Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

viernes, 30 de marzo de 2012

12-03-30 Fuerabamba.



Hoy ya he conseguido el permiso para conducir coches en la mina o, como dicen aquí, permiso de manejo de carros. También hemos tomado contacto con el jefe de topografía de Bechtel y nos hemos movido por la zona de obra. Hemos pasado por un pueblo que queda en medio de todas las instalaciones y que por tanto se va a desplazar a un pueblo nuevo fuera de la zona. Se llama Fuerabamba y como digo como si su nombre fuera una premonición se va a hacer un pueblo fuera de la zona.
Este pueblo es bastante más pobre que Chalhuahuacho si cabe. Practicamente no hay casas de hormigón y la mayoría son de bloques de adobe, con tejados de paja o ramas. Ahora muchos tejados han sido sustituidos por techos de chapa metálica. Son de una sola planta y disponen tan solo de una o dos habitaciones, en ocasiones una de ellas es la cuadra.
Nos hemos movido por pistas forestales que difícilmente son recorridas por un coche. Me he movido por primera vez por el monte y he subido un pequeño cerro hasta una base de topografía. He subido un poco alegra y cuando he llegado arriba he sabido lo que es faltar el oxigeno. En estos momentos se sabe lo que es una insuficiencia respiratoria en personas con problemas pulmonares. A continuación ya me he movido con más tranquilidad y lentitud.
Anoche llovió mucho. Aunque ya hemos salido de la época lluviosa todavía estamos teniendo algunas lluvias todos los días, sobre todo al atardecer y con tormentas.
Aquí las estaciones son un poco raras. Se consideran dos épocas, la lluviosa y la seca. La lluviosa es en octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo más o menos. Aunque llueve mucho es la época cálida, cuando más calor hace. El resto de los meses, abril, mayo, junio, julio, agosto y septiembre son meses secos y fríos. O sea, para empezar aquí es invierno cuando en España es verano porque estamos en el hemisferio sur. Por otro lado estamos bastante cerca del trópico por lo que tenemos un clima tropical caracterizado por fuertes lluvias y sequías.
La gente en Perú suele levantarse muy temprano y acostarse temprano. Se come a las 12 de la mañana y a las 6 o 7 se cena. Influencia americana. Las comidas las hacemos en el campamento de Bechtel. Se desayuna de 5h30’ a 7h, se come de 12 a 13 h y se cena entre las 6 y las 7. Hoy me he levantado a las 5 h de la mañana y a las 6 h salíamos para ir a desayunar.
Son ahora las 17 h y ya estoy esperando para ir a cenar y luego creo que me voy a la cama con rapidez. 

jueves, 29 de marzo de 2012

12-03-29 Chalhuahuacho



Creo que nunca había visto un nombre de población con tanta h.
Es un pequeño pueblo de montaña a 4000 metros de altura que se ha visto invadido por cientos de trabajadores de la mina. Está pasando lo mismo que pasó en España a principios del siglo XX cuando algunas pequeñas poblaciones crecieron descontroladamente ante la apertura de una mina.
Mucho, crecimiento, mucho vehículo pero la población sigue siendo un desastre de calles de tierra llenas de barro y casas construidas de cualquier manera y rodeadas de miseria.

Hoy el día lo he pasado haciendo trámites en el campamento de la empresa Bechtel que lleva la gestión de la construcción de la mina que es de la compañía Xstrata.

Por la mañana hemos intentado contactar con los gestores de esta empresa para que iniciar nuestros trabajos. Hemos conseguido hacer el fotocheck que es una tarjeta que sirve para poder entrar en su campamento y lo que es más importante, comer en su comedor.
Por la tarde he hecho un examen práctico de conducir para que nos dejen hacerlo por el interior de la mina. Y no ha sido una prueba fácil sino que ha sido conducir un todo terreno por una pista de montaña, haciéndonos parar en cuesta y volver a arrancar, subir marcha atrás por una zona en cuesta y con curvas y situaciones similares.
Un entierro con banda de música.

Nunca en mi vida me había examinado de tantas cosas y tanto examen médico.
No estoy sufriendo ningún efecto del soroche (mal de altura) Lo único que ya me he quemado dos veces la calva con el sol. Ya no me quito la gorra o el casco.
Este es el hotel donde nos alojamos por llamarle algo.


miércoles, 28 de marzo de 2012

12-03-28 Chalhuahuaco.


Hoy por fin la empresa que nos ha dado la obra que se llama Bechtel nos ha dado permiso para subir de Cuzco a la mina de Las Bambas que es donde vamos a hacer los trabajos.
Por sus sistemas de seguridad  y salud, esta empresa, exige una gran cantidad de trámites tanto para las personas como para los vehículos. Una vez conseguidos todos los requisitos por fin nos hemos aventurado por la carretera que va a la mina.
Desde Cuzco a la mina solo hay 70 kilómetros en línea recta pero la carretera que nos conduce a ella tiene 206 km y cuesta 8 h llegar al lugar.
Se hacen unos 10 km por carretera asfaltada y el resto es de tierra. En la carretera puedes encontrar piedras, derrumbes, arroyos y toda clase de obstáculos que hacen el camino durísimo. Estamos hablando de lo que en España sería una pista forestal con prácticamente nulo mantenimiento. Y no estamos hablando de una carretera que vaya a un sitio perdido sino que une dos departamentos (lo que en España sería regiones) y que da servicio a multitud de municipios más o menos grandes.
Casas apenas salido de Cuzco.


Todos hemos visto en multitud de documentales lo que es el tercer mundo pero uno no se da cuenta de verdad hasta que lo pisa. Cuando llegué a Perú, Lima me podía parecer una ciudad un poco atrasada a pesar de que me movía por el barrio de San Isidro que es de los más ricos. Cuando subí a Cuzco pude notar la diferencia y encontrar una ciudad mucho menos desarrollada a pesar del gran turismo del lugar, pero entrar en la carretera que hemos recorrido nos conduce al tercer mundo más absoluto y cruel.
Pueblos con casas miserables hechas de bloques de adobe, apenas pintadas y en un estado de deterioro y suciedad difícilmente imaginable, gallinas y cerdos por sus calles de barro, lugares para comer en los que no me he decidido a comer y eso que no soy nada asqueroso, camiones con las cajas llenas de gente para moverse de una población a otra, gas-oil de color oscuro difícilmente describible servido a cubos con un embudo.





El paisaje increíble, hemos subido montañas altísimas y bajado a profundos valles casi inimaginables.



Todo lo que se ve de carretera lo tuvimos que bajar y subir y esto se produjo en varias ocasiones en distintos ríos.

La lluvia es abundante en esta zona y aparece en distintas ocasiones.

Una parada para comer en uno de los pueblos.


El equipo de topografía que viaja conmigo para empezar a tomar la obra.

Así te venden el gas-oil en estos pueblos.
Y esto se supone que es gas-oil.

Estas son las acometidas de la luz pero no solo aquí sino en la misma Lima.

Los convoyes que llevan equipo y maquinaria a la mina y que ahora abundan en esta carretera.
La llegada del autobús al pueblo. Aquí casi nadie tiene carnet ni coche y usan los transportes públicos para ir de un pueblo a otro.
Incluso en imágenes como ésta aparece el arcoíris.

La gente no solo viaja en autobús.





