Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

lunes, 24 de abril de 2006

06-04-24 Castellet de Sancho. Enguera (Valencia).

            Lunes de San Vicente así que a la montaña.
            Hoy ha salido el día soleado aunque muy ventoso. Hoy voy directo a por el Castellet de Sancho.
            Como comenté es un macizo rocoso con paredes verticales asomado al barrando de la Hoz en uno se sus meandros. Desde lejos es bastante espectacular y parece auténticamente un castillo.
            Como comenté en la anterior excursión pretendo atacarlo desde arriba del barranco para tener el camino más fácil. Para ello tomo la carretera de Enguera a Ayora y cuando paso el vértice geodésico de Tintorero me meto por la siguiente pista a la izquierda. Poco después se bifurca en dos y sigo el camino de la izquierda hasta que me encuentro con una masía donde aparco ya que el camino a partir de aquí se estropea bastante.
            Sigo por el camino y con mapa en mano e intuición llego hasta el borde de la meseta y con el castellet separado y un poco más bajo. Llegar a los pies del Castellet no es difícil pero subir es un poco peor. Desde luego parece un auténtico castillo, Incluso está separado de la meseta por una especie de pasillo o foso.


            Miro sus caras accesibles y solo veo una subida y un tanto peligrosa pues un fallo y la caída puede ser más larga que el punto del que partimos. Pero le echo arreos y a pesar del viento subo. La roca no es muy dura por lo que hay que tener cuidado donde se coge uno para no quedarse con la piedra en la mano y despeñado.


            Al final llego arriba. El paisaje es increíble y con el viento le da la sensación a uno de estar volando. Se ve perfectamente desde aquí la Ventana. Esta es una peña con dos grandes agujeros o ventanas y también asomada al barranco.
            Miro en el suelo a ver si hay restos que indiquen que fue usado como defensa o refugio. La mayor parte del castellet es plano y en roca viva y en el no se ven restos ni inscripciones, aljibes ni nada.


            Sin embargo hay una zona deprimida, como una especie de grieta que lo cruza donde si que hay tierra y encuentro algunos trozos de cerámica después de bastante buscar. Alguna es indefinida, puede ser de cualquier época pero encuentro un par de trozos que parecen bastante antiguos, quizás bronce. Probablemente esto se usó en ocasiones como refugio y defensa. Si se excavara la tierra a lo mejor se encontraría algo.


            Tras subir hay que bajar aunque fue menos dificultoso de lo que esperaba. Tras esto un buen paseíto hasta el coche.

 La Ventana.

domingo, 23 de abril de 2006

06-04-23 Castillo de Enguera y poblado ibérico de Lucena (Valencia).

           En la anterior excursión me quedé con ganas de patear más la zona del barranco de la Hoz. Así que a pesar del día lluvioso que ha salido, no me reprimo y me voy para allá. Durante el camino no me llovió pero cuando, una vez pasada la población de Enguera, la carretera empezó a ascender, me vi metido en una niebla que se podía cortar con cuchillo. La idea era atacar el Castellet de Sancho desde arriba del barranco entrando por la pista forestal que hay a la izquierda una vez pasado el vértice geodésico de Tintorero y el GR-7. Pero era imposible seguir por allí con esa niebla y opté por bajarme de nuevo a Enguera y ver la zona del castillo del que en algún momento he oído hablar.


            Callejeé por Enguera siguiendo las indicaciones que hay del castillo y al final me vi por una pista forestal que sube hasta los pies de éste. Allí hay una casa de madera donde un simpatica chica me dio toda clase de folletos y me informó de lo que podía ver. Así que me di un paseíto por las ruinas del castillo que en este momento estaba quizás un poco más bucólico con la niebla y el ambiente lluvioso. Luego bajé de nuevo a la caseta y seguí el camino siguiendo las marcas del sendero SLV-6 hasta el poblado íbero que me comentó la chica.


