Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

domingo, 25 de septiembre de 2011

11-09-25 Pico Jaido (Argovejo, León):


    Teníamos muy abandonada la montaña. Este año apenas hemos subido ningún pico y eso ha repercutido en nuestra forma física. Habíamos pensado subir este pico el sábado. Según lo que había leído, se considera bastante fácil. Pero el sábado no oímos el despertador y nos levantamos algo tarde. Ese día nos dedicamos a hacer la ruta de Peña del Castro dada la menor disponibilidad de tiempo.
    A pesar de los kilómetros recorridos el domingo nos sentíamos lo bastante animados para subir el pico y nos fuimos para allá.
    Para iniciar el ascenso hay que ir a la localidad de Argovejo. Tomamos la CL—626 en La Robla y nos dirigimos hasta Sabero. Allí tomamos la N621 y antes de llegar a la presa de Riaño hay un pueblo llamado Crémenes. A la salida de este pueblo hay un desvío que lleva a la población de salida. Una vez tomado el desvío se cruza el río Esla y se entra en una bonita pero estrecha carretera que se adentra en el valle donde se encuentra la población de Argovejo en solitario.
    Es un pueblo bien arreglado con buenas casas bien arregladas supongo que de gente que veranean en este lugar. Entramos hasta la plaza del pueblo donde se puede aparcar sin dificultad.


    Iniciamos el ascenso por una pista forestal que sale del pueblo. Sale en la misma dirección que la carretera de entrada del pueblo pero un poco más alto. Se mete pronto en un bosquecillo de robles que hace más agradable la subida. Más arriba el bosque va desapareciendo y entramos en un mar de escobas.   Por último la cresta de la loma por la que se sube se despeja y queda con monte bajo. Al final la pista forestal termina al encontrase con unas rocas y ya prácticamente estamos al pie de la sierra donde se encuentra el pico. En esta zona podemos disfrutar de unos enormes robles con un gran tronco y una copa con grandes cicatrices producidas por la dura climatología.


    Pensaba que a este nivel ya solo quedaría el pico en sí y no sería muy elevado pero por el contrario se ve mucho ascenso pendiente.



    Iniciamos el ascenso que va por una pedriza que hay a la izquierda desplazándonos por la ladera a medida que nos elevamos hasta llegar a una canal bastante empinada y pedregosa que nos sube hasta la collada. Una vez arriba el camino es suave, desplazándonos más a la izquierda hasta llevar al pico.
    El pico dispone de unas magníficas vistas especialmente de la presa y del embalse de Riaño. El pico por el lado norte es prácticamente un cortado y está encima del embalse.




     Comemos en el pico disfrutando del paisaje. Una vez descansados, bajamos por la canal y la pedriza. El descenso es lento y peligroso debido a la mucha pendiente del terreno. Llegamos al pie de la sierra y comenzamos el recorrido del camino que se nos hace largo y muy caluroso. Hay tramos del camino con mucha pendiente que hacen más pesado el descenso.


    Es un pico muy bonito aunque pensaba que era más sencillo. En total algo más de 10 km y unos 750 metros de desnivel.


sábado, 24 de septiembre de 2011

11-09-24 Ruta peña del Castro (La Ercina, León):


    Este día nos levantamos algo tarde para subir el pico que teníamos pensado, el Jaido.
    Así que nos fuimos a Sabero para hacer la ruta de las minas que ha creado el Museo de la Siderurgia y la Minería de esta ciudad.
    Cuando llegamos a las puertas del museo para iniciar la ruta vimos que se estaba reuniendo gente para hacer una excursión de las que organiza este centro. Así que nos unimos con ellos y nos fuimos a hacer la ruta de Peña del Castro.
    Esta ruta empieza en el ayuntamiento de La Ercina. Este edificio de recia factura formaba parte de un lavadero que existía en este lugar. Junto a este lavadero está la vía La Robla – Bilbao y allí se cargaba el carbón.


    Hasta este lavadero había una pequeña línea de ferrocarril que traía el mineral desde la barriada de Casetas donde estaban las minas, a unos pocos kilómetros de distancia. Por la plataforma que se construyó para esta vía comienza el sendero. Salimos todo el grupo por ella. El recorrido es cómodo y suave como el de cualquier trazado de vía.


    Al poco pasamos por la barriada de Oceja de Valdellorma y poco más arriba llegamos al poblado de Casetas. Según llegamos se puede contemplar como la plataforma se amplia. En este lugar existía una playa de vías donde el pequeño tren podía estacionarse, cargar agua de un nacimiento cercano o cargarse en los antiguos cargaderos. En la excursión había un par de personas que conocían el lugar. Comentaban que hasta hace pocos años todavía estaban estos cargaderos. Estos como muchos otros restos mineros fueron demolidos usando fondos Miner para regeneración de zonas mineras. Lo único que se hizo fue remover escombreras, tapar bocas y demoler construcciones que formaban un valioso patrimonio. Con estas pseudoregeneraciones algunos debieron ganar un buen dinero.
    Este pueblo se creó a partir de las minas. Por ello los pocos edificios que quedan se construyeron con este fin. Todavía podemos contemplar lo que fue el economato. Aunque el edificio se encuentra en ruina inminente pudimos entrar y contemplar todavía los restos de los mostradores e incluso los depósitos de almacén donde se almacenaba a granel el vino y el aceite.





    En la cuenca de Sabero empezaron las explotaciones mineras en el año 1840 con la gran aventura minerosiderurgica de la Sociedad Palentina –Leonesa de Minas. A finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX la minería aumenta notablemente en la zona y se crean numerosas minas. En Casetas se crean varias que durarán hasta la década de los 80. Pertenecían a distintos propietarios aunque parece que el primero en este lugar fue Esteban Corrales que fue además el propietario de la vía de ferrocarril a La Ercina.
    Una de las minas más importantes fue La única que fue famosa por la explosión que se produjo en ella de grisú y que mató a 14 mineros. De ella solo puede verse el hundimiento en lo que fue la boca de la mina.
    Del pueblo nos desviamos por una pista forestal que sube a Peña Aguda. Peña Aguda es un gran peñasco en el centro de un pequeño valle. De esta peña es curiosa la fuente que nace a sus pies que según los lugareños siempre tiene agua.
    En este punto nos desviamos por un pequeño camino en algunos sitios empedrados y que dicen que era una vía romana que subía al castro. Al final llegamos a los restos de una antigua ermita desde donde se puede ver la ladera de la peña donde se encuentra el castro. Todavía se pueden distinguir varias banquetas donde estaban los distintos niveles de la población protegidos por murallas. Recorremos un poco el lugar y se puede observar todavía la base de lo que fueron las murallas.





    Tras esto continuamos el sendero que nos lleva de nuevo hacia La Ercina. Recorremos el pueblo hasta llegar al ayuntamiento. Uno de los que nos acompañan es concejal del pueblo y nos abre el ayuntamiento para contemplar el salón de actos que está bajo el tejado del antiguo lavadero.




    Además han preparado una exposición de antiguas fotos relacionadas la mayor parte con la minería del lugar.

domingo, 18 de septiembre de 2011

11-09-18 Navidiello (Asturias).


    El día anterior nos dimos una buena paliza, más de kilómetros que de pateo, para ir a Bulnes.
    Este día no pensábamos ir tan lejos así que nos decidimos por ir a la búsqueda de una estación perdida.
    En la excursión del día siete de agosto fuimos a Pendilla y ascendimos hasta el lado de Asturias. En este punto, aparte de una impresionante vista, se puede contemplar los muchos rodeos que da el ferrocarril en la bajada por el puerto de Pajares. Entre los muchos túneles que se pueden contemplar se observa una pequeña estación casi inaccesible en una fuerte ladera en el fondo de un valle. Es tan inaccesible que ni tan siquiera tiene un camino asfaltado. Solo llega una empinada pista forestal. Quedamos en ir en una próxima excursión y buscar esa estación.
    En el Google Hearth vi que a esta estación se puede llegar a partir de un pequeño pueblo asturiano llamado Parana.
    Así que bajamos el puerto de Pajares y llegamos hasta la población de Puente de los Fierros. Una vez pasada esta población, poco más abajo hay un desvío a la derecha que lleva al pueblo de Parana. La carretera es estrecha, se mete por un pequeño valle y pronto cruzamos una de las tantas vueltas que da la vía ferrea. Poco más arriba está el pueblo de Parana. Dejamos el coche a la entrada de pueblo pues sus calles son francamente estrechas. Comenzamos a caminar buscando un camino que saliera del pueblo hacia el fondo del valle que es donde está la estación.
    Pronto un hombre mayor nos preguntó donde íbamos y tras comentarle nuestras intenciones nos explicó por donde podíamos ir. Así que cruzamos el pueblo hasta la parte alta y tomamos un pequeño camino que sube hasta otro mayor asfaltado que lleva a otra población menor llamada San Andrés. Este camino, ahora que lo sabemos, se puede también tomar unos 100 metros antes de llegar al pueblo de Parana.
    El camino era agradable, con unas estupendas vistas del valle y rodeado de avellanos en los que Luisa se divertía cogiendo sus frutos. Llegamos a San Andrés que no son más que cuatro o cinco casas algunas de ellas ahora en restauración supongo que para veranear. El camino seguía ya en tierra y más estrecho. Se iba cerrando entre arboles y un ligero orballo a intervalos nos refrescaba. Se llega a un punto con una bifurcación. Hay que tomar el de la derecha que baja ligeramente. El de la izquierda se sube a los puertos de verano en las partes altas de la montaña por donde estuvimos en la anterior excursión citada.
    Tras pasar por algunas umbrías realmente bonitas el camino va poco a poco empinándose y la vegetación arbórea va desapareciendo siendo sustituida por elevado y espeso matorral. Según seguimos, molestamos a unas pocas vacas que tranquilamente pastaban por la zona. Y digo molestar porque las hicimos salir del camino y meterse en la espesura para poder pasar.