Al final hemos llegado a Chalhuahuacho que es la población más cercana a la mina. Nosotros somos la punta de lanza. Somos los primeros de la empresa que hemos llegado aquí para tomar la topografía del lugar y poder montar en primer lugar nuestro campamento y luego hacer la obra. Así que nos hemos alojado en la población. Somos los primeros de nuestra empresa pero no de la obra que es enorme y que se ha ido adjudicando por lotes a distintas empresas. Ya algunas empresas como es el caso de Bechtel tienen sus campamentos montados. Por tanto gente de obra hay por aquí a cientos.
Este pueblo debía ser muy pequeño y ha crecido descontroladamente por efecto de la llegada de la gente de obra que se ha ido colocando en casas del pueblo hasta la construcción del campamento. Asi que nosotros hemos encontrado una especie de hoteles (por llamarle algo) que ahora están libres y que vamos a usar. Y nos hemos metido en uno de ellos que ya teníamos apalabrado. Es una casa que de tres pisos que parece que se ha hecho a trozos formando en su interior un laberinto caótico de habitaciones que se alquilan. A tres de los topógrafos los han metido en una habitación en la planta baja (aquí primer piso) que sale directamente a la calle.
A mi por aquello de ser ingeniero me han dado una habitación individual con baño propio de la que han quitado una maleta y ropa de otra persona que según dice la propietaria se ha ido y no ha quitado la ropa. Me dice la mujer que la cama está limpia y el edredón tiene unas manchas y lamparones junto con barro difícilmente asumibles. Le digo que lo cambie que está sucio no me pone problemas pero a continuación me dice que las sabanas están limpias. A poco que miro veo que tienen pelos por todos lados y manchas por lo que le digo que la cambie y lo hace sin mayores problemas. Entro al wáter y me encuentro la tapa con salpicones no voy a decir de que. Se lo digo y la limpia.
La habitación como el resto del hotel es una poesía.
Mañana hablaré del pueblo porque son las 23h38’ y mañana tengo que levantarme a las 5 h para ver si a las 6 vamos al campamento de Bechtel y hacemos los papeleos necesarios para que nos den de comer en sus instalaciones.

domingo, 25 de marzo de 2012

12-03-25 Cuzco


Aquí en Perú se escribe Cusco.
A pesar de ser domingo hoy nos ha tocado el segundo día de curso de inducción.
El curso de inducción es obligatorio para todo el mundo que vaya a trabajar en la mina de Las Bambas, sea de la empresa que sea y tenga el cargo que tenga. Son unas charlas en las que explican fundamentalmente las políticas de funcionamiento de la obra especialmente en lo referente a la seguridad y salud y al medio ambiente. Aquí en este país las empresas mineras son especialmente exigentes en cuanto a los criterios a cumplir para poder trabajar en la obra, alguno de ellos que rozarían la ilegalidad en España. Por ejemplo, en esta mina el acceso es especialmente difícil. El trayecto más usado es desde Cuzco y hay una distancia de 70 km en recta pero 200 km en carretera de tierra. Pues bien, nadie que trabaje en la obra puede hacer ese recorrido si no ha hecho unas pruebas de conducción. Y lo curioso es que es un trazado público de acceso no solo a las minas sino a mucho pueblos por lo que uno podría decir que hace ese recorrido cuando le de la gana simplemente con el permiso de conducir. Pues bien, si trabajas en la obra y no tienes esas pruebas hechas te tiran de la obra.
Hemos acabado pronto el curso con examen y todo y he vuelto al hotel haciendo algunas fotos y viendo el Cuzco no turístico. Además como iba con los topógrafos peruanos de la obra pues he parado a comer con ellos dado que no hay ningún otro español de la empresa aquí.
La costumbre de los peruanos es levantarse temprano y desayunar, luego comer a las 12 h o antes y cenar sobre las 18 o 19h.  Así que hoy he comido a las 12 h lo cual no gusta al estómago.
Como no disponen de grandes medios comen en lugares corrientes del nivel de los peruanos trabajadores. Hoy como es domingo se han ido a comer el plato típico que es el caldo de cabeza. Esto se come en unos lugares llamados calderías que solo hacen caldos. Disponen de varios tipos, el de cabeza ya citado, el de gallina y algunos otros menos comunes. Son lugares pobres pero bastante limpios donde las mujeres en la puerta tienen sus grandes ollas donde hacen sus caldos. Dentro hay unas mesas con mantel de hule donde se come.
El caldo no es más que un hervido de cabezas de carnero al que se le añade ají (una especie de pimiento picante, ajo y hierbabuena. Posteriormente cuando ya se ha hervido bien la cabeza se le añaden patatas enteras y yuca.
Nada más se entra a la habitación el olor produce arcadas frente al placer que les da a los peruano. El olor a sebo de carnero se agarra a la garganta. Yo, que soy de los que me gusta probarlo todo, he tenido que claudicar y tomarme el caldo de gallina y eso sin pensar mucho en el olor que me llagaba de los platos de los compañeros que gozaban con sus cabezas.
Te ponen un bol tipo ensaladera que ya de partida piensas que te va a ser difícil terminar. Yo de hecho no he terminado mi caldo. El bol estaba lleno de caldo más un buen pedazo de gallina, una buena patata entera un trozo de yuca y otras dos pequeñas patatas llamadas chunos que son patatas secas por congelación y calentamiento alternativo en el ambiente del día y la noche de los Andes.
Por la tarde me di un paseo por las calles más típicas de la ciudad.
Esto son las barriadas de los alrededores de Cuzco.

