La crisis provocada por el sistema financiero se veía venir hace tiempo.
Políticos y poderes económicos han seguido ignorando la imposibilidad de seguir en la senda del crecimiento constante y descontrolado y han seguido apoltronados en sus sillones especulando y robando sin crear riqueza real.
La crisis, en esta situación, fuera de finalizar se ha mantenido e incluso recrudecido. Han tomado medidas mediocres y contraproducentes y han desviado la vista a otro lado mientras sus bolsillos siguen llenándose sin reparos ya sin disimular.
Viendo la situación, la última medida que han decidido es la de bajar el nivel de vida de las sociedades occidentales en un ánimo de igualarlas a la de los países en vías de desarrollo y así poder competir. Nos quieren convertir en “chinos” sin derechos, trabajando todo el día por cuatro chavos y a merced de las grandes empresas.
Nunca hablarán de sostenibilidad. Abominarán de un sistema en el que se plantee producir lo necesario para que todas las sociedades vivan con calidad de vida. No favorecerán el que países como China produzcan en igualdad de condiciones que los países avanzados. Les da igual que vayamos al hundimiento del sistema porque ellos estarán forrados. Cuando se llegue a esa situación ya pensarán algo.
Mientras la gente vive anestesiada, disfrutando de los restos de años de riqueza y disfrute, sin esfuerzos, responsabilidades y sin valores que les produzcan obligaciones, más preocupados del opio del futbol que de los problemas que se avecinan.
Los políticos y los grandes poderes ya no disimulan en sus robos y abusos viendo que la población no reacciona.
En ese ambiente deprimente, sin horizonte de solución, una chispa ha prendido cuando no se esperaba. Esa juventud mal acostumbrada y materialista ha reaccionado y ha salido a la calle. Y no solo ellos, también se les ha unido muchas personas adultas con criterio y que han visto como toda la sociedad a su alrededor se desmorona.
En este día, ya libres de la semana de trabajo, hemos bajado a León a reunirnos con los acampados en la plaza Botines. Nos hemos acercado a hacer bulto y a disfrutar de una gran cacerolada. Según han dicho posteriormente los periódicos hay unas 1000 personas gritando y coreando los lemas contra el poder económico neoliberal establecido.
No se sabe que pasará. Los políticos en estos pocos días antes de las elecciones municipales y autonómicas no han sabido reaccionar. Primero han ignorado las manifestaciones. Luego simplemente han seguido con sus consignas pseudodemocráticas de que hay que votar, que el poder está en el voto y por supuesto en echarse las culpas unos a otros.
La llama está encendida, ¿acabará en incendio?, ¿se extinguirá? No se sabe. El tiempo lo dirá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario