En el tiempo que llevo viviendo en Huergas de Gordón, todavía no he bajado a la costa del Cantábrico. Así que hoy decido hacerlo.
Me tiro por las largas rampas de Pajares y llego hasta Campomanes. Allí la pendiente se modera y voy por la autovía camino de Oviedo. El valle es estrecho, solo caben los pueblos y la autovía. Las casas diseminadas por el campo se esparraman por las empinadas laderas. Todo es insultantemente verde.
Paso poblaciones muy desarrolladas como Pola de Lena o Mieres, muy industriales y con una minería todavía viva a golpe de subvención. Dos térmicas se pasan por el camino que sacan energía del carbón. Por fin se llega a Oviedo.
Es una ciudad agradable de un tamaño agradable y muy limpia. El verde también se mete por dentro de la ciudad.
Doy una vuelta por el barrio antiguo. Es muy pequeño. De el cabe destacar la pequeña catedral y la multitud de tabernas que deben dar un ambiente muy bueno por las noches.
Queda un centenar de metros de la muralla. Busco el museo arqueológico pero están en reformas y lo tienen cerrado. Dejo para una próxima ocasión visitar las ermitas prerrománicas que hay a las afueras de la ciudad.
Sigo el camino hacia Gijón y antes de llegar me desvío para Avilés. De nuevo me desvío para llegar a Luanco.
Luanco es un bonito pueblo marinero que a pesar de ser agosto mantiene un nivel de turismo soportable. Está situado alrededor de una pequeña bahía que da protección al pequeño pueblo pesquero y a una bonita playa. La iglesia está en un promontorio asomada al mar. Alrededor hay un gran mirador desde el que se puede observar la costa.
Encuentro a un compañero de trabajo y me voy a comer con su mujer si no me equivoco a Bañugues a casa Felipe. Tomamos una parrillada mixta de marisco y pescado que nos ponemos las botas.
Luego hacemos una visita al cabo de Peñas con sus enormes acantilados.
Ya con esto me vuelvo para casa. Cuando paso por la ermita de Santa María de Arbás la veo abierta y entro a verla. Solo se puede ver de todo el recinto la iglesia pequeña y fría como el ambiente que la rodea pero con una gran belleza.
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