Esto es una de las estaciones de autobuses de Cuzco.

Es domingo y hay futbol. Esto es una taquilla del estadio.

Alrededor del estadio se montan muchos puestecillos vendiendo comida.

La mayoría de los taxis de Cuzco son así.

Convento de Santo Domingo que se construyó sobre un templo inca.

La plaza de Armas de Cuzco que es el centro de la ciudad. Aquí los peruanos no tienen complejos de exhibir su bandera. La bandera aparece, por ejemplo, en todos los altares de todos los templos. También en las emisoras de radio del país, a las doce del mediodía se toca el himno nacional.

La catedral de Cuzco en la plaza de Armas.

Calles de Cuzco







lunes, 12 de marzo de 2012

12-03-11 Sobre la emigración.


La verdad es que te sientes bastante solo en un lugar extraño cuando vas a otro país. Si es solo por unos días por turismo sabes que dentro de poco vuelves a lo tuyo. Pero si vienes para quedarte tiempo la diferencia de costumbres te impone y eso que en mi caso es a un país que habla español.
Este primer día he empezado a gestionar el permiso de trabajo. Para ello lo primero que hay que hacer es solicitar un cambio de calidad migratoria. Son una serie de papeles previo pago en los que indicas que vas a conseguir un contrato de trabajo y que quieres cambiar de turista a trabajador. Yo he tenido suerte y me ha acompañado un compañero de la empresa que como es peruano se mueve con soltura por las oficinas oficiales. Vamos a las oficinas de inmigración donde encontramos multitud de extranjeros arreglando sus papeles. Los europeos estamos acostumbrados a viajar por multitud de países sin ninguna exigencia de visado y sin apenas limitaciones pero cuando vas a buscarte la vida las cosas son más complicadas.
Tras esto ya puedes firmar tu contrato de trabajo y pasarlo por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Indigenas (curioso nombre). Otro gran edificio que se construyó en tiempos mejores y que ahora está muy envejecido.
Tras pasarlo por Trabajo hay que llevar los papeles de nuevo a Inmigración y ya se hace la solicitud de permiso de trabajo. Tardan unos 40 días en resolver y si tienes suerte pues ya te puedes quedar trabajando. Solo necesitarás ir una vez al año a renovar el permiso.
Se van una buena cantidad de soles en todos los pagos que tienes que hacer para realizar estos trámites y perder un par de días.
Otro trámite que hay que realizar es ir a las oficinas de la Interpol a que te fichen. Vas y tras presentar una serie de papeles te hacen foto de frente y de lado te toman las huellas de todos los dedos de las dos manos y luego en una vieja silla de dentista te miran toda la dentadura para registrarla y ello apenas separado por un diván del resto de la gente. Menos mal que solo te preguntan si tienes alguna cicatriz o tatuaje y no te hacen desnudarte para comprobarlo.

domingo, 11 de marzo de 2012

120311 La aventura americana. La llegada a Perú:


De la ida a Perú comentar, inicialmente, la paliza de viaje. Me levanté a las 5 de la mañana en León para coger el tren a las 7h e ir a Madrid. Ya en Chamartín tomé el metro para ir al aeropuerto. Hay que pagar un suplemento de un euro para ir a este lugar. Te venden billetes en cualquier estación que te incluye el viaje normal de metro y el suplemento. Hay que tener en cuenta que no hay una separación entre esta línea y el resto que te impida tomarla, pero si te piden el billete a la salida y no puedes salir si no lo tienes. El metro tiene dos estaciones, una en la T4 y otra en la T2. Para ir a la T1, que es donde tomo el avión, lo más rápido es llegar a la T2 y luego andando por dentro del aeropuerto llegar a la T1 siguiendo las indicaciones.

