Hoy es un día de los que se puede hacer una de dos cosas.
La primera es ponerse las botas, las polainas, cortavientos, gorro de lana… y
salir a dar un paseo para que me de la nieve y el aire. La segunda opción es
coger un poco de chorizo, queso, un buen vaso de vino y ponerse detrás de la
ventana para ver nevar.
He elegido la primera opción. Ya sé que soy tonto pero ya
no aguanto más en casa.
Así que salgo por la carretera del pueblo y me hago un par
de kilómetros largos caminando. La ventisca es dura pero el paisaje es siempre
es esplendido.
Estos son los paisajes:
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