Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

domingo, 30 de octubre de 2005

05-10-30 El paraje de las ermitas. Vallada (Valencia).

            Cuando uno pasa por la autovía del interior en dirección a Alicante, Murcia o Albacete, tiene que recorrer toda la comarca de La Costera. En este largo valle hay distintos lugares y montañas que llaman la atención. Uno que a mi siempre me ha atraído y nunca he visitado es la brecha que hay tras la población de Vallada.
            Así que hoy que estoy solo, mi chavala está en Asturias, me hago una escapada a este punto.
            Hoy es día de cambio horario así que la gente lo dedica a dormir una hora más y yo a salir una hora antes. De esta forma a las ocho ya tengo la mochila a la espalda.
            Para llegar al paraje no hay problemas pues el Ayuntamiento de Vallada lo tiene bien marcado con carteles por toda la población y rápidamente se rodea ésta hasta llegar al camino que va hacia Ontinyent  y que se mete por este barranco.

            Hay que aplaudir como tiene cuidado el Ayuntamiento el paraje de las Ermitas. Limpios y cuidados bancales con mesas, un área recreativa muy cuidada con bar y dos ermitas. También hay una moderna piscina. Parece que están construyendo unas casas de madera supongo que para alquilar que pueden estar muy bien.
            En este punto encontramos dos sendas. La primera tiene un cartel nada más pasar un puente que hay tras el cementerio. Es una larga ruta que debe tener zonas interesantes pero que no hago hoy.

            Más arriba a continuación del área recreativa y antes de llegar a la ermita hay un camino a la derecha donde está el cartel que nos interesa. En este cartel está la ruta de hoy que nos llevará al curioso pico del Penyó y al castillo.
            Según dice el cartel son 6,8 km y la dureza es media debido a las empinadas cuestas.
            Pasamos junto a la piscina y tomamos el barranco. La senda está bien marcada y cuidada con marcas verdes y blancas y carteles. También hay marcas rojas y blancas que deben de ser de otra senda o de un marcado anterior.
            Pasamos un par de veces el barranco que normalmente siempre lleva algo de agua. Si uno se agacha y prueba un poco de agua verá que es ligeramente salobre. Y esto es porque nos metemos en un una zona de keuper (zona sedimentaria con yesos y vetas salinas, procedente de los fondos de antiguas lagunas). Podemos encontrar muchas vetas de yesos y tambien curiosas vetas rojizas de un rojo muy vivo. Algunos jacintos de compostela se pueden encontrar.
Pico del Aguila.

            Tras unas duras cuestas llegamos por la senda al Túnel del Sumidor (Túnel del Sumidero). Un cartel explica la larga caverna que hay bajo nosotros de 1,3 km de longitud excavada en yesos por un arroyo que se alimenta de un barranco que hay más arriba sin salida y de algunas dolimas. La bajada es un poco complicada pero con cuidado se puede hacer. Uno se encuentra abajo con un riachuelo que aparece de una caverna y que continua por otra caverna, es decir estamos en un hundimiento. Me interno un poco en las galerias con ayuda de una linterna que llevo siempre. El suelo está muy resbaladizo pero duro. Hago algunas fotos y me quedo a oscuras unos momentos para acerlas. Cuando vuelvo a encender revolotea a mi alrededor un murciélago. Hace falta unas botas de agua para ir tranquilamente por dentro de ella y un mono para poder restregarse pues hay escalones pronunciados. No se si también hará falta cuerdas. Esto hay que dejarlo a los espeleologos.
            Salgo de la cueva y continúo el ascenso. Al final se llega a una pista de tierra. Si nos asomamos a la parte de enfrente ligeramente a la izquierda vemos un barranco sin salida de aguas. De hecho hay en primer término una dolima muy clara y a continuación el barranco. Ambos, fundamentalmente el barranco son los que alimentarán con toda probabilidad el sistema cavernario.
Zona del Sumidero.
Cueva del Sumidero.

Barranco sin salida de aguas, que alimenta al tunel en yesos del Sumidero.


            Continuamos el camino para la derecha y ya tenemos poco más adelante la última cuesta que asciende al Penyó. Es pintoresco lo mires por donde lo mires, es un autentico peñasco rodeado de cortados por todos los lados. Parece un pan de azucar en pequeño. Hay una senda que llega hasta arriba, en los últimos tramos se han picado en roca algunos escalones y se han hormigonado otros pero con bastante disimulo. Arriba queda una pequeña banqueta donde hay un cartel explicativo, una cruz y una placa solar para iluminarla. La vista es francamente interesante y eso que hoy a salido nublado.
 Vista de la población de Vallada y del Paraje de las Ermitas a la derecha.