Mirando los inmensos llanos de Castilla camino de la emigración.

Llegué a buena hora, sobre las 12h 20’. Me fui a facturación y me encontré con la sorpresa de que todos los vuelos de Air Europa pasan por la misma cola de facturación por lo que la cola es interminable. Estuve como hora y media para facturar el equipaje. Tras esto pasé por el control de seguridad y luego el de aduana. Llegué a las 14h15’ a la puerta de embarque. El avión salía a las 14 h 45’ aunque se retrasó más de media hora.
El viaje dura sobre 12h. Esto significa que se llega sobre las 3h de la madrugada hora de España. Sin embargo en Perú es las nueve de la noche. Es como si hubieras viajado solo 6 horas cuando te has dado una paliza de 12.
Tuve suerte y el avión no iba lleno por lo que me pude cambiar de asiento e ir con uno al lado vacio. El viaje fue tranquilo aunque hubo bastantes zonas de turbulencias suaves.
La llegada al aeropuerto Jorge Chavez de Lima se hizo rápido. Es de destacar las prisas de la gente que ya se estaba quitándose los cinturones y levantándose cuando el avión todavía no se había parado y las azafatas haciéndolos sentarse.

El avión que nos lleva a Lima.

En algún lugar del Atlantico.

La estancia en el aeropuerto fue larga. Primero hay una larga cola para pasar por inmigración. Allí te visan el pasaporte y te dan un tiempo de estancia. Normalmente puedes estar hasta 3 meses como turista. A mí me preguntó cuanto tiempo iba a estar y le dije que sobre un par de semanas. No quise exagerar demasiado para que no pensaran que venía con otros fines que no fuera los turísticos. Entonces me dijo que me iba a dar un mes. Le pregunté si no podía darme más tiempo que igual estaba más. Me contestó: Usted me ha dicho dos semanas y yo le doy un mes y ahí se acabó la cosa.
Después, comentado el tema con los demás españoles de la empresa, no fue lo peor lo mío. A otro le dieron solo 3 días.
Tras inmigración hay que recoger el equipaje. Como siempre mi maleta salió de las últimas con la consiguiente preocupación que la hubieran perdido y que se cansara y se fuera el que se supone me esperaba fuera.
Una vez con la maleta hay que pasar aduanas. Hay unas colas, esta vez casi vacías y en la cabeza hay un poste con un botón y dos flechas luminosas. Un funcionario te hace apretar el botón y según la flecha que te salga tienes que pasar el control de equipajes o pasas sin revisión. Aquí tuve suerte y me tocó pasar sin revisar.
En la salida había como 100 personas con carteles buscando a viajeros. Yo tenía a uno. Muchos son taxistas a los que se les paga para que vengan a recogerte. El mío es uno de ellos.
Me llevó al hotel que tenía reservado en el barrio de San Isidro, una zona residencial y de oficinas de Lima. Ya había oído lo que es conducir en esta ciudad pero pude comprobar por primera vez en directo lo que es una carrera de Fernando Alonso por el centro de la ciudad. Aquí la gente lleve una mano en el pito con la que lo toca y maneja el volante. La otra mano la suelen llevar en la ventanilla o en el cambio de marchas. Aquí vale todo pero la verdad es que la gente no se sulfura. De vez en cuando te gastan una y otras veces las gastas tú. No se dan pitadas, solo pequeños pitidos cortos en los que puedes indicar a otro coche que se mueva, quejarte de que se te ha metido por el medio o simplemente indicar tu presencia cuando vas a pasar raspando otro coche por donde uno no pasaría nunca. También se indican a los peatones que o te apartas o te atropellan.