            La población de Enguera está a los pies de un buen macizo montañoso que separa el valle del mismo nombre del de La Costera. A este lado el macizo tiene tres montículos altos, separados de la mole principal y discurriendo paralelos a ella. En el primero está el castillo. En el segundo no hay nada aunque abría que hacerle una visita. En el tercero, más alargado está el poblado. En la actualidad están excavándolo y se ven bien los restos de las casas que aprovechan como suelo la roca viva. En uno de los extremos se distingue un torreón de grandes rocas elegidas pero no trabajadas que no es muy habitual en la cultura íbera. Ya con esto me volví para el coche, seguí hablando con la chica para informarme bien de la zona y me volví para casa.



lunes, 17 de abril de 2006

06-04-17 Barranco de la Hoz por la casa de la Almazara. Enguera (Valencia)..

            Último día de la Semana Santa. Lluvioso pero no me resisto a ir a la montaña. Este posible recorrido lo vi hace unos días cuando pasé hacia Navalón.
            Así que me voy a Enguera y continuo hacia Ayora. Paso el campo de aviación, el GR-7 y poco antes de llegar al desvío de Navalón hay una pista forestal a la izquierda con un cartel que indica el barranco de la Hoz. Paro el coche en la carretera pues la pendiente es muy pronunciada y no me atrevo a bajarlo y si luego llueve más no poder subirlo.
            Así que pies en tierra y bajo hasta el barranco. Cuando se llega hay algunas ruinas de edificios y una bifurcación del camino. Tomo el de la izquierda y sigo barranco abajo. Aunque no hay arbolado el paisaje es bonito entre paredes y abrigos rocosos. Llegado un momento el camino cruza el barranco y empieza a subir por la margen derecha. Pronto sobrepasa un collado que forma una curiosa mesa asomada al barranco. Voy a la mesa y desde allí veo la existencia en el fondo del barranco de un abrigo con una reja que me indica que hay pinturas. Bajo como puedo y efectivamente hay pinturas aunque solo veo un ciervo. Junto al abrigo el barranco tiene un charco de agua. Después he sabido que se llama el Charco de la Pregunta.



            Al fondo el barranco se cierra más formando profundos meandros con una enorme mole rocosa llamada el Castillico de la Hoz o Cerro de Sancho.


            Con esto vuelvo por el barranco aguas arriba donde pronto encuentro un pequeño camino que me devuelve al principal por donde he venido. Tras esto hago la vuelta y subo la dura cuesta hasta llegar al camino principal. Por suerte la lluvia excepto alguna que otra gota no ha hecho presencia hasta faltarme 20 o 30 metros al coche. Habrá que patear más el barranco.
            Cuando salía del barranco donde está la pintura rupestre estuve hablando con otros excursionistas que a pesar del día andaban por allí. Uno de ellos vió que tenía una garrapata caminando por la camisa por el hombro. La tiró. Se ve que son de la zona y comentaron que han visto otras veces. No le di la mayor importancia.

domingo, 16 de abril de 2006

06-04-16 Alcalá de Júcar (Albacete).

            Me voy con mi hermana y mi cuñado. Tenían ganas de ir a Alcalá de Jucar.
            Para ello vamos por la autovía a Almansa. Continuamos hacia Albacete y nos salimos a Alpera tras dejar a un lado la enorme peña del Mugrón. De Alpera sale una carretera cómoda y en muy buen estado que continua hacia Alcalá del Júcar. Pasamos los altos de la Muela de Carcelén con buenos pinares y una vez cruzamos esta zona empezamos a bajar a los llanos de Alatoz y del propio pueblo de Carcelén. El descenso a partir de aquí es continuo a pesar de que visualmente no se aprecia. Pero hay que continuar unos cinco kilómetros para llegar al autentico bajón que hace el terreno casi en vertical para llegar al nivel del río Júcar. Y ahí en lo bajo de las hoces que hace el río está la población de Alcalá.
            Recuerdo de pequeño haber ido con mi padre a este pueblo. Era viejo y pobre, del color del terreno y, como era verano, hacía un calor insoportable. Hoy a cambiado, el pueblo se ve blanco y con los tejados bien arreglados. Ahora el problema es que se ha hecho turístico y en pleno Domingo de Resurrección hay más gente que en el Corte Inglés. El Ayuntamiento no lo ha preparado mal y aparte de distintos organizadores del tráfico ha puesto puntos de aparcamiento en los llanos de la vega del río. En estos llanos hay hoy varios restaurantes donde se esparcen los turistas. También un mercadillo, en esta zona, ocupa bastante a los turistas que no son capaces de enfrentarse con las cuestas del núcleo urbano.



