Hoy si que ya ha llegado el anticiclón y ha hecho un día estupendo, quizás incluso caluroso. La noche al ser muy despejada ha helado. Sin embargo por la tarde la temperatura ha llegado a 22º C.
Así que después de comer para aprovechar la tarde hemos ido a ver el ermitorio de San Froilan.
Este santo es uno de los patrones de la ciudad de León. Llegó a ser obispo de esta ciudad si no me equivoco allá por el siglo IX. Vivió como eremita en la zona donde ahora está la población de Valdorria.
Ya estuve por este pueblo con ocasión de la subida al pico Valdorria. Hoy llegamos a Nocedo de Curueño y subimos por la empinadisima carretera que lleva al pueblo y que siempre impresiona. Paramos el coche en el pueblo que es bastante bonito y arreglado, supongo que la mayor parte casas de veraneo. Cruzamos el pueblo y nos dirigimos por un sendero hacia las crestas que forman la estrecha garganta del riachuelo que posteriormente dará lugar a la cascada que hay en la carretera poco antes de Nocedo.
En estas crestas, tras subir y bajar por unas escaleras que van bordeando las peñas y que dicen que tienen 365 escalones se llega a un peñasco en lo alto del cual está la pequeña ermita. Aquí vivio aislado, en vida ermitaña, este santo. Desde luego el paisaje es muy singular.
Antes de llegar a Nocedo nos paramos a ver la cascada. No pudimos prácticamente entrar en la grieta donde cae el agua pues es tanta que sale uno mojado de la nube de gotas que salen lanzadas. La lluvia de estos días ha crecido todos los cauces.