Una nueva excursión por el arroyo de Valcuevas que ya comenté en otra ocasión está en Cabornera.
La idea era pasar la segunda garganta a ver que hay detrás. Así que paramos el coche en la carretera de Geras y nos metimos por la primera garganta que como he comentado hay que pasar por unas piedras pues el agua va de lado a lado.
Atravesamos los prados que hay a continuación y nos dirigimos hacia la segunda garganta. En este punto parece que hay una toma de agua supongo que para alimentar a la población de Cabornera.
Pasamos este punto y la vegetación aquí es casi selvática. Desaparece todo rastro de senda. La ladera izquierda es casi vertical y muy poblada de vegetación. Es una umbría. La derecha es una solana. Hay un corredor de materiales blandos que discurre a lo largo del estrecho estrato duro que forma la garganta. Este corredor es muy empinado y parece que no se acaba nunca.
Al final llegamos arriba y nos encontramos el bosque de hayas y robles del barranco de al lado que ya comenté en la anterior vez que vinimos por aquí.
Tuvimos que atravesar zonas complicadas y al final seguir subiendo hacia el sur para llegar a un valle que hay después de una tercera garganta. Es un valle más amplio que se desvía hacia el oeste y que está a los pies del Pico Amargones. En esté valle hay una pista forestal pero está en la ladera de enfrente, muy lejos.
En esta zona encontramos una especie de cruz que indica que en esta zona esparramaron las cenizas de un niño. Cualquiera sabe cual fue la lastimosa historia de este chaval. En este punto parece que hay un pequeño corredor que discurre hacia el norte y que va hacia el segundo valle.
Pienso que bajando por aquí podemos llegar con rapidez al segundo valle y de allí a la carretera de Geras y llegar sin rodeos al coche. Por el otro lado el bajar el valle interior para volver a subir una buena ladera y llegar a la pista forestal que nos lleva tras un buen rodeo a Cabornera nos parece mucho.
Empezamos a bajar el corredor y se convierte en una ladera empinadísima formada por una pedriza en umbría muy complicada. No tenemos más remedio que seguir y al final se va cerrando en bosque de hayas casi intransitable. Encontramos dentro del bosque un antiguo camino casi intransitable que nos lleva a una senda más pateada que va por fin al segundo valle. Una autentica locura de bajada.
En las laderas más bajas de las pedrizas encontramos macizos enormes de frambuesas que dudo que nadie coja pues están escondidísimas. Tampoco se si en esta umbría harán mucho fruto.
En fin que tras esto llegamos al coche y nos volvimos para casa.
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