Hoy he decidido volver a recorrer el camino hacia Pajares para ver con más calma la zona. Así que he pasado la Pola de Gordón y me he parado en el siguiente pueblo que es Santa Lucía.
Nada más llegar se ve que es un pueblo minero con grandes casonas de los ingenieros, oficinas, talleres, etc y otras mucho más pobres para los trabajadores. Llego temprano pero llama la atención que no encuentro a prácticamente nadie, ni siquiera hay apenas coches por las calles.
Un paseo posterior, caminando, muestra casa sucias y antiguas, ancladas en los años cincuenta o sesenta, muchas de ellas prácticamente abandonadas, con cristales rotos, persianas bajadas que muestran que hace tiempo no se han levantado... No encuentro un solo bar abierto aunque algunos de ellos parece que todavía funcionan. Un edificio grande que debió ser el economato, lo lleva ahora la cadena de supermercados El Arbol, al igual que en La Robla. Esto, igual que los carteles de los colegios, son los únicos que dan idea de que el pueblo todavía funciona.
Pasando el economato el camino sigue hacia la montaña. En esta zona hay bastantes instalaciones mineras. Parece que aquí, bajo esas curiosas paredes de estratos verticales hay varias bocas de mina que yo creo que hoy ya no funcionan o lo hacen poco. La carretera que sigo cruza la peña por un túnel y se mete en una cerrada muy curiosa de paredes verticales.
Esta carretera mejor que la de muchos pueblos de esta zona va a varias minas que resultan ser las que vi ayer caminando desde Llomberas. Me encuentro primero con una corta a cielo abierto enorme que es la que va dejando vertederos por todos los lados. Luego a un lado se ve el malacate de un pozo en uso. La carretera sigue asciende y se acerca hacia Llomberas hasta alcanzar otro pozo también en activo.
Llama la atención la poca protección que tienen estas minas, sin vallar, sin carteles de prohibición de acceso ni nada. El último pozo es el único que está vallado. Algún coche de seguridad y algún guardia si que he visto por lo que supongo que si te metes por la mina en cuanto te vean te echarán, pero desde luego hay muy poca seguridad.
Salgo de Santa Lucía y sigo hasta Ciñera. Este pueblo está en una zona llana. El valle que forma el río Bernesga se abre y permite colocar este pueblo en un llano. Apenas se entra se ve que es un pueblo moderno, hecho sobre plano. Tomo un café en el bar Hispano y allí veo unas fotos antiguas de las casitas todas iguales cuando se ve se construyó el pueblo. Llama la atención las casitas y al fondo un edificio de varias plantas destacando, más propio de una ciudad que de este pueblo. El edificio todavía existe aunque ya no destaca tanto pues posteriormente se hicieron algunos pisos más. En las fotos de la época se ve todo pelado, hoy muchas casas tienen sus jardincillos, arboles, garajes, etc. También en las fotos aparece un enorme campo de futbol que hoy todavía existe. A la empresa minera se ve se le ocurrió hacer esta gracia para que los trabajadores se distrajeran.
En el bar he visto una garganta cerrada con un camino de madera por dentro que se ve está en la zona y habrá que buscar. También posteriormente he visto un cartel de que tiene una boca de mina con una especie de museo. No he visto yo ninguna boca de mina, ni instalaciones. Tan solo he visto una casona grande en un punto destacado que debió ser la casa del ingeniero o las oficinas. También destaca la iglesia, moderna, más propia de otros paises y similar a la de Pola.
A partir de aquí ya no me he parado tanto. Veo que siguen apareciendo restos de zonas mineras hasta el mismo Pajares lo que hace que pueblos como Busdongo de Arbás sean pueblos tan extraños. Busdongo es una fila de edificios de tres o cuatro pisos pegados a la carretera junto a una estación de tren. Edificios antiguos de ladrillo, muy tristes y ahora prácticamente abandonados.
La climatología de la zona, con mucha lluvia, frío y nieve también envejece y afea mucho las edificaciones.
Paro en Arbas del Puerto con esa curiosa Colegiata de Arbás, románica pero que está cerrada a cal y canto. Se ve que alguna mina en la parte de atrás dio cierta vida a este poblado. También hay varios edificios de bares pasados a mejor vida supongo que cuando se creó el nuevo puerto de Pajares. Parece que uno todavía no está abandonado del todo. No se si abrirá en época de nieves cuando las pistas de esquí cercanas de Valgrande funcionen.
Entro en la amplia carretera que va a las pistas de esquí. La niebla como siempre me rodea. Llego a la zona de edificaciones de la estación de esquí. Unos pocos edificios aislados que todavía se mantienen en activo aunque ahora están cerrados. Los remontes se ven bastante pobres.
Ya con esto me vuelvo para Huergas aunque todavía me meto en los escondidos pueblos de Buiza y Folledo, cercanos a la Pola de Gordón. En el primero destacan las instalaciones de la boca intermedia del túnel de Pajares que supongo habrán alterado la tranquila vida de este pueblo.
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