Sigo en Chalhuahuacho. Aquí la vida es dura.
Aparte de la larga jornada de trabajo las condiciones de vida son complicadas.
Por un lado el clima es cambiante. Tan
pronto hace un sol que quema en minutos que se nubla y cae pedrisco o una buena
lluvia y eso en minutos. Las tormentas aquí también son fuertes y peligrosas
pues aparecen en minutos.
No hay que decir que calles y caminos se
convierten en barrizales y los verdes prados de estas montañas son autenticas
esponjas llenas de agua.
Uso crema solar con factor de protección 90
y aun así me he quemado dos veces como he dicho. Los labios los tengo
completamente pelados y agrietados a pesar de la manteca de coco.
El horario como he dicho es duro hasta que
te acostumbras. Levantarte a las 5 de la mañana, comer a las doce, cenar a las
6 y acostarte a las 8 es duro.
De las 8 noches que llevo se ha ido la luz
unas 5 o 6. Y digo irse la luz a las 8 o 9 de la noche y no volver hasta el día
siguiente no se a que hora pues cuando vuelve ya me he ido a desayunar. Uno
aguantaría haciendo algo hasta las 10 de la noche o así pero si se te va la luz
solo puedes hacer que dormir.
Del soroche o mal de altura mientras no hago
ningún esfuerzo no estoy notando nada pero con los esfuerzos la cosa es
desagradable. Por ejemplo cuando subes una cuesta tienes que marcar un ritmo
muy suave. De lo contrario puedes llevar un ritmo alto pero al minuto o así la
respiración se te agita. Esto es normal en cualquier sitio pero el problema es
que aquí empiezas a respirar agitadamente pero el aire que inhalas no es
suficiente y sientes unos síntomas de ahogo muy desagradables. Por más
bocanadas que das no introduces suficiente oxigeno. Pir ello hay que andar muy
lento e ir buscando el ritmo en el que la respiración te aporta el suficiente
oxigeno.
Incluso los coches lo notan. Estos días
estoy usando una pick-up todo terreno para moverme por la obra. Es un buen
bicho de marca Nissan que en condiciones normales se mueve por el campo en
cualquier ambiente y desnivel. Sin embargo aquí le cuesta muchísimo ir con las
marchas largas y en cuestas algo pronunciadas o terrenos blandos tengo que ir
con las cortas. Le cuesta muchísimo acelerar, da la misma sensación que cuando a
un coche no le va el turbocompresor.
Parece que funcionan mejor en este ambiente
los Toyota y todos los de las demás empresas lo llevan. Nosotros hemos pagado
la novatada.
En cuanto a la ducha el primer día solo me
iba el agua caliente y muy caliente que estaba por lo que era imposible meterse
bajo el chorro. El segundo si no recuerdo mal, me tuve que lavar con el agua
caliente solo pero además sin luz. Al cabo de unos días empecé a tener agua
fría con lo que me pude lavar con una temperatura de agua optima pero sin luz.
Creo que con luz, agua caliente y fría solo me he podido lavar un par de días
que me han parecido paradisíacos.
No tenemos internet pues en el hotel donde
nos alojamos lo quitaron porque dicen que les salía caro. No encuentro ninguna
wifi donde poder conectarme. La empresa no trajo ningún pincho de internet
móvil porque no sabía si iba a funcionar. En el pueblo hay varios cibers. Son
locales como garajes o bajos comerciales llenos de polvo con suelo de hormigón
y paredes sucias y desconchadas donde te puedes conectar con unos ordenadores
llenos de polvo y con teclados que se te pegan en los dedos. En Lima cuesta en
los cibers sobre un sol la hora. Aquí con el boom de los trabajadores de la
mina cuesta dos soles. La velocidad es tan baja que te aburres esperando.
Estoy escribiendo a oscuras. El ordenador
funciona porque es un portátil que va con su batería. Es las 20 h 17’ y creo
que voy a acostarme y dormir.