Tras la borrasca del día de ayer que tanto magnificaron las televisiones, ha venido un día de calma.
Y lo hemos aprovechado para hacer una de nuestras excursiones.
Hace unos días me llamó la atención, buscando por internet, el pueblo de Grajal de Campos. Consideran una joya arquitectónica del renacimiento la escalera del palacio que hay en este pueblo. Ya buscando más cosas vi que también tiene un castillo.
Así que nos fuimos para allá. Está un poco al sur de Sahagún. Nos costó sobre una hora bajar desde Huergas de Gordón.
El pueblo está en los llanos cerealistas de León, ya lindando con la provincia de Valladolid y con la de Palencia.
Cuando llegamos sobre las once el pueblo estaba prácticamente dormido. Pocas personas vimos por la calle. Más tarde empezaron a aparecer. El aire era gélido y la ligera brisa lo hacía más insoportable.
Aparcamos el coche en la misma puerta del palacio. Es uno de estos pueblos en los que hay tan pocos coches en la calle que no sabes si se puede aparcar o no.
El palacio es un enorme caserón cuadrado con cuatro torreones en sus esquinas. Una de ellas conecta con la iglesia dando lugar a un pasadizo que une las calles. Se ve que está en restauración. Está cerrado.
Damos la vuelta a la manzana para husmear por las puertas y ventanas a ver que vemos.
Llama la atención los materiales con las que hicieron los edificios. Poca piedra y mucho adobe y ladrillo. Esto da lugar a grandes problemas de conservación. Destacar de este paseo los ventanucos a nivel del suelo en las casas que da ventilación a antiguas bodegas. Nos comentó el alcalde en su tiempo que está fue una zona vinícola en su tiempo aunque de escasa calidad. Ahora algunos están volviendo a replantar vid.
Tras esto nos dirigimos al castillo. Es de planta cuadrada de bajas pero potentes murallas. Se construyó en el siglo XVI. En esta época vivía en la población una poderosa familia de apellido Vega que construyeron el palacio, el castillo y otros edificios. Eran los señores de Grajal.
Este castillo se cuenta fue el primero que se construyó en España para resistir ataques artilleros. De ahí su poderosa fortificación, sus bajas murallas, el gran espacio tras las murallas y las grandes troneras.
De todas formas se supone que se construyó más para demostrar poder que por su eficacia dado que se encuentra en el interior de España, en una época de estabilidad y apartado de los caminos. Añado yo que también está en un montículo bastante bajo, inferior al del pueblo y muy cercano a la población lo que lo hace ineficaz para bombardeos por el lado en el que se encuentra el pueblo.
No lo podemos visitar pues se encuentra cerrado. Parece que en verano la Diputación envía guías que lo enseñan.
Llama la atención la ínfima puerta que tiene. Apenas un portillón en todo el contundente y gran recinto cuadrado del edificio. El portillón por donde solo cabe una persona además está a un lado, junto a una de las torres esquineras y por el lado contrario al de la población.
Cuentan que en una de las torres había una fábrica de pólvora con molinos para el carbón y el azufre. No sé como moverían esos molinos pues no creo ni que pudiera entrar un animal al edificio y tampoco había agua.
Volvimos hacia el coche y entonces nos encontramos con el alcalde que es el que se dedica a enseñar el palacio. Es un hombre jubilado pero todavía con buen vigor. Cuenta que el también emigró y lo hizo a Vascongadas. Cuando se jubiló se volvió al pueblo y ha estado como alcalde peleando para que el pueblo no acabe de morir.
Antiguamente tuvo una gran importancia como cabeza de condado y con mercado. Hoy es un pueblo en franca decadencia a pesar de que se ven nuevas construcciones probablemente de gente procedente del lugar que veranea aquí.
El alcalde no para de moverse intentando poner en valor los numerosos edificios de que dispone. Con un presupuesto de 17.000 euros solo las subvenciones le permiten ir rehabilitando los edificios.
Nos enseña el edificio. Por lo que cuenta, el consiguió que la familia propietaria se lo vendiera por el simbólico precio de 6 pesetas. Cuando lo adquirió estaba prácticamente en ruina y desmantelado por el pillaje.
Tiene un gran portalón de entrada en su fachada principal. En la puerta todavía se pueden ver herrajes en forma de concha indicando que por aquí también pasa un camino de Santiago el llamado de Madrid que confluía en Sahagún con el francés.
La entrada da directamente al patio central con claustro bajo y alto alrededor del cual se distribuye toda la casa. Este palacio empezó a construirlo, entre los años 1517 a 1523, Don Hernando de Vega señor de Grajal y Maestre de la Orden de Santiago. Buscó al arquitecto italiano Lorenzo de Adonza.
