lluviosa, sobre todo por las noches. La sucesión rápida de distintos frentes desde el Atlántico ha dado lugar a la alternancia de días despejados y lluvias intensas.
            El sábado ha salido despejado y me dispongo a aprovechar la mañana en la montaña. No intento ningún pico elevado por dos motivos. El primero, la inestabilidad del tiempo que, con el fuerte viento que corre en altura, puede traer un frente de lluvia en poco tiempo. El segundo, que todos los picos están nevados y a mi la nieve se me da mal, aparte de que no tengo equipo para ella.
            Así que voy a intentar subir a un pico más bajo que está en la lista de montañas más bonitas de León pero con baja votación. Es el Peña Galicia. Es una cresta que alcanza algo más de 1600 m (1656m) es el resultado de esos violentos plegamientos de la cornisa Cantábrica. Pertenece a esa franja que se ve desde el satélite que forma una serie de cadenas montañosas que forman la ladera norte del valle del Fenar. Son estratos casi verticales que dan lugar a muchas paredes y cortados. Entre esas paredes calizas hay estratos de pizarras y vetas de carbón a lo largo de decenas de kilómetros y que a dado de comer a todas esas minas que hay a lo largo del Fenar y otros valles que se dirigen de este a oeste.
            Así que desde Huergas bajo a La Robla. Allí tomo la carretera que va a La Vecilla a lo largo del abierto valle del Fenar. Poco antes de llegar a ésta población hay un desvío que lleva a la población de Aviados. Es un pueblo que está en la ladera norte del valle a los pies de un montículo coronado por los restos de un castillo. Debió ser un castillo bastante grande pero ahora solo quedan restos de algunos torreones. Este cerro forma parte de una primera línea de estratos verticales de los que hemos hablado. El cerro está limitado por dos barrancos que se dirigen hacia el norte. El de más al oeste es el más espectacular pues forma un cortado al cruzar estos estratos.
            Yo aparco en el pueblo y tomo el barranco de más al Este. Empiezo a ascender siguiendo una cresta que hay detrás del castillo y que se dirige hacia la Peña Galicia. Desde abajo ya se ve el farallón alargado que forma la Peña. Una vez alcanzo la ladera de la Peña empiezo a subirla siguiendo hacia el Este a lo largo de ella. Cuando llego a la base de la pared que forma la cumbre de la Peña y que le da su singularidad he llegado al final de la Peña por el Este. Intento subir por el final pero la pared es muy vertical en este punto. Vuelvo hacia atrás hasta una profunda grieta para ver si puedo subir por ella. Caminar por esta zona es un poco complicada pues aquí arriba ya hay una ligera capa de nieve en el suelo que hace muy resbaladiza la roca.
            La grieta se ve accesible así que ataco por ella. La cosa es más difícil de lo que parece. En seco esta grieta no da más peligro que el resbalar y caer hasta no se sabe donde. Peor ahora con agua helada y nieve en los puntos de apoyo la grieta asusta. Una vez empiezo a subir, como siempre, es más peligroso bajar así que tiro para arriba. A medida que me acerco a la cresta el fuerte viento crea una ventisca que me echa la nieve encima.
            Durante la ascensión de la ladera que es más empinada de lo que parece la temperatura era buena y a pesar del viento se siente más calor que frío. Pero arriba la temperatura es fría y hay que ir con guantes y gorro de lana. Una vez en la cresta se ve que la cumbre está en el extremo Este poco más arriba.
            Aquí el viento es muy fuerte, veo más factible volver por la ladera norte que, a pesar de que está completamente nevada, es bastante suave y evita tener que bajar la grieta. Con las botas que tengo para seco no se lo que pueden aguantar hasta que penetre la humedad. Tampoco se como se comportará la nieve en el descenso así que aunque me pese y mucho no me decido estar más tiempo aquí arriba para atacar la cumbre.
            La bajada al final es fácil pues la nieve está dura en la superficie pero blanda debajo y permite marcar bien los escalones al pisar y no patina. Además hay suficiente nieve cubriendo toda la roca para quitar miedo frente a una caída. Desciendo por el barranco de la cara norte hacia el oeste. Cuando se llega al final hay un gran cortado que permite pasar las aguas hacia el sur, hacia Aviados. Pero el paso de las personas no es tan fácil pues este paso está muy escalonado, casi es un salto de agua. Dos barrancos confluyen en este punto, el nuestro y otro que se va hacia el Noroeste. Este segundo va más llano y suave. El nuestro se descuelga, como he dicho, al otro barranco. Juntos pasan el cortado.
            Ya en la parte baja y soleada del barranco, en el lado sur de la Peña, aparecen los restos de algunas bocas de mina. Ya las había visto de lejos al ascender. También en la ladera sur, en la subida vi socavones bastante extraños en las praderas que seguramente son hundimiento de las minas.
            Son pequeñas minas, la mayoría tienen las bocas tapadas y se distinguen bien por los montones de escombro (como aquí llaman a la ganga). En una de ellas todavía queda un molino de piedra supongo que para triturar el carbón.
            Sigo el barranco. Salgo por el cortado oeste del castillo.
            El pueblo de Aviados apenas tiene gente. La casas se ven muy arregladas lo que es signo de que son de veraneo.


La Peña Galicia al fondo. La zona de la derecha es la más alta. La ultima grieta de la derecha es la que utilicé para subir.


La cresta del castillo. El cortado de la derecha es el del lado oeste, el que usé para volver. Por la izquierda es por donde subí.


La ladera sur. En el centro se ve uno de los socavones, probablemente de las minas.


El pico Correcillas visto desde la cresta.


La cara norte nevada. El frio y el intenso aire no se ve.


La parte más oeste de la cresta de Peña Galicia. Es el cortado por donde pasé de vuelta de la cara norte a la sur. Esa peña de en medio separa los dos barrancos. La grieta entre la Peña Galicia y la de en medio es por donde se descuelga nuestro barranco.


Los restos de una de las minas.


La fuente-lavadero de Aviados y su iglesia.