            Descendemos y continuamos el sendero rodeando el Penyó, para ir hacia el castillo.
Es una pequeña fortaleza árabe de la que apenas queda unos lienzos que aprovecha un fuerte cortado desde donde se divisa la población. Aquí también han cuidado la cartelería y han puesto algunos bancos de madera para descansar. Solo faltaría que protegieran los cuatro lienzos de muros que quedan y que excavaran el interior para ver lo que pueda quedar de valor e interés.
            Volvemos sobre nuestros pasos y luego seguimos rodeando el Penyó y bajando hasta llegar al Pico del Aguila que es un pequeño farallón con un buen cortado desde donde se divisa toda la zona de las Ermitas. Queda ya un tramo de descenso por donde subimos y llegamos al punto de partida. Cuando ya llego me cruzo con un grupo de espeleólogos que van a la cueva.

            Como curiosidad también contar que en la zona recreativa hay un par de puentes de madera colgantes que aunque de poca altura dan una buena sensación por su movimiento al pasar. Lástima que hayan apoyado los cables en pinos cercanos. Aunque lo han hecho protegiéndolos no tardarán en tenerse que quitar para que los arboles puedan desarrollarse con normalidad. 

domingo, 23 de octubre de 2005

05-10-23 Sierra de Salinas. Yecla - Pinoso (Murcia - Alicante).

            Pues mi amiga María y yo quedamos en Yecla. Luego cogimos la carretera que sale a Pinoso. Primero recorremos los llanos de viñas de Yecla hasta que llegamos a los pies de la sierra de Salinas. La carretera que hasta este momento ha sido una pura recta gira suavemente a la derecha y se mete en un amplio corredor que une el llano de Yecla con el de Pinoso. Como se observa desde arriba de la sierra, se ve que toda la zona de Yecla, Jumilla, Pinoso, Villena, etc. son amplios llanos rotos por distintas sierras que las separan pero manteniendo puntos llanos de comunicación. Las sierras quedan como islotes alargados dentro de un mar de llanuras.
            En el corredor tenemos a la derecha una baja sierra alargada curiosa por su cumbre rocosa llena de muescas. A la izquierda está el enorme macizo de la sierra de Salinas.
            Si uno va un poco atento se ve un camino asfaltado que sale a la izquierda y donde un cartel avisa del Aula de la Naturaleza de la Sierra de Salinas. Entramos y aparcamos en el Aula. Está formada por varias edificaciones pero por lo menos en esta época no hay ningún punto de información.
            A la entrada del Aula sale un camino asfaltado hacia lo alto de la montaña. Está asfaltado aunque tiene alguna zona de hoyos. Nosotros subimos andando. Es un largo recorrido pero bonito pues vas entre pinares. Supongo que en verano será demasiado caluroso pero ahora se sube bien.
            Llegamos a un cruce que sube al puesto de vigilancia. No seguimos por tanto por el camino asfaltado que parece que va a un mirador. El puesto de vigilancia está en un extraño promontorio separado del grueso de la sierra, por ello dispone de buenas vistas hacia el lado de Yecla pero no al de Pinoso.
            Comemos refugiados en la pared del puesto de vigilancia pues el aire aquí es fuerte y fresco.
            Seguimos y pasamos por un pequeño collado al grueso de la sierra donde ya tenemos buena vista del valle de Pinoso. También se ve el mar aunque en esta ocasión no demasiado claro.
            La vuelta la hacemos cogiendo un camino de tierra que hay poco más abajo del puesto de vigilancia  y que tras dar un pequeño rodeo vuelve de nuevo al camino asfaltado.
            Tras esto nos llegamos hasta Pinoso, buena tierra de vinos, donde nos tomamos un café de despedida. Vuelvo por la carretera que va a Elda.
Yecla al fondo en su gran llano. Abajo a la izquierda la entrada al corredor que lo une al llano de Pinoso.

 Las montañas hacia Jumilla, islotes entre llanos.

El llano de Pinoso. Junto al poblado, a la izquierda está la colina constituida por un enorme deposito de sal gema.