La terminó su hijo D. Juan de Vega, embajador ante la Santa Sede,, virrey de Sicilia y Presidente del Consejo del Reino.
La influencia italiana se ve en el enorme balcón o logia que da a la plaza mayor o la escalera que es de los elementos más reconocidos del palacio.
El patio es amplio y esbelto dando lugar a un gran espacio que francamente en estas zonas tan frías no sería muy utilizado. Cuenta el alcalde que el patio estaba prácticamente desmantelado. Muchas columnas y balaustradas habían desaparecido y las que quedaban estaban en muy mal estado. Hoy tras una profunda rehabilitación con elementos creados de nuevo pero manteniendo la similitud con los antiguos el patio luce de nuevo. Aquí por suerte la arquitecta que lo dirigió no metió elementos modernos como les gusta hacer a muchos de su profesión.
La escalera está nada más entrar al patio a la derecha. Está adornada con yeserías con motivos vegetales y geométricos. Tan solo hay dos hipopótamos que recuerdan a una batalla que los propietarios dirigieron en Túnez. También hay un león en el remate de la barandilla. En el primer piso hay distintas dependencias del palacio. Grandes habitaciones a las que se accede desde el patio y cuyas ventanas dan a la calle. Parece que las principales habitaciones, las más nobles, daban al oeste a la puerta principal.
A continuación nos enseña el pasillo que hay en palacio y que lleva al palco que da al altar de la iglesia, desde donde la familia oía misa. En ese mismo corredor hay una habitación que dice es donde dormía la mujer de Juan Vega que era nieta de San Francisco de Borja.
Existía en ese lugar una escalera de caracol por donde el cura subía a darles la comunión, así ellos no tenían que bajar y mezclarse con el populacho.
Destacar también la gran logia que desde la planta baja daba a la plaza mayor del pueblo. Por la pendiente del terreno desde la plaza el corredor es un primer piso.
No cobra por la visita pero si le dices algo te enseña un buzón donde dejar la voluntad para pagar gastos.
En la misma manzana del palacio hay un patio cerrado por tapiales que se llamaba el huerto de los olivos donde la familia gustaba de tener plantas medicinales que recogía por distintos lugares. De ello no queda nada.
Tras ello vamos a visitar la iglesia que está bajo la advocación de San Miguel. Tuvimos la suerte de que la abren a las 12 h 30’ para misa y pudimos visitarla.
Fue edificada también en el siglo XVI en los mismos años que el palacio. Fue basílica hasta el siglo XIX. No pensaba yo que una iglesia una vez nombrada basílica pudiera dejar de serlo.
Tiene exteriormente un estilo mudéjar marcado por el uso del ladrillo.
Tiene en el interior numerosas imágenes antiguas. En el altar hay dos armarios cerrados con reliquias regaladas por el papa a la mujer de Juan Vega. Solo se muestran el día de la Candelaria.
También destaca la torre con 5 esquinas. La hicieron así para que no ocupara tanta calle.
El pueblo cuenta el alcalde que llegó a tener 5 parroquias de la que no queda ninguna después de la desamortización.
El pueblo tiene otros monumentos que no vimos como son:
La ermita de la Virgen de las Puertas. La ciudad estaba amurallada; de ello no queda nada salvo la puerta de San Andrés. En el torreón defensivo de esta puerta es donde se sitúa la ermita de la citada virgen patrona del pueblo. De esta puerta destacan la pequeña estatua que hay en una hornacina que es romana y que representa a Hercules niño. Los romanos lo solían poner en las puertas de entrada para proteger la población. Se ve que alguien mantuvo esa costumbre.
Hospital de Ntra. Sra. de la Antigua. Es un caserón fuera del pueblo que construyó Blanca Enriquez para atender a los enfermos y pobres del pueblo y que funcionó hasta el 1778. El alcalde cuenta que cerca de este edificio descubrió numerosos cadáveres de los que nos enseñó las fotos y que fueron los que morían en el hospital.
Convento de Ntra. Sra. de la Antigua. Lo fundó Juan Vega (nieto) para panteón de la familia. Fue monasterio de monjes Franciscanos Alcantarinos hasta la desamortización en 1835. Impulsaron la cultura del lugar. En 1881 volvió a ser adquiridos por un grupo de monjas que vivieron hasta el 2006. Hubo polémica cuando se fueron pues se llevaron a Toledo todas las imágenes de valor que había en el convento. El convento lo vendieron a un particular y no se sabe que va a hacer con él.
