Hoy nos ha salido otro día de nieve pero los 10 cm que hay
en A Canda no nos ha impedido salir de excursión. Hemos seguido otra ruta de un
folleto de la provincia de Ourense.
La ruta comienza en Allariz por lo que hemos bajado por la
autovía hacia esa población.
El día se presenta muy frío y a ratos lluvioso, granizoso y
nevoso. Incluso en algunos momentos ha salido un sol que no ha sido capaz de
calentar el ambiente que apenas ha pasado en algunos momentos de los 3 o 4º C.
En Allariz hemos aparcado sin problemas prácticamente en el
centro en la explanada que hay delante del Real Monasterio de Santa Clara.
Ya que estamos frente al monasterio hemos curioseado su
austeridad de adornos y su gran tamaño. Este monasterio fue fundado por la
reina Violante, mujer de Alfonso X
El Sabio, en 1268 pero de su construcción original no queda nada pues se quemó
en un incendio en el siglo XVIII.
De esta época es la nueva construcción.
Hay que decir que Allariz fue corte en tiempos de este rey
pero de la época poco queda. La población vieja se encuentra en la ladera de un
promontorio junto al río Arnoia. Estuvo amurallada y en lo más alto del
promontorio se intuye que hubo un castillo pero de todo ello poco queda. No
obstante la población nos ha sorprendido gratamente por encontrarse casi todas
las casas de la zona antigua en muy buen estado de conservación y con poca
intrusión moderna. Las calles están empedradas con grandes losas al estilo
antiguo y en conjunto la limpieza y cuidado destacan. Viejas casonas medievales
están francamente bien conservadas y presentan toda su belleza.
Hemos buscado sus tres iglesias románicas. Dos de ellas las
hemos encontrado abiertas. Nos ha llamado gratamente la atención la iglesia de
Santiago por su buen estado de conservación y su belleza tanto en el exterior
como en el interior. Del exterior destacar su ábside románico y la decoración
de la cornisa con diversos elementos antropomorfos, geométricos y animales todos
diferentes. El interior muestra unos muros de gran porte vetustos y son
pequeñas ventanas como eran en esa época pero con algunos elementos
decorativos. Llaman la atención las pilas de agua bendita que rodean sendos
pilares o las tumbas yacentes de caballeros en las paredes laterales. También
el coro de madera o la techumbre también de madera sostenida por arcos de
piedra de medio punto.
Hemos callejeado por las calles aprovechando para comprar
los almendrados típicos Allariz. También hemos ido hasta el museo del juguete
que hay en esta ciudad pero solo abren los fines de semana o el museo del
Tecido, dedicado al cultivo del lino que tampoco estaba visitable.
A los también probablemente interesantes museo del Coiro
(antigua tenería de cuero) y Muiño do Barato (antiguo molino hidráulico) no
hemos ido por las horas del mediodía que ya eran. De todas formas tampoco
hubiéramos podido visitarlos según he mirado en la página web del Concello por
estar cerrados este día y muchos más.
Si hemos subido hasta el castillo que hoy es un jardín pero
desde el que se puede contemplar la ciudad y alrededores.
Hemos proseguido nuestro viaje al pequeño poblado de Augas
Santas. De este lugar, además de la cierta conservación de las casas más
antiguas del pueblo típicas de la zona, destaca la iglesia de Santa Mariña de
Augas Santas.
Santa Mariña fue una mártir de la zona de la que el obispo
Juan Muñoz de la Cueva en su obra “Noticias históricas de la Santa Iglesia
Catedral de Ourense” contaba en 1727:
“Mariña nació el año 123 en Antioquía, lugar de A Limia
Baixa y, al quedar huérfana de madre, su padre – gobernador romano de A Limia –
se la dio a criar a una aldeana de Piñeira de Arcos, lugar situado al norte de
la laguna de Antela. Como la nodriza era cristiana, Mariña fue educada en esta
religión y recibió el bautismo. Enterado su padre, la abandonó, no quiso saber
nada más de ella. Su nodriza tenía unas tierras en Armeá, a dos leguas de
Piñeira y allí llevaba Mariña sus rebaños, sentándose en unas piedras en cuyas
oquedades, debidas a la erosión, se acumula agua que las gentes utilizan para
curar el dolor de oído. Un roble enorme, llamado O Carballo da Santa, sombreaba
aquel lugar donde Mariña hilaba al mismo tiempo que cuidaba de los rebaños.
