Tras la inesperada manifestación que convocó Democracia Real Ya el 15-M y los actos posteriores, más o menos acertados, pero que han mantenido el impulso, se produjo el 19-J una nueva manifestación.
A pesar de que todos los medios de comunicación no han hecho propaganda de ella, era la prueba de fuego para que la gente respondiera. La primera, la del 15-M nos pilló a muchos con el pie cambiado pero esta se puede decir que era conocida de todos.
Y a pesar del lógico baile de cifras de participación yo considero que ha sido un éxito. Sean las 200.000 personas que indica La Sexta el millón y pico que dice Spanish Revolution o los 942.900 que indica Democracia Real Ya yo considero que es un número apreciable que no hay que desdeñar en un país como este en que la gente se encuentra adormecida y aborregada.
En León las cifras oscilan entre las más de 5.000 personas que dicen los periódicos a las 8.000 de los organizadores.
Yo me apresté a ir. Llegamos Luisa y yo sobre las 18h45’ y había muy poca gente. Incluso ya eran las 19 horas y pocos eran los congregados. La manifestación se retrasó un poco para compensar la falta de puntualidad de la gente, ya crónica en este país.
Ya cuanto empezó a mover vimos como la cabecera avanzaba pero nosotros nos quedábamos en el sitio y se iba rellenando el espacio entre medio. La calle Ordoño II se llenó prácticamente de comienzo a fin. Pronto empezaron a repartirse consignas que gritar y la gente participaba con autenticas ganas.
La organización se repartió a lo largo de la manifestación y manejó sin problemas al conjunto de los manifestantes, solícitos en todo momento.
Variedad de gente. Por supuesto había buena cantidad de perroflautas y rasteros pero también había mucha juventud, universitarios y gente adulta de todas las edades y niveles sociales. La gente estaba muy concienciada.
La gente no dejó la manifestación en ningún momento a pesar del calor reinante y la longitud del recorrido.
La cosa se fue animando según nos acercábamos a la plaza de la Inmaculada, primero al pasar frente a la sede de los sindicatos UGT y CCOO y luego al llegar a la Delegación del Gobierno. En ambos casos la gente coreaba que no nos representan.
Al llegar a la plaza de Santo Domingo parecía que la manifestación se iba a disolver allí pero luego continuó por la calle Ancha hasta la plaza de Regla. Allí la gente se reanimó y echó el resto incitada por la presencia de público.
Tras llegar a la plaza de la Virgen de Regla, se realizó una asamblea a la que ya no asistimos por cansancio.
Bonita experiencia aunque estos políticos de tres al cuarto hagan oídos sordos.
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