Este día nos levantamos algo tarde para subir el pico que
teníamos pensado, el Jaido.
Así que nos fuimos a Sabero para hacer la ruta de las minas
que ha creado el Museo de la Siderurgia y la Minería de esta ciudad.
Cuando llegamos a las puertas del museo para iniciar la ruta
vimos que se estaba reuniendo gente para hacer una excursión de las que
organiza este centro. Así que nos unimos con ellos y nos fuimos a hacer la ruta
de Peña del Castro.
Esta ruta empieza en el ayuntamiento de La Ercina. Este
edificio de recia factura formaba parte de un lavadero que existía en este
lugar. Junto a este lavadero está la vía La Robla – Bilbao y allí se cargaba el
carbón.
Hasta este lavadero había una pequeña línea de ferrocarril
que traía el mineral desde la barriada de Casetas donde estaban las minas, a
unos pocos kilómetros de distancia. Por la plataforma que se construyó para
esta vía comienza el sendero. Salimos todo el grupo por ella. El recorrido es
cómodo y suave como el de cualquier trazado de vía.
Al poco pasamos por la barriada de Oceja de Valdellorma y
poco más arriba llegamos al poblado de Casetas. Según llegamos se puede
contemplar como la plataforma se amplia. En este lugar existía una playa de
vías donde el pequeño tren podía estacionarse, cargar agua de un nacimiento
cercano o cargarse en los antiguos cargaderos. En la excursión había un par de
personas que conocían el lugar. Comentaban que hasta hace pocos años todavía
estaban estos cargaderos. Estos como muchos otros restos mineros fueron
demolidos usando fondos Miner para regeneración de zonas mineras. Lo único que
se hizo fue remover escombreras, tapar bocas y demoler construcciones que
formaban un valioso patrimonio. Con estas pseudoregeneraciones algunos debieron
ganar un buen dinero.
Este pueblo se creó a partir de las minas. Por ello los
pocos edificios que quedan se construyeron con este fin. Todavía podemos
contemplar lo que fue el economato. Aunque el edificio se encuentra en ruina
inminente pudimos entrar y contemplar todavía los restos de los mostradores e
incluso los depósitos de almacén donde se almacenaba a granel el vino y el
aceite.
En la cuenca de Sabero empezaron las explotaciones mineras
en el año 1840 con la gran aventura minerosiderurgica de la Sociedad Palentina
–Leonesa de Minas. A finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX la
minería aumenta notablemente en la zona y se crean numerosas minas. En Casetas
se crean varias que durarán hasta la década de los 80. Pertenecían a distintos
propietarios aunque parece que el primero en este lugar fue Esteban Corrales
que fue además el propietario de la vía de ferrocarril a La Ercina.
Una de las minas más importantes fue La única que fue famosa
por la explosión que se produjo en ella de grisú y que mató a 14 mineros. De
ella solo puede verse el hundimiento en lo que fue la boca de la mina.
Del pueblo nos desviamos por una pista forestal que sube a
Peña Aguda. Peña Aguda es un gran peñasco en el centro de un pequeño valle. De
esta peña es curiosa la fuente que nace a sus pies que según los lugareños
siempre tiene agua.
En este punto nos desviamos por un pequeño camino en algunos
sitios empedrados y que dicen que era una vía romana que subía al castro. Al
final llegamos a los restos de una antigua ermita desde donde se puede ver la
ladera de la peña donde se encuentra el castro. Todavía se pueden distinguir
varias banquetas donde estaban los distintos niveles de la población protegidos
por murallas. Recorremos un poco el lugar y se puede observar todavía la base
de lo que fueron las murallas.
Tras esto continuamos el sendero que nos lleva de nuevo
hacia La Ercina. Recorremos el pueblo hasta llegar al ayuntamiento. Uno de los
que nos acompañan es concejal del pueblo y nos abre el ayuntamiento para
contemplar el salón de actos que está bajo el tejado del antiguo lavadero.
Además han preparado una exposición de antiguas fotos
relacionadas la mayor parte con la minería del lugar.
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