Vivir por motivos de trabajo en un pueblo de 10 habitantes
tiene algunas ventajas. Una de ellas es que nos permite tener nuestra pequeña
huerta e incluso nuestras gallinas.
Ya las tenemos desde la primavera de este año.
Inicialmente compramos dos gallinas ponedoras. Poco después compramos 3 pollos
de la raza Mos que es una raza gallega. De ellos nos salió una gallina y un
gallo claros. El tercero le llamamos “Puede ser” porque no tenemos muy claro lo
que és. Parece que con el tiempo va yendo a gallo. Además no ha salido puro de
Mos.
Hace poco nos dieron una pareja de gallinas de huevos
azules que son esas que ponen huevos sin colesterol.
El más bonito de los gallos, lo hemos tenido que
sacrificar pues empezó a cojear y pensamos que haya podido coger la enfermedad
de Marek. Esto fue un duro golpe sobre todo para Luisa que lo tuvo que matar.
De momento las dos ponedoras nos van surtiendo de huevos
cumplidamente.
Los tenemos en una jaula pero todos los días los abrimos
para que pasten por el prado. Disfrutan como gochos y no parece que sufran por
los duros ambientes meteorológicos que aquí se suceden.
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