Es uno de los 10 picos más bonitos elegidos por los montañeros en León.
El fin de semana pinta estupendamente con un enorme anticiclón encima de España. Así que el sábado salgo hacia la comarca de Riaño. El tener un cielo anticiclónico tiene dos problemas, uno es el frío que hace por la mañana y otro las nieblas.
Las nieblas estaban muy encajonadas en los valles. Por ello cada vez que la carretera pasaba por una zona alta la vista de los valles inundados de niebla era espectacular.
Para subir a Yordas hay que llegar hasta el pueblo de Liegos. Está al noroeste de Riaño. Paro el coche allí y empiezo a caminar por un camino que hay por el lado este del pueblo. Tras llanear un rato la pista se mete, tras subir un altozano, a un valle que se llama de San Pelayo. Hay que patear un buen tramo, unos cuantos kilómetros hasta llegar a una cuadra de animales o majada de nueva construcción que hay entre el camino y el arroyo. En este tramo voy metido en niebla y la temperatura es inferior a 0 ºC. El suelo está congelado y los prados blancos de tanta escarcha.
Por encima de la majada hay que cruzar el arroyo y cruzar el prado que hay a continuación acercándose a los árboles que hay en la ladera de enfrente. Donde empiezan los árboles hay que fijarse que hay una valla. Hay que buscar una puerta que hay y pasar por ella.
Tras la puerta nos metemos en un bonito hayedo. El camino empieza a subir pronunciadamente. Son unos estrechos caminos poco utilizados. Como leí en una buena página web hay que seguir siempre el camino de más a la izquierda. Además en los cruces suele haber un montoncillo de piedras marcando el camino.
Al final se llega a un camino más grande y con una capa de machaca, que hay que tomar hacia la izquierda. Se sube pronunciadamente por lo que cansa bastante todo este tramo.
El camino zigzaguea y se pasa por una fuente. Poco más arriba hay un pequeño cartel de madera en un árbol que indica la dirección que hay que seguir. Hay que dejar el camino y seguir por una senda. Se sigue entre enormes hayas y también encontramos en el camino algunos tejos muy antiguos. Grandes joyas de la naturaleza. Poco más adelante comienza a disminuir el arbolado hasta quedar la roca y los prados.
En un pico de la derecha veo un rebaño de 15 o 20 no se si corzos, muflones o algo similar.
En toda esta zona hay enormes dolinas como cráteres de grande.
Aquí ya las piernas las tengo bastante castigadas y subir hasta el pico se me hace muy duro. Además, como siempre, parece que falta poco pero la cuesta se va alargando. Aquí ya luce el sol y el ambiente es cálido. Cuando llego ya a la cresta, cerca del pico, una ligera brisa fría que corre a ratos enfría tanto el cuerpo y no puedo estar largo rato en la cumbre.
El paisaje es impresionante. El cielo limpio del anticiclón permite ver montañas y más montañas. Se ven muy bien los Picos de Europa. Nieve hay poca, incluso en los Picos.
Abajo, al principio, en vez del embalse de Riaño, se ve un mar de nubes. El viaducto que cruza el embalse sobresale por encima de las nubes. Poco a poco comienza a despejar y se ve todo el valle.
Salí del pueblo sobre las diez menos cuarto y llegué arriba a la una y media de la tarde. Cuesta lo suyo subir.
La bajada fue más rápida pero la caminata pesa.
En primavera u otoño debe ser impresionante los hayedos que hay en el recorrido. Ahora están pelados.
Hay toda clase de musgos y líquenes en el hayedo. También encuentro en las ramas caídas al suelo una especie de curioso hongo o similar formados por una serie de hilos blancos como la nieve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario