Llamazares es un pequeño pueblo de la cuenca del Curueño escondido en un pequeño valle lateral y a más de 1200 m de altura.
Tenemos ganas de caminar. Hace tiempo que no hemos podido hacer una buena caminata de montaña y hoy es el día indicado.
Nos levantamos temprano para no soportar los mayores rigores del sol. Poco después de las 8 horas salimos de Huergas de Gordón y tomamos la N630 en dirección a Asturias. En Villamanín nos desviamos hacia Carmenes. Cuando llegamos a este pueblo hemos cruzado a la cuenca del Torío. Tomamos la carretera que sigue el valle en dierección sur y un par de kilómetros más abajo nos desviamos en dirección a Valdeteja. Recorremos esta estrecha carretera y por ella pasamos a la cuenca del Curueño. Tomamos entonces la carretera que corre paralela al río Curueño en dirección Norte. En el pueblo de Lugueros tomamos el desvío a Llamazares.
Llegamos al pequeño pueblo y encontramos una fuente junto a un puente que cruza el arroyo. Cruzamos el puente con el coche y aparcamos junto a una pequeña cancha de baloncesto.
Ya a partir de aquí vamos caminando. Seguimos este mismo camino en dirección sur, subiendo la sierra del Bodón. En este punto hay un cartel señalizador de madera de un sendero que indica Redilluera. Seguimos a partir de aquí las indicaciones de este sendero. Había visto esta zona en un blog de internet y me apetecía ver que encontraba por aquí. Además había leído que hay un hayedo y siendo, además, la cara Norte de una sierra imaginaba que sería una zona fresca para caminar.
Así que empezamos a subir por el camino que discurre por un barranco rodeado de plantaciones de pinos. El camino sube hasta media ladera y a partir de aquí empieza a mantener cota siguiendo en dirección Oeste a lo largo de la sierra. En esta zona se alternan repoblaciones jóvenes de pinos y bosques de hayedos. Los hayedos son espectaculares, sobre todo el último que recorremos. Aquí los arroyos no paran de cruzar el camino y la hierba está completamente mojada a pesar de que va discurriendo la mañana.
Al final el sendero y el camino toman un barranco para bajar de nuevo la sierra y llegar al valle. Redilluera es un pueblo que hay un kilómetro y medio más arriba de Llamazares pero nosotros desconocíamos este dato.
El camino hasta ese momento no ha sido demasiado duro y decidimos seguir por la montaña más hacia el oeste. Asi que dejamos el camino y caminamos por una prado hasta que aparece de nuevo un medio camino que sigue recorriendo la sierra. Llegamos a un abrevadero y aquí desaparece el camino y sigue una pequeña senda.
La hierba y el terreno están chorreando y nuestras botas acaban calando y nuestros pantalones mojándose. Pero ya decidimos no volver atrás viendo que no mucho más adelante la sierra tiene un collado bastante bajo que nos permite llegar al cambio de vertiente de aguas.
En este punto conseguimos la vista del valle de Valdeteja a la altura del pueblo de Genicera.
Continuamos la cresta hasta que llegamos a un picacho formadas por extrañas rocas en equilibrio inestable. Desde este punto podemos disfrutar de un gran paisaje con el pico de la Morala al Norte ocultándonos la vista de los picos Faro y Huevo de Vegarada al Norte. Hacia el Este un largo pasillo nos deja ver hasta el valle de Arbás. Por el sur podemos ver la mole de Sancenas y hacia el Este el Huevo de Nocedo que tiene la forma del mítico K2.
Bajamos por la pradera que hace de ladera hasta un refugio de pastores que hay. La bajada es fácil pues esta zona no ha sido pacida y está muy alta de hierba. Ya en la caseta tomamos un camino que nos lleva tras una buena caminata hasta el pueblo de Redilluera. Y como hemos comentado desconocíamos que existiera este pueblo pensando que ya habíamos llegado a Llamazares. Por la disposición del pueblo pronto dedujimos que habíamos acabado en otro pueblo y no nos quedaba más que coger la carretera y caminar hasta Llamazares. Menos mal que tan solo era un kilómetro y medio hasta llegar al coche.
Al final de todo el recorrido hicimos unos 10 km de recorrido y unos 400 metros de desnivel.
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