Es sábado y vamos decididos a hacer una buena excursión.
Mañana dan lluvia así que como aquí si dicen que llueve, llueve, hemos decidido
adelantar la excursión a sábado.
El día ha salido frío pero despejado y soleado. Tenemos idea
de hacer una de las rutas de guía turística de Ourense. Se trata de la Ribeira
Sacra, el profundo cañón del río Sil a su paso por el noroeste de la provincia,
en el linde con Lugo.
Nos queda lejos. Tenemos varias opciones para ir hasta allí.
La más rápida quizás es ir por la autovía A-52
hasta Ourense capital y allí buscar la comarcal OU-536
para llegar a la zona.
Otra opción es bajar por la citada autovía hasta Verín y
allí tomar la comarcal OU
113 en dirección a Laza y Maceda para acabar en Santa Olaia de Esgos ya en la OU 536.
Ya allí seguimos la ruta marcada en la guía “Ourense con
otras miradas” editada por el “Padroado Provincial de Turismo” de la Deputación
de Ourense y que se puede bajar en www.turismourense.com.
La ruta empieza en la parroquia de Tarreirigo, cerca de
Esgos en la citada OU-536.
Allí hay una intersección señalizada que lleva hacia el Monasterio de San Pedro
de Rocas.
Este monasterio es quizás lo más bonito e interesante que
hemos encontrado de toda la ruta. Está situado en la ladera de una especie de
circo rodeado de grandes piedras caballeras de granito que le dan un ambiente
muy singular y atrayente. Todas las laderas del circo están plantadas de pinos
y abetos y, en algunas zonas robles, con una densidad de plantación y altura
tal que en el suelo casi no hay luz. Por un estrecho camino asfaltado se llega
a lo que fue el monasterio. Hoy solo queda la casa prioral del siglo XVII donde vivieron los
últimos monjes y la cueva iglesia que forma la parte más antigua de conjunto.
En el siglo VI
hubo un gran movimiento eremítico en toda Europa y norte de África. En estos
tiempos se fundó un pequeño cenobio de tres cuevas con un monje en cada una.
Cuando solo existía un solo monje se llamaba ermita y cuando existían varios se
formaba un cenobio como es este caso.
El cenobio a través de los siglos sufrió distintas
vicisitudes, incendios y abandonos. En el siglo XII
se ampliaron las cuevas dando lugar a una iglesia de tres naves. En el siglo XV se creó una nave
transversal que unía las salidas de las tres naves originales y dentro de la
cual quedaron muchas tumbas medievales que originalmente estuvieron en el exterior,
alrededor de la iglesia. Son tumbas antropomorfas, picadas en piedra con la
forma humana. También aprovechando una roca lateral se construyó una espadaña.
En el conjunto también hay un cementerio del siglo XIX del que apenas quedan
unos nichos vacios y alguna tumba.
El monasterio quedó definitivamente abandonado con la
desamortización de Mendizabal.
Hoy se ha recuperado y en la casa prioral se ha montado un
centro de interpretación de la Ribeira Sacra y del monasterio.
En la iglesia hay una pared en la que se dibujó un mapamundi
en el siglo XII del que hoy
apenas se puede ver nada.
En la zona hay rutas que deben de ser muy interesantes pues
recorren los frondosos bosques de los alrededores. Cerca del monasterio está la
fuente de San Benito que se dice cura las verrugas.
Tras ver el monasterio seguimos la ruta y vamos hasta el
cercano pueblo de Loña do Monte. A mitad de la travesía hay un pequeño cartel
que indica a la derecha el acceso a la capilla de la Virgen do Monte. Nos
metemos por la pequeña carretera que asciende varios kilómetros por la montaña
hasta llegar a un alto donde está la capilla. Eu una bonita construcción donde
está la Virgen y destaca las grandes vistas que tiene de una gran parte de la
provincia. Por las mesas y bancos que hay alrededor debe hacerse una
interesante romería en el lugar.
Llegamos a la población de Luintra en el concejo de Nogueira
de Ramuín. La guía indica que allí está la iglesia románica de San Martiño de
Nogueira pero a pesar de preguntar a varias personas no conseguimos
encontrarla.