            Para cruzar al pueblo hay que hacerlo por un antiguo puente, supongo que medieval y que los del lugar dicen que es romano. En los alrededores el río ofrece tranquilas arboledas y una playa donde la gente en verano supongo que se enfriará. Un azud que alimenta a distintas acequias a ambos lados embellece más el lugar. Uno de estas acequias alimenta a una minicentral eléctrica que hay aguas abajo así como a algún antiguo molino.


            Las calles de la población son muy estrechas y empinadas. La circulación de coches es imposible en la mayoría. Una gran iglesia ocupa la zona baja. Es larga y con una torre bastante singular. Las casas están empotradas contra el terreno y muchas han ganado espacio creando cuevas que se meten en el terreno. Varias de estas cuevas son visitables aunque hoy es imposible meterse en ningunas de ellas.


            Lo suyo es subir hasta la parte alta del pueblo y visitar el castillo. Aprovecha un meandro natural del río con paredes verticales. Un profundo foso corta el acceso por la única zona posible. Tras pagar un euro entramos y hay una gran explanada donde han colocado unas curiosas esculturas hechas con hierro reciclado. Están muy bien pero no se de quien son. Las vistas son estupendas. Se ve al fondo el río y la bien aprovechada vega a su alrededor. También se ve el pueblo y en la ladera de enfrente la plaza de toros que tiene sus graderíos excavados en la roca y asemeja a una especie de barco.
            La torre del homenaje en gran medida reconstruida es visitable y ofrece mejores vistas si cabe.


            Tras esto volvemos al coche y nos vamos a comer a Alpera pues entendemos que aquí es imposible con tanta gente. Habrá que venir en otras épocas para disfrutar de la tranquilidad de la zona.



            En Alpera hay tres restaurantes para comer, todos ellos alrededor de la gasolinera. Dos de ellos están normalmente llenos de gente para comer las carnes a la parrilla que hacen. El tercero tiene poca clientela, no tiene las parrillas a la vista, necesitaría una renovación y limpieza pero su comida es tan buena o mejor que la de los otros y se come tranquilo y bien servido por su propietario. No me acuerdo del nombre. Las chuletas de cordero son excepcionales. Uno ya no recuerda en la Ribera lo que son chuletas de cordero.
            Con esto ya nos volvemos felices para casa.

jueves, 13 de abril de 2006

06-04-13 Un barranco de Mogente. Barranco de la Hoz, Casa de la Gobernadora. (Valencia).

