Tras la escapada de ayer al Mampodre hoy hay que tomárselo con más calma. Así que me voy a un pueblo que se llama Millaró de la Tercia. Está subiendo por la N-630 hacia Pajares, un poco más arriba de Villamanín. Está apartado de la carretera. Hay que desviarse y tras pasar por una cerrada garganta se abre un pequeño valle donde está el pueblo. Debe vivir muy poca gente por no decir ninguna.
Cruzo el pueblo y aparco al final de éste, donde empieza una pista de tierra que sigue valle arriba. El valle se bifurca en dos. El camino sube entre ambos pero al final se va hacia el collado del de la izquierda. Al fondo está el pico Braña Caballo. En el de la derecha está el pico Currillines.
La idea era intentar este último pero como digo el camino me lleva en dirección contraria. Al final llego al collado de la izquierda. Este da a otro valle que se dirige hacia el Torio, hacia Villanueva de Pontedo.
Subo el cerro que separa los collados de ambos barrancos citados y paso al collado de la derecha. Aquí no hay una senda clara y además el cerro es más grande de lo que parece.
Una vez en este collado veo que queda bastante hasta el pico y además tengo el tiempo limitado por lo que empiezo a bajar por el barranco de la derecha.
En este recorrido se me ha unido también un pequeño perro que andaba por el pueblo y aunque intento espantarlo al final me sigue todo el camino ocultándose cuando yo le miro.
El valle es muy bonito y tranquilo con el pueblo al fondo. Es una lastima que estén empezando a abrir una cantera que lo va a destrozar todo.
Destaca el pico Currillines con sus crestas rocosas. Seguramente siguiendo el camino de subida se puede uno acercar al Braña Caballo.