Tenía 15 años cuando la vio el prefecto romano Olibrio., que se dirigía a la
ciudad de Armeá, guarnecida por una legión romana, y, enamorándose de ella, la
llevó consigo. Pero, llevada por sus servidores a su presencia, descubrió una
cruz sobre el pecho de Mariña que delataba su condición de cristiana. Olibrio,
que acababa de desencadenar una persecución contra los cristianos, intentó
inútilmente convencerla con halagos y promesas. Como así no consiguió minar las
creencias de Mariña, mandó encerrarla en un calabozo en la que la asistía un
sacerdote cristiano que vivía de incognito entre los gentiles. La sometió
después a tormento, colgándola y azotándola e hiriendo su cuerpo con peines de
garfios de hierro, sin que Mariña diese muestras de renegar en lo más mínimo de
su fe. Conducida a los tres días ante Olibrio, este quedó sorprendido al ver
milagrosamente curadas sus heridas. Manda atormentarla de nuevo y, como Mariña
sigue firme, ordena que la sumerjan atada de pies y manos en un estanque o
bañera; pero se rompieron las ligadoras y el cuerpo flotó sobre el agua.
Desesperado mandó que la encerrasen en uno de los hornos que ardían y hervían
en el castro de Armeá. Tampoco le dio resultado, pues Mariña fue sacada por San
Pedro por un agujero que tenía el horno en la parte superior. Finalmente,
ordenó su decapitación y al caer la cabeza rebotó tres veces en el suelo
brotando en cada sitio una fuente. Los cristianos recogieron su cuerpo y la
enterraron en un lugar próximo, dándole culto secreto mientras duraron las
persecuciones, y culto público después de Constantino”.
Pues bien, dimos una vuelta alrededor de la iglesia donde
está enterrada esta santa y no pudimos entrar pues estaba cerrada y no había
ninguna indicación de que abriera a alguna hora.
Cuando ya nos íbamos, a las afueras del pueblo hay una
especie de parada de autobús grande y allí pudimos ver el cartel de un sendero
que recorre lugares del antiguo castro de Armeá y lugares de la santa como el
horno crematorio de origen celta donde el gobernador romano intentó quemarla.
Pero ya era tarde y necesitábamos comer así que nos fuimos del lugar teniendo
en cuenta que no había ningún restaurante abierto.
De aquí volvimos a Allariz y tomamos la carretera que lleva
a Xunqueira de Ambía. Allí hay una colegiata del siglo XII que no pudimos ver
por dentro.
Allí comimos en el único bar que dan comidas que se llama BJ. Es un pequeño bar
donde te dan de comer comida sencilla, casera y contundente, pero donde sobre
todo destaca la cordialidad de sus propietarios que en todo momento nos dieron
conversación y nos comentaron historias del lugar. Esta población es lugar de
paso del camino de Santiago Mozárabe y en este bar están acostumbrados a dar de
comer a los peregrinos que pasan. Nos cuentan multitud de historias de
peregrinos.
Tras comer y ver que la colegiata seguía cerrada seguimos el
camino hacia Baños de Molgas.
Por el camino pasamos por el pequeño pueblo de Santa Eufemia
de Ambías donde hay una iglesia prerrománica. Por lo que leo en nuestra guía es
una iglesia mozárabe del siglo
IX.
Como era de esperar la encontramos cerrada y ni siquiera
encontramos a alguna persona que nos pueda decir cuando abre. La iglesia está
rodeada de casas y no destaca de ellas. Es una nave con tejado a dos aguas que
bien podría pasar por vivienda o por corral. Dando vueltas alrededor de ella
encontramos tres ventanas que si que por su sencillez y antigüedad son de gran
belleza. Por ellas podemos hacer con dificultad una foto del interior.
Si llama la atención el suelo de las calles de alrededor que
son de roca viva y supongo que el de la iglesia también.
Continuamos por la carretera y llegamos pronto a Baños de
Molgas. Paramos junto al río, frente al balneario que rápidamente se distingue
por su estilo modernista como buena parte de los de esta España. Lo encontramos
cerrado pero no abandonado. Supongo que lo abrirán en verano.
Junto al balneario está el río y allí hay una fuente en la
que sale el agua caliente. Tiene un ligero olor lo que indica que son
sulfurosas. Yo doy un buen trago, Luisa no puede con el olor. Junto a la fuente
hay un puente romano.
Frente al balneario hay un desvío que nos lleva al Santuario
de la Virgen de los Milagros. Tras algunos kilómetros llegamos al santuario. Se
halla en lo alto de una colina que domina un vasto territorio. Se dice que aquí
tuvo lugar la batalla de Monte Medulio entre las tribus galáicas y los romanos.
El santuario se construyó en el siglo XVIII
para conmemorar el hallazgo de la Virgen por una pastorcilla. Es una enorme
iglesia barroca rodeada por edificios anejos gestionados por los padres paules
y entre los que se encuentra un pequeño hotel y un feo edificio moderno para
ejercicios espirituales.
Llegamos al final de una misa y podemos tras ella acceder al
camerín de la Virgen para besarla.
Este parece de esos montículos de especial situación y que
siempre han tenido una cierta magia.
Este santuario recoge la más multitudinaria romería de toda
Galicia. La Virgen de los Milagros fue nombrada alcaldesa de la ciudad de
Ourense lo que indica su devoción.
Ya tras ello nos dirigimos a la autovía por Villar de Barrio
y Xinzo de Límia, por esos llanos que en su día fueron el lago Antela y que
fueron desecados.