Vista hacia el mar. Al fondo se intuyen los llanos de Elche, los Hondones, Aspe...

domingo, 16 de octubre de 2005

05-10-16 La Murta. Alzira (Valencia).

            También he hablado en varias ocasiones de La Murta. En esta ocasión subimos hasta el collado de la Cruz del Cardenal. No hicimos más porque teníamos compromisos en Algemesí para comer. Tampoco la rodilla de mi amiga María estaba para muchos trotes.
            Solo añadir una foto más del monasterio. Sabía los monjes donde situaban su retiro.

miércoles, 12 de octubre de 2005

05-10-12 Monte Arabí. Yecla (Murcia).

            Ya he hablado de este lugar en otra ocasión. Esta vez volvemos al monte por falta de una idea mejor.
            Nos dimos una buena vuelta alrededor del monte y comimos allí. Nos cayó un buen chaparrón pero ibamos equipados con impermeables y nuestras botas también están preparadas para el agua.
            Solo comentar la especie de ácaros que vimos en varias ocasiones por el suelo de un color rojo vivo.

viernes, 7 de octubre de 2005

05-10-07 Sierra de Luna (Cádiz)

            Hoy voy a realizar una excursión por el Parque de los Alcornocales en su zona cercana a Algeciras.
            Hace años recuerdo que subí una carretera que partía de la barriada de Pelayo mas o menos, en la carretera N-340 dirección Tarifa. Hoy quiero ver si la sigo entera pues si no me equivoco debe de llegar hasta casi Los Barrios.
            Me ha costado un poco encontrarla. Yo recordaba que estaba en el mismo Pelayo sin embargo la que he cogido hoy está casi en el mesón de Sancho. De todas formas igual es otra aunque no creo que hayan muchas. La que cojo está una vez pasado Pelayo y el albergue infantil pero antes de llegar al mesón. Es una entrada bastante ancha y en la dirección del tráfico. Tiene en la entrada un cartel de área recreativa. Una vez ya en el área se bifurca en dos. Una sigue hacia el mesón y la otra se va hacia la derecha y empieza a subir. Hay un cartel que la marca como ruta cicloturista.
            La cuestión es que del asfalto solo quedan vestigios y la carretera parece más una montaña rusa en la que hay que ir con cuidado de no romper el carter.
            Pronto nos internamos en los alcornocales y el paisaje es muy sugestivo. Se unen además las nubes procedentes del mar que en esta zona se meten entre los árboles formando una espesa niebla. El viento es fuerte y mientras en Algeciras la temperatura cuando salgo a las 8 de la mañana es de 20 ºC aquí ha bajado hasta los 15 ºC y peor todavía con la sensación del viento.

            Continúo la carretera con mucho cuidado pero no me preocupo demasiado pues la vuelta todavía es posible aunque pueda ser una paliza deshacer tanto camino dificultoso.
            Pronto se llega a la cabecera del río de la Miel pudiéndose contemplar la ciudad de Algeciras abajo, al fondo, e incluso cuando las nubes lo permiten Gibraltar. Pasamos a la cabecera de otro valle que es el del arroyo de Botafuegos. Aquí la carretera empieza a bajar y su estado se hace preocupante. Tengo que parar el coche y continuar andando para valorar si una retirada a tiempo puede ser conveniente. Hay que tener en cuenta que en bajada aunque el terreno esté muy pedregoso y rocoso el coche puede bajar pero volver a subir eso puede ser imposible.

            A cien o doscientos metros el camino pasa una puerta y se hace bastante bueno por lo que decido seguir. Paso el tramo malo y llego al camino decente. Hay un par de miradores en los que vale la pena detenerse tanto para ver el frondoso bosque del valle como las vistas de la bahía. También se pueden contemplar el vuelo de las rapaces y los buitres esta vez perdiéndose entre las nubes bajas.
            Incluso me decido a subir por la cresta de la sierra de la Palma y llegar hasta un peñón rocoso ya en lo mas alto de estas cumbres.
            A partir de aquí la carretera empieza a descender sin demasiados problemas pero cuando llega a los pastos más o menos llanos empieza a pasar fincas particulares y el firme se estropea mucho. Hay que pasar porque no hay más remedio pero con mucho cuidado. También hay que ir abriendo y cerrando puertas de las vallas ganaderas siempre con el susto de que alguna tenga un candado. Es difícil pues tienen que ir pasando los ganaderos de una finca a otra y no pueden cerrar las puertas con llave pero tampoco sería la primera que me encuentro.




