Este día bajamos a Asturias prácticamente para ver fachadas de casas para elegir el color con el que pintar la nuestra. En otras ocasiones que habíamos bajado, vimos casas con colores vivos y queríamos verlas para poder elegir uno.
Así que tomamos puerto de Pajares para abajo y recorrimos con calma la zona entre Pola de Lena y Mieres. Y mirando casas fue cuando encontré la carretera que se interna por el valle de Turón. Había recorrido el valle del Aller y el del Nalón pero nunca me había internado por este pequeño y coqueto lugar.
Se pueden encontrar dos cosas en este valle. Mucha naturaleza y mucha antigua minería. El ambiente lluvioso hace el paisaje más asturiano si cabe.
En el primer sitio que paramos es en el lugar donde estuvo el pozo Fortuna. Solo se ve el comienzo del pozo porque fue tapado tras servir de fosa común durante la guerra civil. En la zona hay multitud de maquinas y elementos mineros expuestos hoy día a lo largo de la vía verde que discurre por el valle.
Continuamos valle adelante y la carretera empieza a subir para acceder al pueblo de Urbiés. La carretera continúa hacia el valle del Nalón. Las montañas que delimitan el valle de Turón son amplias y llanas en sus cumbres habiendo multitud de prados y pueblos.
Volvimos valle abajo y paramos en el pozo Espino. Es un pozo muy singular con una caseta de madera en su parte superior donde estaba la maquinaria. Pertenecía a la empresa Hulleras de Turón y tenía una profundidad de tan solo 28 m. Ahora uno se puede asomar al pozo, incluso caminar por encima de la rejilla tramex que lo tapa.
Tras esto nos fuimos para casa.
Habrá que volver y disfrutar de este bonito valle.