    El camino se hizo muy empinado y comenzó a zigzaguear. Su estado se iba estropeando con el aumento de la pendiente pero al final conseguimos llegar a la estación.
    Lo primero que nos encontramos fue un viejo edificio largo, adosado a la ladera y con un largo corredor acristalado o mirador. La sensación que nos dio es la de un cuartel minero pero pensamos que podía ser viviendas de los ferroviarios. Tiene tres puertas como si fueran tres viviendas distintas. No están abandonadas y disponen incluso de luz. No obstante se encuentran bastante abandonadas. Tras esto llegamos a la estación.


    Existen dos edificios separados uno a cada extremo. El primero es un transformador de alimentación de corriente a la catenaria. El segundo, más lejano es la propia estación. Tiene incluso nombre, Navidiello – Paraná y placa del Instituto Geográfico Nacional que da la cota del lugar. No creo que nunca se vendiera un billete en ella. Supongo que se construyeron para mantenimiento de la infraestructura y tal ver como pudimos sospechar después, como cargadero de carbón.

    Fue casi un prodigio conseguir en esta ladera un tramo recto suficiente donde construir una estación.              Dispone de una vía principal y dos apartado. La más interior es de raíl más pequeño que el de la principal y se ve menos usado. Es una de las vías apartado. La central es la vía principal. La más exterior es de la misma calidad que la principal y es la que accede al andén principal. Es otra de las vías apartado y se ve más utilizada.
    En el extremo del lado Oviedo hay un túnel, bueno realmente dos túneles paralelos. El más interior a la montaña es más ancho y por el se introduce una de las vías apartado y la vía principal. El túnel más exterior solo tiene una de las vías apartado. Nos introducimos en el túnel de la vía apartado. Está en curva y no se ve el final por lo que no nos atrevemos a continuar mucho por si acaso se la por pasar un tren. Supongo que al final del túnel estará el aparato de vía que la une a la principal.
    Por el lado León encontramos un túnel, también triple más o menos a mitad de estación. Es recto y nos atrevemos a pasar a través de uno de los túneles. Tras pasarlo la playa de vías continúa y están los aparatos que unen las vías apartado a la principal. La estación acaba con un nuevo túnel, esta vez sencillo y con una sola vía. Aquí, al final nos encontramos una vieja caseta de madera ya destartalada de las que se empleaban para los guardas de los pasos a nivel. Esta no se para que se emplearía.


    Todavía se puede ver el muro circular que soportaba el depósito metálico, hoy desaparecido, que abastecía a las locomotoras. El agua la tomaba de un arroyo que baja de la montaña.

    Tras patear la estación decidimos volvernos. Es cuando ya empezamos a bajar que vemos restos de edificaciones a la entrada. Nos acercamos a ella y encontramos las ruinas de un viejo edificio y un poco más allá un cargadero. Un poco más allá, casi inaccesible por los matorrales encontramos una pequeña habitación abovedada de gruesos muros que parece pudo ser un polvorín. Más arriba sobre el túnel del ferrocarril se ven vertederos de escombro de mina. Por tanto entendemos que hubo una mina en la zona, quizás las que vimos mucho más arriba en la excursión antes citada. Quizás se llegó a usar la estación de cargadero.


