Es uno de los cuatro únicos senderos que tienen los folletos oficiales del Parque Natural del Estrecho. En esta excursión en que lo he recorrido no he encontrado ni una única señal de él.
Para hacer esta excursión hay que ir por la carretera CA-223 desde el centro de Algeciras recorriendo las barriadas de San García y Getares. Si conseguimos no abandonarla acabaremos dejando atrás la ensenada de Getares y subir hacia el cabo de Punta Carnero. Antes de llegar al cabo podemos disfrutar, al tomar altura, de una bonita vista de la ensenada indicada, de los acantilados que empiezan a formarse en esta zona e incluso de buenas vistas de toda la bahía de Algeciras. También en este recorrido si uno está atento puede encontrar un cartelito que indica un criadero de marisco. Lo señala por un pequeño camino que baja por los acantilados a una pequeña plataforma llena de edificios en ruinas. Estos edificios fueron la denominada “Ballenera” Hasta los años 50 o 60 habían algunos barcos en Algeciras que se dedicaban a la pesca de cetáceos. En estos almacenes es donde los traían y descuartizaban.
Una vez llagamos a Punta Carnero empieza a tenerse buenas vistas del estrecho. Continuamos por la carretera y llegamos a una urbanización que está en la llamada cala Secreta. Esta urbanización recuerdo que la hicieron hace ya bastantes años y estuvo muchos parada supongo que por problemas de permisos. Luego se empezaron a hacer chales pero no ha tenido excesivo éxito debido supongo a la lejanía de la población y al mal tiempo que siempre hay en esta zona con fuertes vientos sobre todo. Tampoco tiene ninguna playa donde sea posible el baño. Así por lo que se ve gran parte de los que han situado sus casas aquí son extranjeros de los que van buscando rincones escondidos en la gran Andalucía todavía silvestre. Por ello se pueden encontrar gran variedad de estilos de casas muchas de ellas no habituales en nuestro país.
Hay que llegar con el coche a la zona más baja y alejada a la entrada de esta urbanización y dejarlo en algún sitio que no moleste. Para iniciar la senda hay que saltar unas piedras que han colocado para impedir el paso junto a una pequeña caja de camión de mudanzas que hay tirada en el suelo. Por la senda rápidamente llegamos a una ruinas que hay en un llano junto a la costa. Son los restos de un cuartel de carabineros. Los carabineros fue un tipo de policía que existía para controlar las fronteras y el contrabando. En esta costa existes numerosas casetas y cuarteles en los que vivían para vigilar la costa.
La senda está bien marcada y va siguiendo la costa bajando por las ensenadas y volviendo a subir por los acantilados. Una vez pasamos la cala Arena la vegetación arbustiva va creciendo y va haciendo más difícil el transito por el sendero. No obstante el sendero está bien pateado aunque la vegetación va formando un túnel en el que hay que pasar en algunos puntos agachado. Yendo solo da un poco la sensación pues parece que en cualquier momento te va a aparecer un inmigrante, un contrabandista o la guardia civil. Si uno es más imaginativo puede pensar que le va a aparecer en cualquier momento un antiguo pirata espada en mano. Son costas difíciles, vigiladas en todas las épocas unas veces por posibles invasores, otras por piratas, por contrabandistas o por inmigrantes. De hecho llama la atención la gran cantidad de zapatillas y de prendas de ropa que uno encuentra tiradas a lo largo del sendero. Son las que se van dejando los inmigrantes una vez desembarcado al tenerlas mojadas o porque ya no las necesitan pues ya han dejado el frío mar. Ya sabemos que muchas veces se les mojan las prendas con una mezcla de gasolina y agua de mar lo cual le produce fuertes quemaduras en la piel. En las ensenadas se pueden encontrar algunos restos de zódiac y de pateras.
En algunos claros que van apareciendo en el sendero se puede contemplar el estrecho y los acantilados de esta zona así como pequeñas calas de difícil acceso en la parte baja. También, más arriba, hay una antigua torre vigía aunque lejana al camino y no le veo un acceso claro. Es una torre medieval para el control de la piratería. Todas las torres son visibles unas con otras.
Si continuamos aparece un camino de tierra que podemos seguir. Por él llegamos a la ensenada del Tolmo donde podemos divisar una playa de piedra junto a un pequeño peñón que es su momento debió estar fortificado. Todavía se pueden contemplar algunos restos de almacenes y muros en la defensa. No sé la antigüedad que puede tener. No es mucha la cerámica que se puede encontrar y toda ella vitrificada. No obstante lo que me llamó la atención fue un pequeño trozo de cerámica que parece sigilata romana. ¿Pudieron tener algo aquí los romanos? ¿Es realmente sigilata o es una casualidad? Desde luego la ensenada es grande, muy buena para desembarcar y con unos buenos llanos y una pequeña colina donde se pudo edificar alguna pequeña población o factoría. El peñón servía muy bien como defensa y para el control de la playa.
Ya aquí llevo 1h 45’ de recorrido y hay que volver. Pocas alternativas hay y por tanto lo hago por el mismo camino.
Durante el camino en las montañas más altas se pueden ver algunos búnkeres y radares actuales usados por una acuartelamiento.
En todo el camino no me he encontrado ni un solo alma. Es una zona de difícil acceso a causa de los militares y por tanto poco atractiva para los turistas.
Hundimientos, la costa y Gibraltar al fondo se puede ver en esta zona.
Ensenada del Tolmo. Pequeño peñón fortificado en el centro ligeramente a la izquierda.
Torre vigía.
Sendero bien marcado pero con vegetación abundante que hace un efecto túnel.
Costa por la que se mueve el sendero.
Restos de zódiacs de inmigrantes.
Como último comentario se puede también disfrutar del vuelo de numerosos buitres y también he encontrado muchos pequeños halcones en vuelo bajo por los matorrales.
En días buenos la vista del estrecho y de África es extraordinaria.
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