No recuerdo cual es el nombre del pico que íbamos a subir por allá por el puerto de Geras pero el tiempo que venía por el oeste era tan feo y hacía tanto aire que nos tuvimos que volver atrás.
Además la compañía no era muy montañera así que los llevé a Santa Lucía y los llevé por el sendero que sube al cueto de San Mateo. Por allí subimos por encima de las balsas de decantación de la mina por esa garganta entre peñas que da lugar a un pequeño barranco escondido con unas hayas enormes y centenarias.
Nos encontramos dos buenas sorpresas. Primero unas setas de cardo enormes. Unas bajo las hayas y otras entre las rocas en el camino de subida.
Por otro lado, entre los estratos casi verticales encontramos uno con multitud de fósiles. Encontramos unos muy bonitos de caracolillos y otros que no se lo que es, si corales o algo por el estilo. La geóloga de la obra tampoco supo decirme que eran.
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