    Nos volvimos de vuelta por el mismo camino ya lloviznando a ratos con cierta intensidad.
    Posteriormente, ya en casa, busqué información sobre el lugar de Navidiello. Parece que en este lugar hubo varias edificaciones y formaban un pueblo. Según cuentas una ampliación de la estación acabó con ellas salvo la que he comentado que queda.

    En cuanto a las minas de Navidiello pertenecían a la empresa “Explotaciones Diez Amigos”. No sé cuando dejaron de funcionar pero todavía se puede encontrar en internet reclamaciones en los años 90 y 2000 contra esta empresa de Industria y de algún juzgado por lo que no debió acabar muy bien.
    En este valle, más abajo de la población de Parana existe un gran terraplén que cruza el valle y por el que circula la vía del tren. Parece ser que este es el lugar donde existió un puente metálico en curva que construyó Eiffel. Según he leído dicen que este puente fue sucesivamente tapado para que resistiera el peso de mayores cargas de los trenes. Eso significaría que todavía está tapado en el terraplén, lo que me extraña mucho. En fin la cuestión es que ya no existe con lo que se ha perdido un gran puente según cuentan los escritos. 

sábado, 17 de septiembre de 2011

11-09-17 Bulnes (Asturias).


    Hoy hemos decidido subir hasta la población de Bulnes. Es un pequeño pueblo metido en plenos Picos de Europa y que es famoso porque no dispone de carretera para llegar hasta él. Hace algunos años se construyó un funicular subterráneo para llegar al pueblo. La alternativa es ir caminando por un pequeño sendero, el de toda la vida.
    Así que nos levantamos temprano para ir para allá. Partimos desde Huergas de Gordón, en León, y el camino es largo. Vamos por la tantas veces nombrada CL-626 hasta enlazar con la N-621 que nos lleva hasta Riaño. Cuando llegamos al embalse se nos mete una niebla meona que ya no nos abandonará en el resto del día. No nos entretenemos por el camino pues nuestro objetivo es llegar pronto a Poncebos que es donde se sube a Bulnes. En la población de Riaño tomamos la N-625 que nos lleva al puerto del Pontón, por donde pasamos a Asturias.
    Nos es difícil no parar en los extraordinarios bosques de Sajambre ahora metidos en niebla. También es extraordinario el desfiladero de Los Beyos. Pero seguimos nuestro camino y en Cangas de Onis tomamos la As-114 en dirección a Arenas de Cabrales. En este pueblo nace la AC-1 por la que llegamos a Poncebos.
En este lugar comienza la ruta del Cares por el lado de Asturias. También está la entrada de túnel del funicular y el comienzo del sendero a Bulnes. Sobre todo por la ruta del Cares aquí para muchísima gente y los aparcamientos no son suficientes. Hay que aparcar en la misma carretera y eso que estamos en septiembre. En agosto es agobiante la cantidad de gente que se mete en este sitio.
    Hay que seguir el trozo de carretera que sube hasta la senda del Cares. Cuando el camino se hace de tierra parte una pequeña senda que baja al río y cruza por un pequeño puente de apenas un metro de anchura. Una vez cruzado el río estamos en la profunda canal del Tejo por donde subimos. Hay un buen sendero pues hay que tener en cuenta que por este lugar han subido durante siglos los pobladores de Bulnes con sus cargas. Las vistas son impresionantes con las grandes paredes de piedra caliza y el río Bulnes encajonado mucho más abajo. El camino es duro por sus cuestas. Las nubes que cubren el cielo nos protegen del sol pero la humedad ambiente nos hace sudar hasta acabar la camisa chorreando.
    Según se va llegando al valle de Bulnes la garganta se abre un poco y se hace más llana. De todas formas todavía queda un buen pateo hasta el pueblo. El barrio alto o del Castillo se ve bastante pronto. El barrio bajo o la Villa solo se ve cuando se llega. Un poco antes de llegar al pueblo, junto al camino está el túnel por el que sube el funicular.
    El barrio bajo, hoy, prácticamente todo son bares y tiendas. Entre una mayoría de gente que sube por el funicular, a pesar de lo caro que es, más la que sube caminando se meten bastantes personas en el pueblo perdiendo un poco de la gracia. De todas formas el paisaje es espectacular.



