Entre pitos y flautas llevamos tiempo sin hacer una excursión por las tierras de Castilla y León. Este último día del puente del Pilar no podemos desaprovecharlo y salimos a ver.
Habíamos visto en la tele unas imágenes de la pequeña ciudad encantada que conforma Las Tuerces y se nos quedó en la cabeza visitarlas.
Así que salimos por la muchas veces nombrada por mi Cl-626 en dirección a Palencia. Es un buen recorrido en coche pero esperamos que valga la pena.
Cuando llegamos a Aguilar de Campoo tomamos la N-611 en dirección a Palencia y pronto nos desviamos en dirección a Villallano. Cuando se llega a este pequeño pueblo hay que desviarse por un camino de tierra en buen estado para llegar a Villaescusa de las Tuerces.
En esta población se inicia el ascenso a la colina donde se encuentra la ciudad encantada. Realmente nos equivocamos al llegar a Aguilar de Campóo y nos fuimos por otra carretera. Pronto vimos que no era el camino y tomamos el antes indicado. Tampoco es el más directo sino otro que hay un poco más adelante, por la nacional citada,
Dejamos el coche en el pueblo. Hay algunos buenos rincones para dejarlo. Comenzamos a subir la colina que hay al sur por un camino de tierra. Pronto nos encontramos con un cartel que indica el sendero que sube. Apenas iniciado nos encontramos una fuente que sale de la propia roca caliza. Saca un buen caudal de un agujero en la pura roca y es aprovechado para abastecer al pueblo.
Empezamos a encontrarnos buenas paredes que limitan distintas banquetas. Se llega a la zona superior de la colina donde se pueden encontrar las distintas formaciones.
Se trata de una colina moldeada por un ciclo kárstico avanzado. Hace 86 millones de años se formó en el mar distintos estratos calizos a partir de sedimentos de animales marinos. Luego estos estratos quedaron en superficie y fueron moldeados por los distintos agentes atmosféricos y marinos. La roca caliza se solubiliza por la acción del agua cargada de oxigeno y se descompone. Agentes atmosféricos como las heladas cuartean la roca provocándoles hendiduras. Distintas variaciones en el nivel del mar van provocando acantilados con erosión diferencial. Estos y otros fenómenos van provocando la multitud de pasillos, oquedades túmulos aislados y otras formaciones en las que es divertido perderse. No es muy grande la zona pero suficiente para disfrutar perdiéndose por ella y al mismo tiempo disfrutar de los paisajes que desde aquí se contemplan de los llanos alrededor del río Pisuerga que discurre por su base.
Tras esto, bajamos al pueblo y cogimos el coche para ir al Cañón de la Horadada. Para ello, hay que ir de nuevo a la N-611 y seguir en dirección a Palencia. Pronto, hay un desvío a la derecha que nos lleva a Olleros de Pisuerga. Pasamos el pueblo y el río y llegamos al desvío que lleva a Santa María de Mave. No hay que desviarse sino seguir recto. Apenas pasados unos metros, hay un pequeño camino a la izquierda con un cartelito que dice camino Horadada. Dejamos el coche en un prado un poco más adelante y seguimos el camino.
Primero admiramos una enorme máquina cosechadora de patatas. En esta zona se hace patata de siembra.
Seguimos el camino y nos vamos metiendo en la garganta excavada, a través de los siglos, por el río Pisuerga. Pronto, algo así como a un kilómetro, aparece varios grandes edificios junto al río. Es un gran molino. En toda la zona de Palencia, junto al río Pisuerga o junto al canal de Castilla podemos encontrar varios de estos grandes molinos harineros, prueba de que estamos en el granero de España. No está abandonado, ahora se utiliza como minicentral eléctrica que seguramente da más dinero.
Por un lateral se continúa y el sendero empieza a ascender. Se pasa por un bonito abrigo rocoso que sirve de pasillo y luego por una cueva horadada por ambos lados. Con ello se sube hasta una repisa por la cual se discurre con el cañón a la izquierda. También aquí se pueden encontrar cantidad de setas. Continuamos varios kilómetros hasta que el cañón se abre de nuevo, ya cerca del pueblo de Villaescusa de las Torres, el pueblo desde donde subimos a las Tuerces. De hecho el sendero se puede hacer entre los dos pueblos pero nosotros volvemos sobre nuestros pasos para llegar al punto de inicio.
Tras esto paramos en Olleros de Pisuerga. Hemos leído que hay una iglesia troglodita y vamos a intentar verla. Está en un lateral del pueblo, se ve desde la carretera. Tuvimos suerte y encontramos al que la enseña. Solo lo hace con reserva previa y para grupos. Acababa de enseñarla a un grupo y conseguimos hacer que volviera para mostrárnosla.
Vale la pena verla. Está excavada en roca calcarenita, posee dos naves separadas por columnas, una sacristía y una capilla lateral. La sacristía parece que fue una pequeña iglesia más antigua. La capilla lateral se utilizó para enterramiento de algún prior o abad.
Por lo que cuentan los textos, la capilla fue construida por monjes eremitas allá por el siglo VIII. No obstante hay quien indica que puede ser anterior, incluso del siglo IV.
Todo el suelo de la iglesia está lleno de enterramientos. Alrededor de la iglesia, en el exterior, hay también numerosas tumbas antorpomorfas. Incluso el cementerio actual está junto a la iglesia.
Cabe destacar también el Cristo crucificado que hay en una de las naves de la iglesia.
Dispone la iglesia de una torre separada del resto de origen medieval. Bajo ella hay otro habitáculo horadado en la roca. Los estudiosos indican que pudo ser empleado como baptisterio. Piensan que si se excava se pueda encontrar una balsa para hacer la ceremonia por inmersión.
Vale la pena ver esta iglesia.
Entre el pueblo y el río Pisuerga vimos un camino con un cartel que indicaba el acceso al castro de Cildá. Ya no subimos a verlo pues ya hemos andado bastante. Por lo que he leído fue una ciudad cántabra que fue conquistada por los romanos el año 26 a.C. Posteriormente siguió habitada en época visigoda y se abandonó en el siglo XII. De esta ciudad se pueden ver las murallas.
Destacar la mina San José, también ubicada entre el pueblo y el río, en la ladera de la colina que hay hacia el norte. Se puede ver desde la carretera fácilmente las escombreras de varias bocas. Tampoco fuimos a visitarlas. He leído en internet que se explotaron durante algún tiempo antes de la guerra y después por la gente del pueblo para autoabastecerse. También he leído que la gente sacaba islan en el río Pisuerga. Este carbón procedía de las lejanas minas de Barruelo de Santullan.
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