Hoy hemos decidido subir hasta la población de Bulnes. Es
un pequeño pueblo metido en plenos Picos de Europa y que es famoso porque no
dispone de carretera para llegar hasta él. Hace algunos años se construyó un
funicular subterráneo para llegar al pueblo. La alternativa es ir caminando por
un pequeño sendero, el de toda la vida.
Así que nos levantamos temprano para ir para allá.
Partimos desde Huergas de Gordón, en León, y el camino es largo. Vamos por la
tantas veces nombrada CL-626 hasta enlazar con la N-621 que nos lleva hasta
Riaño. Cuando llegamos al embalse se nos mete una niebla meona que ya no nos
abandonará en el resto del día. No nos entretenemos por el camino pues nuestro
objetivo es llegar pronto a Poncebos que es donde se sube a Bulnes. En la
población de Riaño tomamos la N-625 que nos lleva al puerto del Pontón, por
donde pasamos a Asturias.
Nos es difícil no parar en los extraordinarios bosques de
Sajambre ahora metidos en niebla. También es extraordinario el desfiladero de
Los Beyos. Pero seguimos nuestro camino y en Cangas de Onis tomamos la As-114
en dirección a Arenas de Cabrales. En este pueblo nace la AC-1 por la que
llegamos a Poncebos.
En este lugar comienza la ruta del Cares por el lado de
Asturias. También está la entrada de túnel del funicular y el comienzo del
sendero a Bulnes. Sobre todo por la ruta del Cares aquí para muchísima gente y
los aparcamientos no son suficientes. Hay que aparcar en la misma carretera y
eso que estamos en septiembre. En agosto es agobiante la cantidad de gente que
se mete en este sitio.
Hay que seguir el trozo de carretera que sube hasta la
senda del Cares. Cuando el camino se hace de tierra parte una pequeña senda que
baja al río y cruza por un pequeño puente de apenas un metro de anchura. Una
vez cruzado el río estamos en la profunda canal del Tejo por donde subimos. Hay
un buen sendero pues hay que tener en cuenta que por este lugar han subido
durante siglos los pobladores de Bulnes con sus cargas. Las vistas son
impresionantes con las grandes paredes de piedra caliza y el río Bulnes
encajonado mucho más abajo. El camino es duro por sus cuestas. Las nubes que
cubren el cielo nos protegen del sol pero la humedad ambiente nos hace sudar
hasta acabar la camisa chorreando.
Según se va llegando al valle de Bulnes la garganta se
abre un poco y se hace más llana. De todas formas todavía queda un buen pateo
hasta el pueblo. El barrio alto o del Castillo se ve bastante pronto. El barrio
bajo o la Villa solo se ve cuando se llega. Un poco antes de llegar al pueblo,
junto al camino está el túnel por el que sube el funicular.
El barrio bajo, hoy, prácticamente todo son bares y
tiendas. Entre una mayoría de gente que sube por el funicular, a pesar de lo
caro que es, más la que sube caminando se meten bastantes personas en el pueblo
perdiendo un poco de la gracia. De todas formas el paisaje es espectacular.
Se pueden ver algunos modernos motocarros que usan para
moverse por el lugar. Supongo que, aunque se dice que no hay carretera, debe
haber una medio pista por la que se pueden mover estos cacharros para llevar
materiales, animales, etc, Supongo que la posible comunicación llegará al pueblo
de Sotres.
Comimos en Casa Bulnes. Tenía un menú de unos 10 euros
pero comimos el especial de 20 €. Yo comí un pote asturianos que más parecía
fabada con unas pocas acelgas que pote autentico. De todas formas estaba bueno
aunque en mi opinión le faltaba un poco de más de esmero. De segundo tomé
cabrito guisado que yo creo que había pateado más montaña en sus numerosos años
que yo. Menos mal que a mí me gustan las cosas sabrosas. De postre tomé una
tarta de queso casera que estaba buena.
Luisa tomó ensalada buena y grande a la que le habían
puesto un poco de todo, desde ensalada en sí, fruta, hasta frutos secos. De
segundo le pusieron un buen entrecot de ternera al cabrales. De postre tomó
cuajada casera con miel.
Entró en el menú una cerveza por persona, el café y el pan.
Otras dos cervezas que me tomé yo las pagué aparte. Aquí no hay problema de
control de alcoholemia. Cuando llegas al coche ya se te ha pasado todo.
Tras comer subimos al barrio alto o del castillo. Allí
solo hay un restaurante que está cerrado y en venta. Se ve que no pudo soportar
el estar más escondido. Este barrio por tanto es mucho más tranquilo y se puede
degustar un poco más la tranquilidad. Casi nadie sube aquí. En este punto sale
el sendero que sube al refugio del Jou de Cabrones.
Como colofón a este año algo parco en excursiones a la
montaña tenía la idea de estudiar la opción de subir a Torre Cerredo que es la
cumbre más alta de Picos de Europa. Para ello hay que ir primero a Bulnes. De
allí sale el sendero que sube hasta el refugio del Jou. El pueblo de Bulnes
está a unos 650 metros y el refugio del Jou a 2100 por lo que hay 1450 metros
de desnivel. Torre Cerredo está a 2648 m con lo cual quedarían otros 548
metros.
Por tanto la idea sería salir un viernes por la tarde de
casa y dejar el coche en Poncebos. Esa misma tarde subir a Bulnes y hacer noche
en el pueblo. El sábado hacer la paliza de subir al Jou y el domingo subir a
Torre Cerredo. El lunes bajar.
Soy realista y no me encuentro actualmente suficientemente
en forma. De todas formas este día hemos subido a Bulnes como avanzadilla para
ir viendo el lugar. Espero poder hacer algún día esa excursión.
El cielo se va cerrando algo más y a pesar de ser temprano
el ambiente está muy oscurecido. Así que nos bajamos hacia el coche. El camino
está resbaladizo por la ligera llovizna que cae a ratos. Al final llegamos a
Poncebos y tomamos el coche de vuelta.
La vuelta la hacemos por la AS-114 hasta Arriondas. Allí
tomamos la N634 hasta llegar a la A-64. Esta nacional es una autentica paliza
pues tiene bastante tráfico y muchos pueblos. Vale la pena desviarse hasta la
costa y coger la autovía. De la A-64 pasamos a la AS-1. Entre estas dos
autovías no hay enlace debido a los estúpidos piques entre Administraciones ya
que una de ellas es del Estado y otra del Principado de Asturias. Para pasar de
una a otras hay que hacerlo por la AS-246 que es una pequeña carretera
autonómica. De la AS-1 pasamos a la A-66 en Mieres y ya en Campomanes nos
desviamos al puerto de Pajares para no pagar autopista (peaje a esas grandes
empresas concesionarias).
En Pajares pillamos una nieblas de esas típicas del lugar
en la que tenemos que ir casi a paso de burra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario