Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

domingo, 22 de diciembre de 2013

13-12-22 Los abrigos rocosos de Castellar de Meca. Ayora (Valencia).

Hoy hemos ido a comprar un cordero para Noche Buena en Alpera. Tras ir a comprarlo, nos hemos puesto redondos almorzando en el bar El Cazador.
Tras esto hemos ido a bajar un poco la comida al yacimiento arqueológico de Castellar de Meca que aunque está muy cerca de Alpera (Albacete), pertenece a Ayora (Valencia).
A este espectacular yacimiento ya he acudido en otras ocasiones y he escrito sobre él.
En esta ocasión, en vez de subir a la planicie rodeada de paredes rocosas donde se encuentra el poblado, he preferido rodear por la margen derecha a los pies de los cortados. A veces se encuentran más restos alrededor de los poblados que en ellos mismos.
Tranquilamente, dando un paseo, subimos la ladera de la montaña hasta llegar a los cortados. Se trata de una gran mole caliza desgastada por los siglos y que asoma en toda esta sierra. En la ladera se ve multitud de pequeños trozos de cerámica de distintas edades aunque de poco valor.

A lo largo de la pared rocosa vamos recorriendo distintos abrigos rocosos de gran tamaño. La caliza que forma la pared rocosa no es de gran consistencia y algunos estratos son menos coherentes y más pulverulentos por lo que se forman estos grandes abrigos. No encuentro prácticamente ningún resto especial en estas cavidades aunque hay que tener en cuenta que aunque se gastaran para necrópolis o cualquier otro uso actualmente estarían completamente saqueadas máxime teniendo en cuenta que algunos de los abrigos se han empleado como apriscos.

Tampoco he encontrado pinturas aunque no he hecho una exploración exhaustiva, lógicamente. Además la poca dureza de la roca y lo pulverulenta que es difícilmente puede conservar durante siglos las pinturas.





No he visto tampoco petroglifos aunque si una cazoleta en una piedra rectangular a modo de sillar no separada del macizo rocoso.

Si he encontrado multitud de fósiles de crustáceos tanto grandes como vieiras como pequeñas del tamaño de las almejas.

El paisaje al atardecer es espectacular, tanto de los llanos como de las paredes rocosas.

También he encontrado algunos cantos rodados cuando en estas alturas no hay ninguno así como alguna piedra no caliza, más pesada que pudo ser restos de algún mineral que manejaron los antiguos.



domingo, 15 de diciembre de 2013

13-12-15 Lago de Sanabria (Zamora):

Sobre el lago de Sanabria ya hay demasiado escrito. Se puede consultar cualquier página web de las muchas que hay.
Luisa y yo, hoy, hemos salido a caminar. Así que nos hemos ido a la zona de Sanabria. Con el anticiclón, en Puebla de Sanabria, el termómetro del coche ha llegado a marcar -8ª C y son sobre la 9 h 30’. Por suerte arriba en el lago la temperatura ya es un poco más suave.

Primero hemos buscado el antiguo balneario de Bouzas que según he encontrado en internet está por la orilla del lago. No nos ha costado demasiado encontrarlo por las referencias que tenía.
Está en la carretera que sube a Ribadelago por la margen derecha del lago. Cuando se llega, antes del pueblo a un aparcamiento que hay a la izquierda paramos. Enfrente hay un edificio grande de color verde que es el camping Los Robles y que parece que está cerrado no sé si solo por el invierno.
Por un lado del cercado del camping hay un pequeño camino medio escondido que baja hacia el lago y que está en mal estado. Al fondo del camino se adivina una casona al borde del lago. Es lo que en su tiempo fue el balenario de Bouzas y en los últimos tiempos hospedería.

 Ahora está abandonado y medio quemado aunque quedan muchos restos de sus últimos tiempos. Muebles, camas, botellas e incluso documentos de la hospedería. Es un edificio bastante enrevesado que se ve se fue construyendo en distintas épocas. Debió abandonarse un poco inesperadamente pues quedaron muchas cosas allí. Lo más relevante una pequeña habitación con una gran puerta y que mira a la explanada junto al lago, más parecido a un garaje que a otra cosa pero que en su tiempo debió de ser una capilla para hacer misa a los veraneantes.



Según lo que he investigado posteriormente la hospedería se quemó el 2 de abril de 2008 por causas desconocidas y esto supuso el abandono del negocio.
También he podido saber que en este balneario estuvo alojado Miguel de Unamuno en una visita a los lagos. Precisamente en la zona hoy quemada.
Del balneario no encontramos nada.
Seguimos caminando por la orilla del lago en dirección hacia la carretera, no por donde hemos venido. Hay una valla pero no hay puerta por lo que se puede entrar sin problemas. Poco más adelante, a unos 100 metros encontramos lo que debió ser la fuente del balneario. Se ven dos bañeras de piedra artificial a la intemperie y una pequeña fuente que sale de un depósito descubierto. Parte de las paredes del depósito son las rocas vivas del terreno y por allí surge el agua. Esta agua es claramente sulfurosa por su olor a huevos podridos.