            Al final llego a un camino asfaltado cerca de la nueva cárcel de Algeciras y pronto llego a la ciudad realmente cansado de tanto bote y de tanto aguzar los sentidos para no romper el coche en un descuido.
            No recomiendo esta ruta a nadie salvo en todo terreno. Por el final de la ruta hay un cartel de camino restringido para los vehículos a motor pero no lo vi a la entrada.
            La falta de cuidados por parte de los vecinos de los caminos los hace intrasitable. Antes los mismos propietarios cuidaban de mantener los caminos decentes pero ahora rige la política de que sea papa Estado el que lo haga. También ahora hay cada vez menos trabajadores del campo que pasan por los caminos por lo que están más descuidados. Por último últimamente ha prosperado una política, para mi completamente equivocada, por parte de los gestores de los parques, de arruinar los caminos con la excusa de que así no entran los turistas. Para que no entren los turistas se pone vigilancia y normas pero los caminos y los montes hay que mantenerlos en economía sostenible y no abandonados.
            En fin una ruta perdida salvo para los grandes caminantes.  

jueves, 6 de octubre de 2005

05-10-06 Jimena de la Frontera (Cádiz)

            Bonito pueblo blanco cercano al Campo de Gibraltar en el Parque Natural de los Alcornocales.
            Ya existió en tiempos de los romanos como Oboa. Como buen pueblo fronterizo dispone de un buen castillo. Por ello nos decidimos a dejar el coche en la parte baja del pueblo, pasear por sus empinadas calles blancas llenas de flores hasta el castillo y allí disfrutar de los escasos restos romanos, de las murallas árabes y de las vistas.

            En el castillo según se indica en unos viejos carteles algunos muros son romanos aprovechados para las posteriores defensas árabes. También se puede observar en la puerta árabe del castillo de época meriní sillares romanos, con inscripciones latinas, reaprovechados.

            Puede uno pasear por todo el castillo que se mantiene cuidado, lo que queda de él, y se van excavando nuevas zonas donde aparecen restos de todas las épocas superpuestos. Destaca la zona de la torre del homenaje que se ha rehabilitado mostrando su foso excavado en piedra, sus defensas previas y distintos niveles de pavimentos de las distintas épocas.
            En uno de los laterales del castillo están realizando una excavación arqueológica alrededor de lo que dicen es una cisterna romana. En ese lado, el contrario a la población hay algunas peñas excavadas y con marcas y restos de muros que me da la sensación que pudo haber población en este lado. Quizás la población romana estaba en este lado mas protegida. También en la gran plaza del castillo hay un gran aljibe árabe medio derruido junto a otro de construcción moderna. El sitio del castillo es alargado, como el casco de una gran nave. En un extremo está la torre del homenaje y en el otro está el cementerio actual por lo que en este lado hay poco que ver.
            
Me hubiera gustado patear más la zona contraria al pueblo a ver que encontraba entre esos grandes peñascos. En ellos hay por ejemplo una pileta que le dice la gente el baño de la reina mora pero que según los arqueólogos es una pila bautismal por inmersión del siglo X. En el siglo X debía estar la ciudad en plena dominación musulmana pero en fin, igual eran cristianos que quedaban.



       

Tras esto nos bajamos el pueblo y fuimos al coche. Saliendo del pueblo en la calle de entrada hay un desvío a una pequeña carretera asfaltada con un cartel que indica Real Fábrica de Artillería de Carlos III. Lo había leído y me meto a verla.
            De la fábrica no queda nada más que unos pocos muros y no se si algún almacén aprovechado por los chales cercanos. Lo que si que queda es el gran canal construido de mampostería y sillar, típico de las obras de Carlos III, que recorre el río que hay al lado para tomar las aguas en un punto más alto. Para la molienda del azufre y del carbón hacía falta molinos y este canal los alimentaba. También se ve un pequeño acueducto paralelo que se ve recogía agua de algún manantial cercano. Junto al canal sigue un camino todavía empedrado de la época. No he llegado a la toma del canal por premura de tiempo pero hubiera sido curioso verlo. Según cuenta un cartel la fábrica era de bombas que se emplearon sobre todo para el asedio de Gibraltar.
            Con esto ya se nos hizo mediodía y nos volvimos para Algeciras.

martes, 4 de octubre de 2005

05-10-04 Ronda (Málaga).