Tras esto paramos en Sahagún a tomar unas cervezas y nos volvimos para Huergas.
Destacar la existencia de Tomasa Enriquez Borja que era nieta de San Francisco de Borja y mujer de Juan de Vega, y Toledo 2º conde de este lugar. De ello quedan dos grandes cuadros de San Francisco de Borja en el altar de la iglesia. En uno de ellos hay una niña que era ella misma. Vivió sus últimos años en palacio en una pequeña habitación en el corredor junto al palco que da a la iglesia.
Los Borja procedían de Borja (Zaragoza). Era una familia influyente que se estableció en Jativa y luego en Gandía. Tuvieron mucho poder y llegaron dos de ellos a ser papa. De esta familia nació San Francisco de Borja que llegó a ser también muy influyente en la corte de Carlos I de España e Isabel de Portugal.
Cuando murió esta última acompaño el féretro hasta su tumba en Granada y vio una mujer bella en lo que se había convertido.
Por ello dijo “nunca más servir a un señor que se pueda morir” Por ello se hizo cura tras morir su mujer y vivió en santidad.
Mientras vivió en la corte se casó con Eleanor de Castro Melo e Menezes, con la que tuvo ocho hijos: Carlos, Isabel, João, Álvaro, Fernando, Afonso, Joana y Doroteia
Álvaro de Borja y Castro, que nació en 1534 en Toledo se casó con Elvira Enriquez de Almasa y Borja, que era hija de hija de Juan Enriquez de Almansa y Rojas y Juana de Borja y Castro. Esta mujer nació en septiembre de 1551 en Alcañices. Fue la V marquesa de Alcañices. Tuvieron 7 hijos uno de los cuales fue Tomasa de Enriquez de Borja.
Por lo que veo Elvira Enriquez de Almasa y Borja, era sobrina de Álvaro de Borja y Castro pues la madre de ella era hermana de él.
Lo que también me llama la atención es que Tomasa se apellide primero Enriquez y luego Borja cuando debía ser alrevés. No se si es que el apellido Enriquez lo consideraban más importante. Por lo que he visto en internet la familia Enriquez era muy importante. Esta claro que se casaban entre familias importantes pues luego Tomasa también lo hizo con Juan Vega que también era muy reconocido.
Por fin Tomasa de Enriquez de Borja se casó con Juan de Vega y Toledo y se fue a vivir a Grajal de Campos.
Pero cuidado, este Juan de Vega no es el hijo de Hernando de Vega que participó en la construcción del palacio sino un nieto. Hernando de Vega (señor de Grajal) se casó con Blanca Enriquez de Toledo y tuvo un hijo que fue Juan de la Vega. Juan de la Vega (señor de Grajal) se casó con Leonor de Osorio y tuvo 3 hijos: Pedro de Vega, Isabel de la Vega y Osorio y Elena de Vega y Osorio Sarmiento. Pedro de Vega (señor de Grajal) se casó con Jerónima Enriquez y tuvo un hijo que fue Juan de Vega y Toledo (1er conde de Grajal) que fue el que se casó con Tomasa en 1565. En el artículo que hay en “condes de grajal.pdf” parece que confunde a estos dos Juanes y casa dos veces al primero con Leonor de Osorio y con Tomasa. (La verdad es que este articulo cuenta una genealogía bastante diferente).
Juan de Vega y Menchaca se casó con Juana de Borja y Hénin y no tuvo hijos por lo que el título pasó a su hermano.
Su hermano Francisco de Vega Machuca se casó con Leonor Rodriguez de Villafuerte, (señora de Villafuerte) y parece que tampoco tuvo hijos.
José Isidro Osorio y Silva-Bazan ya ha acumulado los títulos de Condes de Fuensaldaña (13),Condes de Grajal (13),Condes de Huelma (16),Condes de la Torre (9),Condes de Ledesma (16),Condes de Villanueva de Cañedo (10),Condes de Villaumbrosa (9),Duques de Alburquerque (18),Duques de Algete (5),Duques de Sesto (8),Grandes de España, Marqueses de Alcañices (16), Marqueses de Cuéllar (14), Marqueses de Cullera (5), Marqueses de los Balbases (9) y Marqueses de Montaos (9). Se casó con Sofia, princess Trubetskoy y no tuvo descendencia.
Es curioso que al final una descendiente de valencianos acabe en Grajal. Como se ve me he entretenido buscando en internet toda la sucesión de condes de Grajal. Destaca sobre todo en los inicios como se casaban familiares con familiares continuamente.