No me decido a beber pues el beber de un depósito abierto que como mínimo está lleno de hojas no convence. Posteriormente he visto una página en internet de una analítica del Instituto Geológico Minero en el que se refleja que tiene contaminación bacteriana que la hace no potable. Supongo que por contaminación del depósito.
Seguimos por el borde de la laguna y llegamos hasta la carretera. Caminamos un poco por ella hasta llegar a nuestro coche.
Volvemos hacia atrás y en la rotonda tomamos la carretera de San Martín de Castañeda. Pasamos este pueblo y seguimos la carretera hasta llegar al aparcamiento de la laguna de los Peces. Estamos ya en zona de alta montaña donde solo crece el monte bajo sobre un altiplano que forma el parque natural del lago de Sanabria. Es una zona de materiales volcánicos con rocas graníticas fuertemente redondeadas por la antigua acción glaciar. La zona que pateamos parece más un gneis. Estas lagunas de hecho son glaciares.
De este punto salen varios senderos, entre ellos el largo que llega a Peña Trevinca. Nosotros decidimos tomar el corto de 3 km (ida) que lleva a la laguna de las Yeguas.
Primero baja hasta la laguna de los Peces que está sobre un km del aparcamiento. Nos sorprende que está en su mayor parte congelada su superficie. Pero lo que más nos llama la atención es un sonido extraño como de borboteo pero más psicodélico y a veces como un crujido que debe de ser producido por el hielo. Lo curioso es que lo oímos sobre las 11 h de la mañana pero no a la vuelta sobre las 14 h. No sé si es que se produce solo cuando hace frío fuerte.




Continuamos el sendero hasta llegar a la laguna de las Yeguas en la que también oímos el curioso ruido. Seguimos el camino hasta una zona protegida en un pequeño altozano donde se encuentra un aprisco ganadero con varias chozas de pastores. La más moderna está arreglada ahora como pequeño refugio de montaña.




Seguimos caminando por en medio del monte hasta una zona elevada donde vemos unas manchas blancas que nos llaman la atención. Pensamos que se pueda tratar de algún filón de cuarzo blanco pues se ve bastante por el suelo o bien un nacimiento de agua helado. Al final cuando llegamos al final vemos que es lo segundo pero llama la atención sus coladas blanquísimas.



Ya con esto desandamos el camino hasta el coche y nos volvemos a casa.

sábado, 7 de diciembre de 2013

13-12-07 Cencellada en Cabornera (León).

Esto es lo que se forma cuando el ambiente es muy frío y hay humedad o niebla. En este caso estamos en la cara norte de una montaña y al lado de un río.





martes, 3 de diciembre de 2013

13-12-03 Haciendo morcillas.

Tras la matanza de los vecinos, mejor dicho, de los cerdos de los vecinos, quiero decir de los cerdos que criaban los vecinos, Luisa cogió sangre para hacer morcillas.
Para ello hace falta como he dicho la sangre y además cebolla, pan, grasa pimentón y sal. Las cantidades aproximadas son de 60% de cebolla, 15% de grasa, 15% de sangre, 9 y pico % de pan y el resto de pimentón y sal.
Hay un par de trabajos muy costosos. El primero trocear la cebolla. El segundo embutir la mezcla.
Si no me equivoco primero hay que picar toda la cebolla y dejarla que escurra por lo menos una noche.
Al día siguiente hay que hacer la mezcla y empezar a embutirla en tripas de cerdo que en nuestro caso hemos comprado.
Por último hay que cocer la corras de morcilla para asegurar la conservación y por último ponerla a secar colgadas.

Luisa con la ayuda de su hijo y su nuera ha hecho todos estos trabajos y ha sacado sus buenas morcillas. Lo que no le salió tan bien a su hijo fueron las fotos.



domingo, 1 de diciembre de 2013

13-12-01 Matanza, 2º día.

Depende de cada zona, tras matar al animal y destriparlo, se esperan unos días. El animal tiene que pasar el rigor mortis y el ambiente frío va bien para mantenerlo sin que se estropee.
Hoy día la gente se ve muy forzada por sus trabajos, que normalmente son por cuenta ajena, y aprovecha el 2º día del fin de semana para este trabajo.
Ya ayer por la tarde les cortaron la cabeza a los gorrinos y las dejaron aparte, preparadas para descuartizarlas.
Hoy, una de las personas se dedica a sacar las orejas y la careta a la cabeza así como los cerebros. También se saca la lengua y otras partes aprovechables. Con el hueso la verdad es que no me fijé que se hizo.