            Hay dos puntos interesantes en esta excursión, la propia ciudad de Ronda y el camino para llegar a ella desde Algeciras.
            Para ir tomamos un trozo de pseudo autovía N-340 en dirección hacia Málaga hasta llegar a una intersección que nos indica Jimena de la Frontera y Ronda. Es la A-369, la que tomamos pasando, nada más salir del cruce, por el barrio de “La Estación de San Roque”.
Algeciras tiene una anticuada línea férrea que baja desde Bobadilla, en la línea Córdoba – Málaga, pasando por toda la serranía de Ronda. Es vía única y sin electrificar. La construyeron ingenieros ingleses en un trazado increíble por toda la sierra. Nadie se ha molestado en mejorarla en gobiernos posteriores a pesar que une con el resto de España uno de los mayores puertos de pasajeros y mercancías de Europa.   
Así que muchos de los pueblos del recorrido tienen una barriada de la estación pues el tren pasa por donde puede y los pueblos suelen estar en alto.
Una vez cruzada La Estación de San Roque seguimos por una cómoda carretera aunque algo bacheada y con arboledas a ambos lados, suficientemente separadas de la calzada, lo que da un ambiente muy agradable. Todas las carreteras deberían ser así, con un amplio espacio en los bordes y arboledas a lo largo suficientemente separadas para no molestar visibilidad ni posibles golpes. Si algún salvaje va tan rápido que se da contra los árboles que se fastidie.
Esta carretera está llena de tradicionales ventas donde se pueden tomar deliciosas tapas. Los fines de semana estas ventas están llenas de gente comiendo. También están muchas veces los guardias civiles con el control de alcoholemia.
El siguiente pueblo por el que pasamos es Castellar de la Frontera. Originalmente era un pueblo amurallado en lo alto de una montaña donde la gente malvivía en condiciones miserables y dependiendo de una finca que ocupaba todo el término municipal y que se llamaba La Almoraima. Y no se echa solo la culpa a los caciques que abundaban en toda Andalucía como en el resto de España sino también al espíritu de los habitantes de esta zona que esperaban en la puerta del bar a que alguien les solucionara el problema al contrario de en el resto de España que poco a poco fueron moviéndose y ahorrando para poder ir acabando con los señoríos. La cuestión es que un buen día el INC (Instituto Nacional de Colonización) vino a estas tierras, expropió parte de los terrenos de la finca en el llano, los puso en regadío y parceló, construyó un pueblo nuevo y le dio a cada habitante un trozo de tierra y una casa. No han prosperado demasiado pues, según cuentan, faltaba que les pusieran un criado que les cultivara la tierra.
En cuanto al enorme resto de la finca con enormes extensiones forestales paso a manos de Ruiz Mateos. Con la expropiación de Rumasa paso al Estado y se ha gastado, por lo que se comenta, durante tiempo para que presidentes como Felipe González se vinieran a cazar.
Todo este rollo era simplemente para comentar que hoy en día junto a la carretera está el pueblo nuevo y escondido en lo alto de la sierra el antiguo. El antiguo estuvo abandonado hasta que hippies y extranjeros se fueron arreglando casitas. Hoy es un precioso pueblo metido entre una completa muralla con calles pequeñas llenas de flores y que vale la pena subir a ver pero en otra excursión.
Cerca del pueblo y junto a la carretera está el palacio de la Almoraima donde está la Virgen del mismo nombre y que no se si ahora es visitable. Habrá que arrimarse un día.
Seguimos el camino y pasamos a Jimena de la Frontera, pueblo en cuesta con un buen castillo en la cumbre. También lo dejaremos para otra excursión pues todavía nos queda mucho camino.
Ya a partir de aquí empezamos a ascender y nos metemos en pueblos plenamente serranos. El siguiente es Gaucín. Pueblo blanco alargado en un farallón dominando el profundo valle del Génal. Paramos a tomar un café y nos damos un paseíto por el pueblo para estirar las piernas. Es un pueblo limpio y arreglado en el que se respira tranquilidad. No lo recorremos todo pues aunque es pequeño es muy alargado y cuesta llegar a la zona de la iglesia y del castillo.
A continuación se suceden pequeños pueblos con el profundísimo valle del Génal abajo y la vista de pueblos estrellados en una ladera al estilo Alpujarras en la parte de enfrente. Pasamos pueblos como Benarrabá, Algatocín, Benalauría, Benadalid o Atajate. En cualquiera de ellos se puede parar y disfrutar.
La montaña se va pelando supongo que por el clima mucho más frío aunque no dudo que también pueda haber ocurrido una tala excesiva. Debe ser interesante un día desviarse a Benaoján y ver la cueva de la Pileta que me han dicho que tiene unas pinturas rupestres espectaculares.
Ya con esto seguimos hasta Ronda. Está en un altiplano que se abre entre montañas y donde el agua a trazado algunas profundas brechas como la que forma el famoso tajo. Aprovechado uno de los montículos de un lado de la brecha que sirve para defenderlo se formó la ciudad. Con los siglos la ciudad se fue extendiendo y ocupando ambos lados de la brecha y para ello fue necesario hacer primero el puente antiguo, a mucha menor altura y más pequeño aunque nada desdeñable y ya en el siglo XVIII el puente nuevo en la cota más alta y espectacular en su diseño para la época.

