06-06-24 Llombera (León).

            Es sábado por la tarde y salgo un rato a dar un paseo. Es las 4 de la tarde y voy a visitar el pueblo de Llombera.

            Se va por una pequeña carretera que parte de Huergas de Gordón y acaba en el pueblo que voy a visitar.

            La carretera va por un bonito valle con prados en las zonas bajas y carrascas en las laderas. Los estratos de roca en esta zona son verticales y longitudinales al valle lo que produce formaciones de paredes rocosas bastante espectaculares.

            Al cabo de unos cuantos kilómetros se llega a Llomberas. Es un pequeño pueblo minero en su día como indica el pequeño monumento que hay en la entrada que recuerda la entrada de una mina.

            Las casas son las características de la zona, de mampostería con puertas y ventanas de sillar. Alguna casa destaca siendo de mampostería con puertas y ventanas de ladrillo macizo. Yo creo que son antiguas casonas mineras de ingenieros, oficinas o similar.

            De todas formas en los alrededores del pueblo no se ve ningún resto minero, ni bocas de mina, ni vertederos de ganga ni nada.

            Destaca su pequeña iglesia, típica de estos lugares, de una sola nave, con espadaña al frente y un altar más grande y destacado al fondo. La entrada en un lateral a través de un porche pintado de blanco.

            Dejo el coche y me voy andando cerro arriba por la ladera norte. Paso al valle de atrás y me encuentro con un valle totalmente distinto lleno de vertederos de ganga algunos muy mimetizados ya con el terreno otros todavía mostrando su aridez. Por este valle discurre una ancha carretera que debe ser por donde sale el mineral y que desde luego no va a Llomberas; debe salir por otro lugar.

            Subo uno de los antiguos vertederos donde hoy hay una alta antena supongo que de radio y desde allí se ve otro valle más, muy profundo donde parece que hay una enorme cantera a cielo abierto que debe ser la mina y donde maquinaria pesada trabaja a pesar de ser sábado. Está muy lejos para verse bien. También más cerca, algo escondido se ve un pozo moderno que debe estar todavía en uso.

            Miro hacia el oeste y me veo el cielo negro. El viento es fuerte y viene, como es habitual aquí, de esa dirección. Así que decido volver corriendo hacia el pueblo por donde he venido. Los truenos empiezan a sonar.

            Poco después de coger el coche, de vuelta, empieza a llover. Cae un buen aguacero con algo de piedra incluida y abundante aparato eléctrico. Como media hora después, estando ya en Huergas para y de nuevo sale el sol como si no hubiera pasado nada aunque con la tarde un poco más fresca.