    Se pueden ver algunos modernos motocarros que usan para moverse por el lugar. Supongo que, aunque se dice que no hay carretera, debe haber una medio pista por la que se pueden mover estos cacharros para llevar materiales, animales, etc, Supongo que la posible comunicación llegará al pueblo de Sotres.


    Comimos en Casa Bulnes. Tenía un menú de unos 10 euros pero comimos el especial de 20 €. Yo comí un pote asturianos que más parecía fabada con unas pocas acelgas que pote autentico. De todas formas estaba bueno aunque en mi opinión le faltaba un poco de más de esmero. De segundo tomé cabrito guisado que yo creo que había pateado más montaña en sus numerosos años que yo. Menos mal que a mí me gustan las cosas sabrosas. De postre tomé una tarta de queso casera que estaba buena.
    Luisa tomó ensalada buena y grande a la que le habían puesto un poco de todo, desde ensalada en sí, fruta, hasta frutos secos. De segundo le pusieron un buen entrecot de ternera al cabrales. De postre tomó cuajada casera con miel.
    Entró en el menú una cerveza por persona, el café y el pan. Otras dos cervezas que me tomé yo las pagué aparte. Aquí no hay problema de control de alcoholemia. Cuando llegas al coche ya se te ha pasado todo.
    Tras comer subimos al barrio alto o del castillo. Allí solo hay un restaurante que está cerrado y en venta. Se ve que no pudo soportar el estar más escondido. Este barrio por tanto es mucho más tranquilo y se puede degustar un poco más la tranquilidad. Casi nadie sube aquí. En este punto sale el sendero que sube al refugio del Jou de Cabrones.








    Como colofón a este año algo parco en excursiones a la montaña tenía la idea de estudiar la opción de subir a Torre Cerredo que es la cumbre más alta de Picos de Europa. Para ello hay que ir primero a Bulnes.         De allí sale el sendero que sube hasta el refugio del Jou. El pueblo de Bulnes está a unos 650 metros y el refugio del Jou a 2100 por lo que hay 1450 metros de desnivel. Torre Cerredo está a 2648 m con lo cual quedarían otros 548 metros.
    Por tanto la idea sería salir un viernes por la tarde de casa y dejar el coche en Poncebos. Esa misma tarde subir a Bulnes y hacer noche en el pueblo. El sábado hacer la paliza de subir al Jou y el domingo subir a Torre Cerredo. El lunes bajar.
    Soy realista y no me encuentro actualmente suficientemente en forma. De todas formas este día hemos subido a Bulnes como avanzadilla para ir viendo el lugar. Espero poder hacer algún día esa excursión.
    El cielo se va cerrando algo más y a pesar de ser temprano el ambiente está muy oscurecido. Así que nos bajamos hacia el coche. El camino está resbaladizo por la ligera llovizna que cae a ratos. Al final llegamos a Poncebos y tomamos el coche de vuelta.
    La vuelta la hacemos por la AS-114 hasta Arriondas. Allí tomamos la N634 hasta llegar a la A-64. Esta nacional es una autentica paliza pues tiene bastante tráfico y muchos pueblos. Vale la pena desviarse hasta la costa y coger la autovía. De la A-64 pasamos a la AS-1. Entre estas dos autovías no hay enlace debido a los estúpidos piques entre Administraciones ya que una de ellas es del Estado y otra del Principado de Asturias. Para pasar de una a otras hay que hacerlo por la AS-246 que es una pequeña carretera autonómica. De la AS-1 pasamos a la A-66 en Mieres y ya en Campomanes nos desviamos al puerto de Pajares para no pagar autopista (peaje a esas grandes empresas concesionarias).
    En Pajares pillamos una nieblas de esas típicas del lugar en la que tenemos que ir casi a paso de burra.

sábado, 3 de septiembre de 2011

11-08-03 Fiesta de la sidra de Villaviciosa (Asturias).