Tomamos la carretera OU-0508
en dirección a Paradas de Sil. A un kilómetro o dos de distancia hay un desvío
a la izquierda donde se indica hay unos enterramientos megalíticos. Apenas
cogido el desvío se pueden ver los carteles de los enterramientos. Son unas
ligeras elevaciones del terreno de apenas un metro de altura en cuyo centro hay
una serie de piedras grandes a modo de lajas donde estaba la cámara mortuoria.
Están datados entre 2000 y 5000 antes de Cristo. Hay 7 de los cuales vemos 2.
En la zona hay muchos peñascos formados por piedras caballeras de granito que
son lugares muy comunes de culto en la antigüedad. Nosotros observamos algunas
oquedades a modo de balsas que quizás puedan no ser naturales. Un examen más
detallado quizás permita encontrar petroglifos o cazoletas. A estos túmulos
funerarios les llaman las Mamoas de As Cabanas.
Seguimos en dirección a Paradas y nos encontramos con el
desvío a la izquierda del Monasterio de San Estevo de Ribas del Sil. En esta
zona ya la carretera va paralela a los cañones del Sil, por su parte alta de la
margen izquierda. Cuando llegamos al monasterio la niebla que durante toda la
mañana llena los profundos valles de toda la provincia, aquí, nos impide ver
casi el edificio.
Hoy día el monasterio es un Parador Nacional. Nos lo encontramos
cerrado a cal y canto pues es de los Paradores que en invierno los cierran pues
dice su Presidenta (que si no me equivoco es la mujer de Rato) que no son
rentables. Me encantan estos gestores que ganan grandes sueldos supongo que por
lo buenos que son en su trabajo y que luego lo cierran todo porque son
incapaces de hacerlos rentables.
El monasterio está en una ladera de los cañones del Sil
pero, como indico, no se ve nada debido a la niebla.
En Galicia son todavía muy aficionados a tener los
cementerios rodeando las iglesias y dentro de la población. Llama la atención
las apretadas tumbas que hay en la fachada de la iglesia del monasterio y que
prácticamente llegan hasta la entrada del Parador.
Volvemos a la carretera y continuamos hasta Loureiro. En
este pueblo nos desviamos para asomarnos de nuevo a los cañones por la
carretera que baja hasta el río al embarcadeiro de Santo Estevo. En este
embarcadero se puede tomar el catamarán que te da un recorrido por el río pero
que como todo en la zona (restaurantes, puntos de información, Parador,
iglesias) está cerrado. Una forma de fomentar el turismo de invierno.
Asomandonos a este punto podemos ver algunas parcelas de viñedo encaramadas en
las empinadas laderas del río y que dan el vino de la denominación Ribeira
Sacra. Aquí también podemos ver unos edificios de viviendas iguales que forman
toda una barriada de tipología distinta a las del lugar y que debió ser el
poblado de alguna presa. En lo que fue el casino del poblado hoy hay un
restaurante turístico también cerrado durante el invierno.
Ya se nos hace tarde y el hambre aprieta. Nos asomamos a un
par de miradores de los cañones, entre ellos el de Cabezoas.
Por fin llegamos a Paradas do Sil y tras buscar entre
restaurantes cerrados conseguimos encontrar unos que nos da un menú que nos da
nuevas fuerzas.
Por la tarde nos acercamos al medio abandonado monasterio de
Santa Cristina de Ribas do Sil. Originalmente fue un cenobio fundado en el
siglo IX. Posteriormente
en el siglo XII se construyó
la iglesia y el monasterio que
actualmente se ve es del siglo XV
La iglesia está cerrada y no la podemos ver. Si se puede
entrar libremente en el claustro y edificios anexos medio rehabilitados para no
falsear lo original. Las fotos dan mejor fe de la belleza del lugar.
Ya cansados salimos a la OU
– 536 a la altura de Vilariño Frío. Volvemos por Ourense.
Comentar que estas tierras visitadas debieron ser
francamente pobres y aisladas. La gente tuvo que emigrar y buscar oficios que
les diera para vivir. Fueron famosos los afiladores y paragüeros de la zona que
recorrían toda España ejerciendo su oficio. También fueron muchos los que
recorrieron el país como barquilleros. Ese oficio en el que daban barquillos a
los que acertaban en esa pequeña ruleta que llevaban.