En cuanto a la ciudad se puede dar un buen paseo por todo el barrio antiguo disfrutando de las pequeñas callejas con casas señoriales y algún que otro resto árabe. Se puede ver la plaza de toros que no tiene nada de especial mas que hay quien dice que es la más antigua de España. También se puede ver la iglesia de Santa María la Mayor o algún que otro museo como el de Don Bosco, de la Caza o de los Bandoleros.
Uno de los problemas de Ronda es que tiene mucho turismo extranjero incluso en estos meses ya del otoño y del invierno. Vienen en autobuses desde la Costa del Sol, Sevilla o Córdoba y le restan tranquilidad a la ciudad. Han proliferado montones de restaurantes para turistas y tiendas de regalos  que le quitan encanto a la ciudad.


Nosotros tras un paseo nos decidimos a entrar a la llamada Casa del Rey Moro. Parece que muchos de los museos y casas que se exhiben están en manos privadas y tienden a abusar un poco en las entradas. En esta casa nos piden 4 euros para entrar por persona. Es un palacio que no sé de que época data pues no te lo indican y que está prácticamente abandonado. Perteneció a la marquesa o duquesa de Párcent y solo te enseñan los jardines que forman unas pocas terrazas colgadas en un lateral del tajo que por lo visto fueron diseñadas por un famoso diseñador de jardines francés de la época. También te enseñan lo que llaman La Mina. Se trata de una escalinata de época árabe que baja por el borde del tajo hasta el fondo de éste. En parte va excavado en roca y otra parte en construcción a golpe de bóvedas aprovechando las grietas del terreno. Tuvo una doble función, por una parte subir agua a la población no sé si desde el fondo del río o de la que nace por las paredes y por otra la de servir de puerta de escape en caso de sitio. En la parte inferior hay varias salas como una de armas o otra llamada de los secretos en la que la forma de la bóveda hace que la voz se escuche en toda la sala amplificada. Al final del todo se sale al fondo del tajo. El problema es que en el fondo del tajo hay un charco de agua putrefacta por lo visto de alcantarillas que todavía vierten al cauce. Es muy desagradable salir a una pasarela de trámex  a 1 metro sobre una poza de agua fecal. Desde luego en la puerta no te cuentan nada de esto. Supongo que cuando por el río corra agua la cosa será más agradable.


Bueno, tras esto nos volvimos para Algeciras por el mismo camino.

domingo, 2 de octubre de 2005

05-10-02 Pico del Aljibe del Parque Natural de los Alcornocales (Cádiz).

