La había visto en muchas ocasiones desde lejos pero no me había acercado a la presa.
La tarde era lluviosa y fría sobre todo en esa zona donde el aire corre desde Asturias.
Para llegar hay que ir prácticamente hasta Casares. Unos kilómetros antes hay una carretera que se desvía a la izquierda y que lleva hasta la presa.
Lo curioso de esta presa es que hay dos, la antigua y la nueva. La nueva es de creación reciente y todavía no se ha llenado. La antigua esta justo antes y quedará cubierta cuando la nueva se llene. Lo que me extraña es que no la hayan demolido.
Se supone que con esta presa se regulará mejor los caudales de este afluente del Bernesga.
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