            Jueves Santo, con ganas de montaña pero sin grandes ideas. Por ello decido coger el coche e ir de descubierta por la zona de Enguera que no he pateado últimamente.
            Así que me tomo la autovía, me meto por la salida de Estubeny, paso cerca de Anna y llego a Enguera. Tengo noticias de que de la población sale alguna ruta al castillo que puede ser interesante pero no me entretengo. Veo en la población algún cartel sobre éste. Llama la atención la mole que separa el valle de Enguera de la Costera. Habrá que patear esta montaña.
            El valle de Enguera es amplio, lleno de un caos de barrancos y lomas de carácter térreo y llena de olivos y chalets. A partir de Enguera la carretera se hace estrecha y mala y pronto empezamos a subir hacia los altiplanos de los alrededores del Caroig. La carretera de pronto mejora y el paseo es agradable. Quedan todavía algunas islas de pinadas de lo que fue un enorme bosque de pinares hace años. La planicie está rota en bastantes sitios por profundos barrancos. En uno de ellos están las pedanías de Navalón de Abajo y de Arriba. Para ir allí hay que desviarse por una carretera que baja al barranco de las Cuevas. Poco antes hay una carretera que baja a este mismo barranco y que parece que hay una zona bonita llamada barranco de las Hoces. También poco antes cruzaba la carretera el GR-7.
            Una vez se baja al barranco de Cuevas donde están los Navalones, encontramos pequeñas huertas y campos de almendros y olivos muy cuidados y arreglados. Parece mentira que estos pueblos no estén ya muertos. Pronto llegamos a Navalón de Abajo que está bien cuidado. Supongo que la mayoría de las casas será ahora de gente de fuera. Navalón de Arriba ha crecido desde la época en que yo subía por aquí al albergue de la iglesia de Algemesí. Ahora hay dos restaurantes para la gente que viene por aquí.
            Sigo hacia el Arenal donde hay un area recreativa y un camping un tanto desordenados y lleno de chatarra pero en funcionamiento y lleno.
            Me vuelvo al pueblo y me voy por la carretera de Mogente. Seguimos subiendo y bajando barrancos que rompen el altiplano. Llegamos a las Cumbres de Valencia, urbanización apretada y colocada rompiendo la tranquilidad de estos llanos supongo que por algún salvaje especulador hace ya años.
            Desde la zona de la urbanización se ve, a la derecha, un gran barranco con buenos cortados y como he pateado poco decido buscarlo y recorrerlo.
            No me cuesta encontrar el camino. Bajo hacia Mogente y cuando llego al puente que cruza la autovía, justo antes, sigo el camino de servicio de la derecha. Este camino pronto se separa de la autovía y se mete siguiendo el barranco hacia los grandes cortados. Entro en coche por la zona más estrecha hasta la zona donde se amplía y que unas cadenas me impiden continuar.


            Donde paro el coche el barranco se bifurca en dos. El camino se bifurca en tres, uno a la derecha abandonado y cerrado con grandes piedras. El del centro sube la loma que separa ambos barrancos. El tercero se va por el barranco de la izquierda. Yo sigo el camino central y subo entre ambos barrancos. Se ve esto una finca bastante cuidada y que mantiene los cultivos tradicionales. Van recuperando los bancales existentes y han plantado arboles no frutales autóctonos. También mantienen los olivos, higueras, pinos, etc. ya existentes. No se de quien será esta finca pero la mantienen sosteniblemente. Han aprovechado los manantiales existentes y han hecho depósitos con los que mantienen el goteo que han puesto a los árboles. No se si será alguna sociedad de cazadores pero no me importa mientras mantengan fincas así.
            La subida es dura pero pronto llego a un rellano donde hay algunas parcelas y una especie de casa de la finca. Tomo un camino que sale hacia la derecha. Se va por una bifurcación del barranco de la derecha. Paso por un deposito que aprovecha un pequeño manantial. El camino cruza el barranco y se va a buscar el otro brazo de la bifurcación. Se va por un camino recién limpiado entre pinos jóvenes. Al fondo del barranco hay una replaza de campos todavía cultivados y una vieja casa en ruinas que según los planos son les Casetes d’Ambrás. Sigo el camino que lleva a esta finca y que va por la margen izquierda del barranco a buena altura. Por este camino nos encontramos por otra casa, ésta cuidada con un corral de ovejas y campos de cultivo con un poco de todo aprovechando un manantial. Por los bancales de esta finca bajo al coche pues el camino se va algo más abajo de donde se encuentra éste. Un buen paseo por un barranco tranquilo y cuidado sosteniblemente.


  

   
  

domingo, 2 de abril de 2006

06-04-02 Alt del Frare. Fuente la Higuera (Valencia).

