A pesar del buen día que se presagiaba no teníamos preparada ninguna excursión. Además pasamos la noche en León y no habíamos cogido ni siquiera las cámaras.
Pero no nos conformamos y salimos por lo menos a dar un paseo.
Subimos desde León por la N-621 hasta la población de Barrio de Nuestra Señora. Allí seguimos por la CV-3141 hasta Boñar y continuamos por la Le- 331 hasta el desvío que hay indicado a Valdehuesa poco antes del embalse de Porma. La carretera que sube a esta población es la CV-104-12. Es estrecha y empieza a subir la montaña hasta colocarse bastante por encima del nivel de las aguas del embalse.
Valdehuesa es un pequeño pueblo famoso por el Museo de la Fauna Salvaje que tiene. Se trata de la colección que hizo un aficionado a la disecación. Tiene una colección amplia y exótica. Yo no lo he visto pues no me gustan mucho los bichos disecados. El museo le ha dado un poco de vida al pueblo y ahora hay varios restaurantes de comida tradicional, principalmente a base de caza mayor.
A partir de Valdehuesa la carretera empeora bastante y sigue bordeando el embalse a cierta altura hasta llegar a un nuevo poblado llamado Rucayo. Es un bonito pueblo que se interna en una valle bordeado de peñas cortadas que le dan gran belleza. En este pueblo probablemente no vive nadie. No obstante se han rehabilitado bastantes viviendas por sus propietarios para veraneo. Posee una tradicional iglesia pero de buen tamaño para lo pequeño que es el pueblo.
Las imágenes son malas pues son de móvil.
Tras dar un buen paseo volvimos sobre nuestros pasos y paramos una vez pasado Valdehuesa. Allí está una de las escuelas de escalada más importantes de León. Se trata de una pared vertical y desplomada de niveles entre 4 y 8b.
Íbamos buscando a una amiga que es gran escaladora para ver su buen hacer. No la encontramos pero disfrutamos de la escalada de otros grupos que allí disfrutaban.
Tras esto nos volvimos para casa por la ya famosa CL-626 hasta La Robla y de allí a Huergas de Gordón.
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