Así que se empieza temprano y lo primero que se hace es despedazar las canales. Para ello se hacen dos cortes por la parte dorsal a ambos lados de la espina dorsal. Luego se baja al animal al suelo y se hace lo mismo por dentro de la canal con ayuda de un hacha. Previamente se le sacan los solomillos a los animales para aprovecharlos para comer en fresco.
Con ello se deja el espinazo por un lado y los costillares con patas incluidas por otro. El espinazo se usa para salar. De los costillares se separan las patas de lo cual salen los jamones y las paletillas. Lo que son las costillas en si con algo de carne se dedica a hacer androias. El resto de la carne se dedica a chorizo. Las partes más grandes de grasa pura se tiran. Hoy día la grasa no es apreciada, antiguamente todo se aprovechaba.

Las mujeres se dedican a arreglar los trozos de carne que van saliendo. Básicamente se les quita la piel y trozos sangrientos con venas. Toda la carne preparada se pasa a la trituradora donde se trocea toda. La carne triturada se deja en artesas de madera. Algunas partes de panceta se dejan para salar.

Como comentaba la costilla la apartan y la trocean para meter en las androias. Las androias son embutidos de trozos de carne con hueso fuertemente aderezado con mucho pimentón dulce o picante al gusto. Para este embutido se usan los estómagos y partes del intestino grueso. En algunos sitios también usan las vejigas.

De carne para chorizos salen dos artesas que pesarán cerca de 100 kg cada una. Esta carne también hay que aderezarla con pimentón y orégano. Es un duro trabajo mezclar toda la carne con la mezcla de pimentón y orégano.

Un par de jamones los descuartizan y los usan para hacer chorizos criollos. Para los criollos usan un aderezo ya preparado.

Toda esta faena, más pesada de lo que parece, dura toda la mañana. Lo más duro es que hay que trabajar en un ambiente frío lo cual poco a poco va calando en el cuerpo. En este segundo día ya participan menos personas, en general la familia más íntima aunque siempre se agrega alguien.
Hoy también hay comida. Se come filetes de carne de la matanza de ayer a la plancha.

Todavía queda mucho más trabajo pero este ya lo va haciendo la familia en días posteriores. La carne triturada se deja un día para que macere y el segundo día se embute. La carne para salar se deja más o menos tiempo según el tipo y posteriormente se cuelga. El embutido una vez preparado también hay que colgarlo.

En todas las zonas del norte (Asturias, León, Galicia) la carne se suele ahumar. Supongo que esto se hace para asegurar el curado en estos ambientes fríos pero muy húmedos. Para ello se dispone de lo que llaman cocina. Esta es una habitación donde se tiene todo un tenderete de cuerdas o maderas donde se cuelgan los embutidos y carnes a curar. En el suelo se hace un fuego que va quemando lentamente produciendo mucho humo. La habitación no dispone de chimenea por lo que el humo sale por las rendijas de las láminas de pizarra, tejas o ramas del tejado. El proceso de ahumado asegura la conservación y le da un sabor característico que tiene que gustar pues es bastante más fuerte que el de un embutido normal. El humo también favorece que no entren moscas que estropearían rápidamente la carne al poner sus huevos sobre ella. De estos huevos saldrían gusanos.
No se ahuma todo el tiempo. Solo lo hacen cuando la temperatura es demasiado fría o cuando llueve.
Con esto la población aseguraba antiguamente su recurso de carne y grasa durante todo el año y sin necesidad de neveras. El cerdo es un animal omnívoro que se come todo. Todos los desperdicios orgánicos de una casa se los come el cerdo. Que si las mondas de las patatas, las patatas estropeadas, hojas de desecho de las berzas, cualquier resto de guisos o comida sobrante. Su crianza por tanto salía barata y era un buen recurso para no pasar hambre.
Hoy día la gente se ha hecho urbanita y ha perdido todos estos recursos, incluso les asquea. Ahora cuando se quedan sin trabajo deambulan lamentablemente por los contenedores de basura o mendigan pero eso si con su móvil de última generación en el bolsillo.

También es cierto que antes una familia criaba un cerdo y luego llegaba cualquier ejército o cacique de turno y se lo quitaba. Hoy también te lo quitan subiendo el recibo de la luz desmesuradamente cuando no ganan lo que esperaban o te ponen un impuesto nuevo. Estoy convencido que si las familias generalizadamente tuvieran posibilidad de criar un cerdo para poder vivir, pondrían un impuesto sobre el cerdo o pondrían unas medidas a cumplir tan exageradas con la excusa de la sanidad que solo podrían cumplirla las grandes empresas. Eso siempre ha tenido un nombre y se llama caciquismo.

sábado, 30 de noviembre de 2013

13-11-30 Matanza.

Estamos en noviembre, hace frío y estamos en menguante. Es el momento ideal para la matanza del cerdo.
Aquí en el pueblo donde nos encontramos por motivos de trabajo, es el día.
Comenzamos sobre las nueve de la mañana. Lo primero que se hace es desayunar. Ya los propietarios tienen preparado un gran surtido de comida para los invitados a la fiesta. Según vamos llegando nos vamos sentando en la cálida cocina, alrededor de la mesa. Jamón al horno, oreja, rabo, careta, chorizo y todo un surtido de carne de cerdo del año anterior. También tienen preparada una reconfortante sopa de ajo. Aquí te ponen la sopa en un tazón y tú te pones el pan seco que quieras. El vino del terreno no falta. Hay también alternativa de café y bizcocho dulce. Se me olvidaba la imprescindible empanada gallega.
Una vez ha llegado todo el mundo y desayunado se pasa a lo que se viene.
Casi lo más complicado de la matanza es sacar a los cerdos de la gorrinera. Son cinco los que se matan aquí. Dejo a los más expertos que se metan en la pequeña habitación a sacar a los cerdos. Aquí no usan gancho pues dicen que es muy peligroso si se escapa de la mandíbula del animal. Usan un lazo de cable metálico que pasan por la mandíbula superior del gorrino.
Estos bichos parecen que barruntan lo que se les viene y no ponen facilidades. Los agudos chillidos llenan el ambiente. Según consiguen enlazar a uno de los cerdos unos lo cogen de las orejas y otros con un saco por debajo de las patas traseras. Por mucho que se opongan los animales van empujándolos hacia la mesa.

Según las zonas las costumbres van cambiando. En nuestro caso no gastan una mesa alta sino unas tablas sobre unos palets en el suelo. Por debajo del palet pasan unas cuerdas que servirán para tumbar al animal sobre las tablas. Cuando llega el cerdo pasan las cuerdas por debajo de él y las cierran en un corredizo con el otro cabo. Entonces le dan un golpe en  la cabeza con una maza  y lo dejan aturdido. A continuación lo tumban en las tablas con las cuerdas y rápidamente le pinchan con un cuchillo en la parte baja del cuello. El animal se desangra en pocos segundos.

Una vez matado un animal se sigue con el siguiente hasta cinco. Mientras tanto algunos de los presentes se dedican a quemar la piel de los cerdos muertos y a rasparla y lavarla hasta dejarlos limpios. En este lugar usan una azada para rasparlos y ya no usan teas ardiendo sino soplete de gas.

Una vez matados se llevan a una mesa. Allí se procede a abrirlos en canal. Primero se hace una incisión circular alrededor del pene del animal para separar el conducto urinario de la piel. También se hace una incisión alrededor del culo para separa lo que es la tripa de la piel. Después se procede a abrir al animal. Para ellos hay distintos procedimientos. En esta zona se hace un círculo que abarca toda la barriga y se deja un hueco redondo. Otros se abren con un corte recto a través de todo el abdomen. Hay que ir con mucho cuidado para no cortar las tripas lo que contaminaría toda la carne.
Tras ello se les cuelga. Para ello se hace una incisión en la parte posterior de las patas traseras para sacar el tendón de Aquiles. De estos tendones se cuelga el animal con ayuda de un polipasto. Una vez colgado se hace un corte circular en la parte ventral del cuello donde se corta tráquea y esófago. Luego por la apertura ventral antes producida se sacan todas las tripas, vísceras y pulmones. Se tiene cuidado en sacar el esófago y rápidamente atarlo para que no salga ningún fluido intestinal que contamine la carne.
Estos, nuestros buenos amigos, no aprovechan pulmones ni corazón que tiran para los perros. Si aprovechan el hígado, páncreas y riñones.
Una vez sacadas las vísceras se les lleva a las mujeres que en una mesa van separando y ordenando. Las tripas una vez ordenadas se llevan al arroyo para lavarlas.

El cerdo una vez eviscerado se deja colgado al fresco de la noche.

Así se hace con un cerdo detrás de otro en una cansina labor.
Una vez terminado vuelve la fiesta. Se hace tiempo para la comida tomando vinos y comienzo el páncreas que se ha hecho a la brasa. Se agradece el tibio sol tras una mañana en el frío almacén donde se evisceran los animales.
Tras esto viene la comida donde tomamos distintos manjares. Primero tomamos un poco de hígado de esta matanza. Luego vinieron las mollejas también de esta matanza y tras ello costillas del año anterior con setas y castañas. Por último nos tomamos un buen caldo gallego. No recuerdo que hubo de postre pero sí que no faltó el buen orujo de la tierra con el café.


Tras una buena sobremesa cada uno se fue para su casa.