            El de los Alcornocales es un enorme parque que va desde el estrecho de Gibraltar hasta, prácticamente la ciudad de Ronda. Destaca fundamentalmente por la gran extensión de autentico bosque mediterráneo que posee, fundamentalmente de Alcornoques y robles.
            Son muchos los rincones de este parque donde se puede disfrutar de una autentica selva mediterránea bajo la sombra de los alcornoques, envuelto de helechos, entre perennes riachuelos y una abundante flora y fauna.
            Una zona que nunca había visitado es la comprendida entre Alcalá de los Gazules y Jimena de la Frontera. En ella está la mayor altura del parque que es el pico del Aljibe con 1091 m de altura.
            Parto de Algeciras y tomo en Los Barrios la autovía A-381 que va hacia Jerez de la Frontera. Ya en esta autovía se puede disfrutar de buenas vistas del parque pues lo cruza. Es temprano y la niebla de levante da más aire misterioso al trayecto. Al final ya en un extremo del parque se llega a Alcalá de los Gazules. Es una bonita ciudad blanca que valdrá la pena visitar en otra ocasión. Desde ésta, se puede tomar la carretera A-375 que va hacia Ubrique. Es una pequeña carretera de montaña que se sumerge en continuos bosques de alcornoques. Por ella se llega al área recreativa de El Picacho. No hay nadie y sin embargo en el aparcamiento hay numerosos cristales rotos de coche lo que me da mala espina. Es raro que en estas zonas tan escondidas se metan cacos. Igual fue un hecho aislado pero no me decido a dejar el coche. Hay un centro de interpretación pero, a pesar de ser domingo, está cerrado. Aquí hay varias rutas interesantes que, aunque algunas están restringidas, la gente se las salta sin problema. Continuo por la carretera y llego a Puerto Galiz. En este collado y cruce de carreteras hay una de la tradicionales ventas en las que se puede degustar estupendas tapas entre ellas el venado.

            Tomo la C-3331 en dirección a Jimena y llego al área recreativa de la Sauceda. Dejo el coche en el aparcamiento de la carretera. Hay muchos otros coches. Aquí también hay una senda que sube al pico del Aljibe. Entro por ella y pronto encuentro entre los alcornoques los restos de un molino. Poco más arriba me encuentro un antiguo poblado ahora reconstruido como cabañas para dormir. Aquí está toda la gente de los coches. Todavía se puede ver las ruinas de la ermita y un antiguo horno de pan. Las cabañas están construidas al estilo de la época y son habitaciones únicas con una especie de repisas con colchonetas. Las duchas y comedores están fuera y son comunitarios.
            Continúa la senda entre bosques y más bosques. En un año muy seco como este todavía el riachuelo lleva algo de agua. Los helechos se han secado pero todavía hay verdes e incluso el musgo todavía resiste.
            El sendero está muy pateado y ligeramente marcado por lo que se puede seguir sin demasiados problemas.
            El bosque llega prácticamente hasta la cumbre por lo que se puede ir bien a la sombra. Cuesta llegar a la cumbre hora y media larga. Arriba a pesar de no haber árboles los prados están verdes. La humedad de los dos mares ayuda mucho pero también lo hace el perfecto bosque mediterráneo que atrae y retiene el agua.
            Arriba la vista con el levante no es buena pero aún así es espectacular. Aunque la cumbre es bastante redondeada asoman unas puntas rocosas que es donde está el pico. En una de ellas hay lo que la gente de aquí llama una pileta y lo que otros dicen que es una tumba antropomorfa neolítica.



            La vuelta la hago siguiendo la carretera C-3331 hasta Jimena de la Frontera. Este también es un pueblo que debe ser interesante visitar con un bastante completo castillo en la cumbre. De regreso por la A-369 también se pasa por Castellar de la Frontera. El pueblo antiguo es amurallado y digno de ver pero ésto quedará para otra ocasión.



sábado, 1 de octubre de 2005

05-10-01 Tarifa (Cádiz).

            Tarifa es una bonita ciudad para visitar. Algo caros sus alojamientos al ser la meca del surf en Europa, pero vale la pena visitarla.
            En este texto, no pretendo hacer una cita de los lugares de interés de esta población sino la visita que realicé este día y lo que vi.
            Para llegar a Tarifa coger un mapa y ya está.
            Paramos cerca del puerto y nos fuimos, recorriendo su muro perimetral, en dirección opuesta a la población hacia la isla de las Palomas. Es una isla que hay cerca de la costa, grande y plana. Se unió artificialmente con un istmo de piedra y en el siglo XIX se realizó una fortificación que ha estado ocupada por los militares hasta hace pocos años. Ahora la custodia la guardia civil. Últimamente ha sido centro de reclusión de inmigrantes pero no se si sigue funcionando para esto. No es visitable pero vale la pena recorrer el istmo paseando, gozando del fuerte viento que siempre corre y obtener vistas de la ciudad y de la fortaleza de la isla.
            He leído en alguna pagina de internet que en la isla hay un muelle fenicio. El guía del castillo que vimos poco después y que parecía bien documentado me lo desmintió. Comentó que en esta zona se han encontrado algunos restos fenicios pero que en la isla no. Cuenta que en el relleno de las murallas de la isla se ha encontrado incorporado alguna pieza fenicia pero que debió de ser de la zona de donde se extrajo este material y que no se sabe de donde es.
            También destaca en esta zona la especie de palacete neogótico que existe en un pequeño montículo cercano. Según nos contó el guía del castillo es una edificación de hace 70 años que construyó la dirección del puerto para el control del tráfico marítimo. En este montículo también se pueden contemplar distintos búnkeres de los que ya hemos visto muchos por todo el Campo de Gibraltar.


