Hago una primera incursión al valle del Torío.
Para ello voy hasta La Vid y allí tomo la carretera que va por Coladilla hasta Vegacervera. Es un camino pesado que habrá que recorrer con más calma. Son famosos los quesos y yogures de Coladilla.
Una vez en Vegacervera se puede disfrutar del puente romano (realmente medieval) y de la garganta que hay si seguimos la carretera en dirección a Carmenes.
Más arriba un desvío nos lleva a Valporquero donde están las famosas cuevas del mismo nombre. Destacar tres cosas de ella. Sus miles y miles de estalactitas, el enorme tamaño de sus cavernas, autenticas plazas de toros y su precio caro (4’5 euros) a pesar de gestionarla la Diputación de León.
(El famoso fantasma de la cueva).
Carmenes es un pequeño pueblo con bonitos edificios blasonados y una singular iglesia. En todos estos valles he encontrado dos tipos de iglesias. Las pequeñas, bajas de una sola nave, con entrada lateral a través de un porche y espadaña a los pies para las campanas con acceso a través de una escalera exterior. Quizás estas iglesias no digo que sean románicas pero probablemente su planta original lo sea. Luego también hay multitud de iglesias que entiendo que son modernas con un estilo no sabría si denominarle neogótico o neoherreriano que entiendo que se erigieron con las nuevas edificaciones mineras. La de Carmenes es de este último estilo asi como la de Villamanín, Ciñera, La Robla, Pola de Gordón o tantas otras.
Si se sigue la carretera hacia el norte se va encontrando uno con un valle cada vez más deshabitado y en el que va destacando el clima de alta montaña con cada vez menos arbolado.
El último pueblo es Piedrafita la Mediana hoy día casi todo casas de turistas. A partir de aquí la carretera ha perdido su asfaltado. Yo creo que antiguamente lo tuvo, por lo menos de macadam. Sigo andando y ya nos adentramos en unos valles de alta montaña con esa luz especial de estas zonas.
En el camino encuentro una especie de marca que discurre por una garganta cerrada. La busco y veo que es un antiguo canal de alimentación para una minicentral con pequeño túnel incluido. De la minicentral prácticamente no queda nada aunque todavía se puede ver la rota turbina medio enterrada.
Arriba hay un valle que habrá que recorrer pero en plan travesía.
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