Mi amiga Luisa y yo decidimos hacer un viaje cultural. Salimos hacia León; luego tomamos la A-63 hacia Benavente. Allí tomamos la N-630 y bajamos hacia Zamora. Este tramo de carretera todavía no lo han desdoblado a autovía y por tanto es bastante pesado. Pero como vamos con calma no se hace demasiado largo. Ya cerca de la capital aparece una circunvalación que le da la vuelta pero nosotros nos metemos en la población.
Nos metemos en la ciudad antigua, está amurallada y es pequeña por lo que se puede recorrer bien sin problemas. Nos encontramos en la catedral y entramos en ella. Es de planta románica aunque los alzados son góticos. Es pequeña y no demasiado atractiva pero es importante porque se inició en el siglo XII. Creo que su cúpula es un ejemplo único.
Luego encontramos una oficina de turismo que nos dio un folleto en el que pude ver que lo más interesante son sus numerosas iglesias. Y vimos unas cuantas. Para mi fueron sorprendentes. Por fuera suelen ser de planta románica. Por dentro eran góticas de distintas épocas. Me llamó la atención algunas con arcos ojivales partiendo desde el suelo al estilo de la catedral de Valencia, o las atarazanas de esta misma ciudad. No es común este estilo por fuera de las zonas de influencia aragonesa. Me sorprendió el tamaño de sus naves para la escaso tamaño por fuera. Además eran de unas plantas bastante peculiares e irregulares.
También es interesante asomarse al Duero desde los miradores que hay encima de la muralla con los azudes y molinos repartidos por el río.
Tras esto cogimos el coche y nos fuimos a Toro. Es una ciudad grande e interesante pero era ya hora de comer y no nos decidimos a quedarnos. De todas formas es curiosa su ancha calle principal con pórticos y la puerta con torre que la inicia.
Continuamos en dirección a Tordesillas. Tordesillas es una ciudad pequeña y no muy agradecida. Dimos un pequeño paseo y comimos en un restaurante comida normalita.
Por la tarde continuamos paseando y llegamos al monasterio que hay en la orilla del río llamado Real Monasterio de Santa Clara. Pertenece al Patrimonio Nacional. Es importante porque guarda algunos restos de lo que fue un palacio de los reyes de León. Por ello guarda algunas salas muy interesantes y antiguas. Destaca el artesonado mudejar del altar de la iglesia muy similar al que hay en la iglesia de Candelario en la provincia de Salamanca.
La historia cuenta que en el monasterio también pasó sus últimos días Juana la Loca pero la guía comentó que vivía en un pequeño palacio cercano ahora desaparecido.
Tras esto continuamos nuestro viaje por la A-6.
Cuando llegamos a Mota del Marques nos desviamos y subimos a lo que queda de su castillo. Destaca muchísimo desde la carretera este castillo con la enorme torre del homenaje medio derruida y una iglesia un poco más abajo también derruida.
En este pueblo también hay una gran iglesia y un palacio que ahora no se en que se emplea.
Continuamos nuestro viaje a Urueña. Esa famosa villa del libro. No se que interés real puede tener esto de un pequeño pueblo con varias librerías. Me da la sensación que pronto cerrarán muertas de asco pero la verdad es que no lo se. Es cierto que había bastante gente por el pueblo paseando. Desde luego el pueblo es digno de ver. Todo son casas y está rodeado por una muralla prácticamente completa. Está en una meseta que domina el terreno circundante dando unas espléndidas vistas. Parece un pueblo parado en el tiempo.
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