           Hace ya tiempo llegó a mis manos una hoja del periódico Levante en el que se representaba sobre un plano el nuevo trazado del Canal Júcar – Vinalopó. Lo curioso de este plano es que estaban señalizados los puntos con restos arqueológicos o presuntos puntos. Me llamó la atención la multitud de estos puntos en una zona situada en la salida de la autovía A7 que pone Navalón, poco antes del desvío de Fuente la Higuera.
            Esta hoja del periódico la solté por mi coche con la idea de, en alguno de mis viajes a Murcia, parar por ahí y echar un vistazo. El periódico es del 29 de octubre de 2005 y ha sido ahora en abril cuando he podido ir. Tras este par de meses en el que la relaciones con mi amiga María se han enfriado un poco y por tanto no he ido por Murcia y sobre todo este terrible mes de marzo en el que mi padre ha estado en un hospital de Valencia, pues he encontrado un domingo en el que ir adrede a sondear esta zona.
            Así que me cogí tempranito y me fui hacia Fuente la Higuera. Cuando llegué a la salida de Navalón me salí de la autovía. Si no recuerdo mal, nada más salir, hay una rotonda y de esta sale un ramal que va paralelo a la autovía hacia la carretera de Navalón. Pues en este ramal que es bidireccional, hay un pequeño camino que sale a la derecha dando un bajón para cruzar la cuneta. Me meto por este camino de tierra y pronto cruzo la antigua vía ferroviaria. Nada más cruzar empalmo con un camino bastante bueno que sigo hacia la montaña. A cosa de cien metros se bifurca. Tomo el camino de la derecha que bordea las primeras colinas que según el plano tienen restos. Paro el coche en una especie de hondonada formada por una medio cantera y el terraplén de la vía. Recorro todas estas colinas y no encuentro más que alguna cerámica muy escasa y que puede ser de cualquier zona. Son unas colinas vapuleadas por las distintas obras públicas que corren a sus pies, mordidas por desmontes y tapadas por terraplenes de la vía y usadas como pequeñas cantera para sacar material o como acopios. En una de ellas se ven antiguas mordeduras irregulares que pudieron emplearse para sacar piedra o áridos y que por la irregularidad y pequeña entidad pueden ser antiguas. Destaca la primera colina que queda a la derecha de la bifurcación antes indicada. Destaca porque uno se puede asomar al gran cortado que forma el desmonte de la vía en esta zona y desde la que se cotempla una estupenda vista de todo el llano y de todas las vías de comunicación.
            En el citado plano hay otros puntos arqueológicos más metidos en la montaña y decido ir a ver. Recuerdo en algún otro plano la indicación de restos arqueológicos en esta zona. Dejo el coche en la bifurcación y sigo por el camino de la izquierda. Al poco se vuelve a bifurcar y tomo de nuevo el de la izquierda que sube hacia la montaña. Este camino sube, según el plano 794 4-4 del Instituto Cartográfico Valenciano, hacia el Alt del Frare. Así que pasito a pasito nos subimos un buen tramo de cuesta, siempre siguiendo el camino que suba hacia arriba, hasta llegar arriba. 
El montículo central con pinos es el tossal con el poblado íbero.

            Ya casi cuando llegamos arriba encontramos un campo a la derecha y una especie de banqueta de roca a la izquierda. Si nos fijamos un poco, justo enfrente hay un aljibe o quizás una pequeña nevera. Tiene pinta de lo segundo aunque es pequeña.

            Continuo por la izquierda, por la banqueta que nos permite contemplar el barranco adyacente por el que sube la carretera de Navalón. Aquí empezamos a darnos cuenta que nos encontramos en un tossal, es decir una planicie rocosa con estratos de roca ligeramente inclinados y rodeados por cortados formados por las aguas de los barrancos adyacentes. En este caso en el borde de la banqueta por el que vamos hay un buen cortado que permite una estupenda defensa del cerro.
            En un meandro del barranco, al fondo observo una especie de excavación, como si fuera una gran tumba que imagino debe ser un resto arqueológico que habrá que visitar algún día. Estos son buenos indicios.


            Sigo por la banqueta y veo que el cortado sigue y rodea todo el tossal, separándolo de la sierra. Acabo de subir al tossal y me encuentro con un buen llano. Hay pocas pruebas de restos arqueológicos pero algún muro de piedra muy desecho me da algún síntoma. Al final encuentro unas pocas catas realizadas que me dan la indicación definitiva de que es un poblado íbero. En algunas catas se puede ver cerámica en cantidad aunque ninguna decorada. Este cerro es típico, llano y con buena defensa. Quizás lo único que lo desdice es que está bastante alto. No es fácil encontrarlo pues no destaca demasiado el cerro envuelto como está por otros cerros. El único acceso es por donde hemos subido.


           
Ya con esto me bajo al coche y me voy contento para casa.