Es otra excursión vespertina.
Voy a Santa Lucía, me meto hacia la mina y una vez pasada la garganta me doy un paseo por el inicio del sendero que conduce al cueto de San Mateo.
Destacar de esta zona los hayedos que se han salvado de las montañas de escoria, las minas y las balsas. Todavía se pueden encontrar rebaños de ovejas tan solo custodiadas por un gran mastín. Ya me ha pasado varias veces que un enorme mastín de estos se me ha venido ladrando pero cuando llegan cerca de ti se quedan tranquilos y no se te echan encima. Parece que tienen más miedo al humano que a otros animales. Pero por lo menos ladran intentando defender su rebaño.
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