            Luego nos dirigimos hacia el centro de la ciudad y rápidamente nos encontramos el castillo. Poco antes hay un paseo, en él, al fondo hay una oficina de información. Nos enteramos que este día es el europeo del patrimonio y que organizan una visita guiada al castillo y además gratis (normalmente es sin guía y pagando).
            Así que nos metemos. Del castillo se puede destacar su buen estado general. Originalmente su zona central es de Abderraman III aunque posteriormente se aumentó su altura. Las murallas que lo circundan son de distintas épocas. Los aposentos interiores son posteriores en parte de Don Fadrique que fue señor de Tarifa durante un tiempo y se hizo un palacio y también de los acuartelamientos que hubieron posteriormente. Destacar, que según contaba, el suelo general de la fortificación interior originalmente estaba unos 2 metros mas bajo y el castillo no era tan alto, es decir se ha ido elevando en el trascurso de los siglos. No obstante cuenta que la peculiar torre albarrana (separada del conjunto del castillo) que hay a la entrada era el doble de alta que ahora por lo que debió ser una descomunal torre (ultimo reducto en caso de asedio). Es una torre maciza.
            El guía comentó cosas curiosas como por ejemplo que los torreones del cuerpo central sobresalían poco porque no se crearon para la defensa sino como contrafuertes. Que dentro del cuerpo central originalmente no habían edificaciones sino que solía ser un patio grande con chabolas y casas de madera o de baja calidad para las distintas funciones. Que el recinto central era almenado pero que en algunos lados como por ejemplo el que da al mar se demolieron posteriormente para poner artillería. Que algunos muros y torreones se reforzaron para aguantar esta artillería. Que en el pozo del aljibe había un pasadizo de escape que recorría media ciudad.


            Dentro del castillo han hecho un pequeño museo que habla sobre el castillo pero que está fundamentalmente dedicado a la época del alcaide Guzmán el Bueno. Este fue alcaide de la población durante los tiempos posteriores a la conquista y fueron tiempos muy duros en los que la zona de Algeciras todavía pertenecía al reino árabe de Granada y el apoyo del resto de Castilla era muy escaso por las dificultades continuadas de acceso. Guzmán el Bueno se convirtió prácticamente en un reyezuelo pues se las tenía que arreglar solo. Incluso en alguna ocasión fruto de algún tratado el rey le ordenó que rindiera la plaza y la cediera a los árabes y el se negó. Son curiosas las copias de las cartas de Guzmán el Bueno a Jaime II de Aragón pidiéndole trigo para alimentarse y según cuenta el guía es que recibió bastante ayuda marítima de Aragón para poderse mantener.
            La población de Tarifa siempre se ha considerado muy guerrera debido a la zona en la que está, en la que ha tenido que verselas con distintas invasiones árabes, con piratas  e incluso en tiempos modernos con los ingleses y con los franceses.
            Nos dio una vuelta también por las murallas exteriores de la ciudad en la continuación del castillo por el lado del mar hasta llegar a la parte más débil que es la interior que tiene unos montículos cerca. En esta es donde se hicieron los distintos intentos de invasión siempre fallidos. Hay una zona donde rompieron la muralla los franceses con la artillería pero no llegaron a entrar debido a la defensa de los ciudadanos, a las lluvias intensas que hubieron en esa época y a la ayuda inglesa. De hecho tuvieron que retirarse y dejarse los cañones que llevaban que, según se dice, siguen enterrados en algún lugar desconocido de esas colinas. La zona que derribaron esta reconstruida con buenos sillares y perfectamente realizada por los expertos ingenieros ingleses.


            Y con esto ya nos fuimos para el coche y nos volvimos a Algeciras.