Hoy también aprovechamos el buen tiempo y nos dedicamos a
visitar dos puntos en los que ya habíamos estado pero en los que se nos habían
quedado cosas que ver.
El primero son las termas de Bande. Ya habíamos estado en
el cercano campamento romano de Aquis Querquennis. Se trata de un campamento
que hoy día se encuentra inundado por el embalse de As Conchas pero que cuando
las aguas están bajas resurge. En el día de hoy están bastante más bajas que la
otra vez que estuvimos y se puede ver el campamento completo. Aunque no está
totalmente excavado se puede intuir el contorno completo amurallado del
campamento. Es un perfecto ejemplo de campamento romano.
En la orilla del embalse, a unos cientos de metros, se
encuentran las termas de Bande. Se tratan de unas termas de origen romano de
aguas calientes. También quedan inundadas con el embalse pero ahora están al
aire y la gente las usa para bañarse, en las mismas bañeras y balsas donde lo
hicieron los romanos.
Hay un sendero deficientemente señalizado desde la
población a la colina donde se encuentra el castro.
Vale la pena el paseo tan solo por disfrutar de los
robledales que en estos momentos se encuentran plagados de setas.
La colina perfectamente defendible y con unas
extraordinarias vistas del valle de Rabeda, tuvo en su parte alta el castro del
primer milenio antes de Cristo. En terrazas inferiores se situó la ciudad
romanizada. Se encuentra casi en su totalidad sin excavar y su frondosa
vegetación impide ver las murallas inferiores.
En las cercanías hay una basílica románica inacabada en la
que se encuentra una cripta de origen templario. En dicha cripta hay lo que se
dice fue un horno romano quizás de unos baños y donde se dice intentaron quemar
a la santa tras decapitarla.
Se puede ver su historia en: