Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

sábado, 30 de noviembre de 2013

13-11-30 Matanza.

Estamos en noviembre, hace frío y estamos en menguante. Es el momento ideal para la matanza del cerdo.
Aquí en el pueblo donde nos encontramos por motivos de trabajo, es el día.
Comenzamos sobre las nueve de la mañana. Lo primero que se hace es desayunar. Ya los propietarios tienen preparado un gran surtido de comida para los invitados a la fiesta. Según vamos llegando nos vamos sentando en la cálida cocina, alrededor de la mesa. Jamón al horno, oreja, rabo, careta, chorizo y todo un surtido de carne de cerdo del año anterior. También tienen preparada una reconfortante sopa de ajo. Aquí te ponen la sopa en un tazón y tú te pones el pan seco que quieras. El vino del terreno no falta. Hay también alternativa de café y bizcocho dulce. Se me olvidaba la imprescindible empanada gallega.
Una vez ha llegado todo el mundo y desayunado se pasa a lo que se viene.
Casi lo más complicado de la matanza es sacar a los cerdos de la gorrinera. Son cinco los que se matan aquí. Dejo a los más expertos que se metan en la pequeña habitación a sacar a los cerdos. Aquí no usan gancho pues dicen que es muy peligroso si se escapa de la mandíbula del animal. Usan un lazo de cable metálico que pasan por la mandíbula superior del gorrino.
Estos bichos parecen que barruntan lo que se les viene y no ponen facilidades. Los agudos chillidos llenan el ambiente. Según consiguen enlazar a uno de los cerdos unos lo cogen de las orejas y otros con un saco por debajo de las patas traseras. Por mucho que se opongan los animales van empujándolos hacia la mesa.

Según las zonas las costumbres van cambiando. En nuestro caso no gastan una mesa alta sino unas tablas sobre unos palets en el suelo. Por debajo del palet pasan unas cuerdas que servirán para tumbar al animal sobre las tablas. Cuando llega el cerdo pasan las cuerdas por debajo de él y las cierran en un corredizo con el otro cabo. Entonces le dan un golpe en  la cabeza con una maza  y lo dejan aturdido. A continuación lo tumban en las tablas con las cuerdas y rápidamente le pinchan con un cuchillo en la parte baja del cuello. El animal se desangra en pocos segundos.

Una vez matado un animal se sigue con el siguiente hasta cinco. Mientras tanto algunos de los presentes se dedican a quemar la piel de los cerdos muertos y a rasparla y lavarla hasta dejarlos limpios. En este lugar usan una azada para rasparlos y ya no usan teas ardiendo sino soplete de gas.

Una vez matados se llevan a una mesa. Allí se procede a abrirlos en canal. Primero se hace una incisión circular alrededor del pene del animal para separar el conducto urinario de la piel. También se hace una incisión alrededor del culo para separa lo que es la tripa de la piel. Después se procede a abrir al animal. Para ellos hay distintos procedimientos. En esta zona se hace un círculo que abarca toda la barriga y se deja un hueco redondo. Otros se abren con un corte recto a través de todo el abdomen. Hay que ir con mucho cuidado para no cortar las tripas lo que contaminaría toda la carne.
Tras ello se les cuelga. Para ello se hace una incisión en la parte posterior de las patas traseras para sacar el tendón de Aquiles. De estos tendones se cuelga el animal con ayuda de un polipasto. Una vez colgado se hace un corte circular en la parte ventral del cuello donde se corta tráquea y esófago. Luego por la apertura ventral antes producida se sacan todas las tripas, vísceras y pulmones. Se tiene cuidado en sacar el esófago y rápidamente atarlo para que no salga ningún fluido intestinal que contamine la carne.
Estos, nuestros buenos amigos, no aprovechan pulmones ni corazón que tiran para los perros. Si aprovechan el hígado, páncreas y riñones.
Una vez sacadas las vísceras se les lleva a las mujeres que en una mesa van separando y ordenando. Las tripas una vez ordenadas se llevan al arroyo para lavarlas.

El cerdo una vez eviscerado se deja colgado al fresco de la noche.

Así se hace con un cerdo detrás de otro en una cansina labor.
Una vez terminado vuelve la fiesta. Se hace tiempo para la comida tomando vinos y comienzo el páncreas que se ha hecho a la brasa. Se agradece el tibio sol tras una mañana en el frío almacén donde se evisceran los animales.
Tras esto viene la comida donde tomamos distintos manjares. Primero tomamos un poco de hígado de esta matanza. Luego vinieron las mollejas también de esta matanza y tras ello costillas del año anterior con setas y castañas. Por último nos tomamos un buen caldo gallego. No recuerdo que hubo de postre pero sí que no faltó el buen orujo de la tierra con el café.


Tras una buena sobremesa cada uno se fue para su casa.

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