    Hemos bajado de nuevo a Villaviciosa. Para mí, junto con Lastres es una de las zonas más bonitas de Asturias. Sin embargo no es esta la causa por la que volvemos a esta zona sino la de que hoy se hace el XIV Fiesta de la Sidra. Esta celebración se hace el primer fin de semana de septiembre.
    Dos actos son los que destacan en este día. El primero es la cata popular. Esta cata se realiza en la plaza donde está el Ayuntamiento. Se sitúan alrededor de la plaza puestos de distintos lagares de sidra de Villaviciosa. La gente compra un vaso de sidra por 3 euros y puede probar toda la sidra que quiera. Te dan un papel donde debes de poner la sidra que más te gusta y con ello se elije a la mejor sidrería. La cata se hace de 12 a 14 y de 18 a 20 horas.
    El segundo evento es el concurso de escanciadores.
    Nosotros bajamos hasta Villaviciosa sobre las once de la mañana. Como nos quedaba tiempo nos bajamos hasta El Puntal que es la salida izquierda de la ría. Allí dimos un paseo por la orilla del mar y pudimos contemplar la fuerte corriente en el canal de salida de la ría en la bajada de la marea.

    Sobre las 12 h 30’ llegamos a la plaza del Ayuntamiento. Compramos un vaso para cada uno y comenzamos a probar sidra. En cada puesto te escancian un culín y puedes tomar cuantos culines quieras o te de tiempo. Nosotros probamos las once sidrerías que se presentaban y repetimos alguna. Este año han puesto algunos puestos donde venden empanadas, tortillas y cosas así y esto nos ayudó a digerir las sidras.

    Mientras se realizaba la cata actuó un grupo folklórico de Villaviciosa presentando bailes asturianos. La música celta ejecutada por gaitas y tambores me erizaba los pelos. Me encanta esa música.


    Tras la cata nos fuimos a comer a una sidrería a base de pescado y sidra. Nos dimos un buen homenaje a base de bigaros, chopitos, langostinos, chopa de pescado y postre. Nos costó algo más de 70 euros. La sidrería se llama “El Cañu” y está en la calle del Carmen.
    Tras esto nos fuimos a ver una ermita para que nos diera el aire. En principio buscábamos la de San Juan de Amandi pero acabamos en la de Santa María de Lugás. Esta última está en lo alto de un cerro aislado en el poblado de Lugás. Desde el cerro se domina buena parte del valle de Villaviciosa. En este lugar se respira una gran tranquilidad y un cierto magnetismo que hacen el lugar agradable. Alrededor de la ermita hay una serie de edificaciones pertenecientes al conjunto lo que hace pensar en la importancia de sus romerías o celebraciones. Según he leído una de estas edificaciones fue un albergue lo que hace pensar que fuera un punto de oración y descanso. 





    En esta iglesia destaca el amplio corredor que rodea la iglesia  por el lado Sur y Oeste y las dos portadas que son románicas. Según he leído la iglesia originalmente es románica del siglo XII pero de ella solo queda la planta y las dos portadas. El resto es del XVII. No podemos ver el interior pues está cerrada como siempre. La planta del ábside es octogonal lo que hace pensar a algunos a relacionarla con el Temple y el Camino de Santiago.



    Bajamos de esta iglesia y volvemos hacia Villaviciosa, esta vez, buscando más cuidadosamente la iglesia de San Juan de Amandi.
    La encontramos y disfrutamos de su exterior pues también está cerrada. Tiene un pórtico o corredor que rodea buena parte del edificio pero este es del siglo XVII. La iglesia es románica del siglo XI o XIII. Es considerada como la Capilla Sixtina del románico asturiano. Sin embargo, exteriormente solo se muestra en el ábside y en sus portadas.








    Entre ambas iglesias, en la carretera AS-255, hay en una curva abandonada, una portada de una finca con forma de puerta de muralla. De este punto, por un camino de tierra lateral parte un sendero llamado del los molinos del río Profundu. Se trata de un sendero que discurre junto a un pequeño río llamado Profundu. Este río, aunque las colinas circundantes no son elevadas discurre bastante encajonado y muy rodeado de una densa vegetación que da la sensación que indica su nombre. Antiguamente se aprovechó de tal forma sus aguas para la molienda que los molinos se sucedían uno a continuación de otro. 













    Nosotros recorrimos un par de kilómetros y su correspondiente vuelta. Vale la pena hacer el recorrido y disfrutar de su casi selvática vegetación en un sinfín de estupendos rincones. De los molinos vimos carteles de alguno del que no se distinguía ni los cimientos. Solo uno que se llama precisamente molino Profundu pudimos distinguir algo de sus muros y el clásico arco de salida del agua.
    Tras este recorrido nos volvimos para casa.