Este fue otro de los pocos días que pude hacer un poco de
turismo. Me di un paseo por la ciudad de Cuzco y subí hasta la zona alta,
cercana a Sachahuaman desde donde se pueden hacer unas bonitas fotos de la
ciudad con el gran cartel, al fondo, en la montaña, de Viva el Perú.
En las fotos se pueden comprobar las bonitas casas
coloniales y en alguna de ellas las bases de muros incas.
En esta primera foto se puede ver a uno de los compañeros de
trabajo, Rafael. Estamos en uno de los restaurantes de la plaza de Armas donde
se puede comer con vistas desde su mirador. Todos los restaurantes de esta zona
son para turistas. En ellos se puede comer o cenar platos tradicionales con un
coste de entre 40 y 60 soles por persona (entre 10 y 20 euros). Existen otros
comedores para peruanos en zonas menos turísticas donde se puede comer muy bien
por 10 o 20 soles e incluso menos (entre 3 y 6 euros) pero las posibilidades de
coger una diarrea son bastante más elevadas. En éstos, los platos son cocinados
de una forma más tradicional lo cual para un extranjero puede ser menos gustoso.
Platos típicos a tomar pueden ser la carne de alpaca (animal
muy parecido a la llama. La llama no se come pues dicen que tiene la carne
amarga), el cuy (conejo de indias) o el ceviche (pescado crudo).
El cuy en los comedores para peruanos lo suelen servir
entero o por la mitad con cabeza, patas y todo. Pelado y hecho al horno parecer
perfectamente una rata por lo que a mucha gente le echa para atrás. Por ello en
los restaurantes para turistas suelen poner trozos siempre sin cabeza y sin
patas o incluso en mollas sueltas.
La alpaca es una carne muy sabrosa, tierna y con poca grasa,
muy apetecible.
El ceviche hay que probarlo bastantes veces para que
convenza a nuestros gustos. Hay que tener en cuenta que lo maceran con lima y
ají y le da un sabor acido y agrio bastante peculiar. El ají es un pimiento
picante pero con un sabor agrio que es distinto a los nuestros.
Este palacio que se ve a la derecha de color blanco con
balcones es el palacio episcopal. Se edificó sobre el palacio del rey inca. La
parte inferior de sus muros son del palacio del rey y está formado por grandes
piedras perfectamente encajadas. Una de ellas es la famosa piedra de los doce
ángulos en la que todo el mundo se fotografía. Esta piedra es famosa porque
tiene doce cantos y a pesar de ello encaja perfectamente con las piedras
adyacentes. De todas formas el resto de las piedras no deja de ser tan
espectaculares como esta pero parece que hay que dar fama a una para concentrar
al turista.
Hay muchos palacios que están rehabilitados y hoy son
hoteles, edificios públicos, restaurantes, tiendas… Sin embargo hay otros que
están más deteriorados e incluso abandonados. Estos aveces son más auténticos.
Esta empinada calle me llamó la atención por su nombre. Más
de uno debe haber resbalado bajándola.
Esta, como he comentado, quizás sea una de las vistas más
famosas de Cuzco con la plaza de armas en la parte inferior y el letrero de
Viva el Perú al fondo. Al frente, en la plaza se ve la espectacular iglesia de los
Jesuitas y a la izquierda la catedral.
Este es el hotel donde nos quedábamos los españoles de la
obra. Parece muy bonito pero tiene una deficiente conservación y el servicio
deja bastante que desear. Su diseño con patios interiores le da cierto
atractivo pero es un fallido diseño que deja las habitaciones con formas
irregulares y muchas de ellas interiores con ventanas a los pasillos. En Cuzco
hay multitud de hoteles y muchos de ellos francamente buenos, éste no es el
caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario