Otro día de lluvia y las montañas están muy nevadas. En el tiempo que he estado aquí he aprendido que el tiempo en Asturias y en León muchas veces es completamente distinto. La cornisa Cantábrica hace de barrera para las nubes. Cuando estas vienen del suroeste llueve en León y cuando vienen del noroeste pues llueve en Asturias. No obstante algunos frentes fuertes vencen la barrera y hace mal tiempo en los dos lados. Pero aun así, no es raro una diferencia notable entre la cantidad de lluvia en un lado y en otro.
Así que decido pasar al lado de Asturias a ver que tal hace. La idea es buscar de nuevo cerca de Ribadesella el trilobites perdido y también ver las ictitas que hay en la costa. Ictitas son huellas de dinosaurio. En caso de que llueva pues me meto en el Museo del Jurásico de Asturias también llamado MUJA.
Este museo está en Colunga, entre Villaviciosa y Ribadesella.
Hago todo el recorrido hasta allí y llueve con ganas así que me voy al museo. Está en la carretera que va de Colunga al bonito pueblo costero de Lastres. Encima de un montículo con una estupenda vista al mar. El museo está en un edificio de nueva construcción en el que supongo que algún político se habrá gastado una millonada, en vez de aprovechar algún edificio antiguo de los que se están derruyendo y nadie les hace caso.
Se trata de una estructura en madera compuesta de tres cúpulas que imitan la huella de un dinosaurio tridáctilo.
La entrada es cara 5,5 euros.
Es un museo bastante completo y fácil de recorrer. Da un repaso muy detallado de los tres períodos del mesozoico, es decir del triásico, jurásico y cretácico. Hace una clasificación de los precursores de los dinosaurios y posteriormente de estos mismos. También trata detalles importantes de estos, de su morfología y fisiología. Imposible desde luego mirar todo con detalle pues son muy profusas las explicaciones. Por suerte se pueden hacer todas las fotografías que se quiera por lo que se puede guardar muchas explicaciones. Hay muchos fósiles, aunque muchos de ellos, en especial los más raros o espectaculares, son réplicas.
También tiene un apartado final en el que se muestran las distintas formaciones existentes en Asturias con numerosas fotografías y fósiles.
La verdad es que uno sale más perdido que cuando entró con la cantidad de datos con que uno se encuentra.
Tras ver el museo salí con la intención de ver alguna de las numerosas ictitas que hay por toda la costa. Así que me desvío a la playa de los Griegos, allí cercana, y paro delante del camping que hay.
Hay unos viejos carteles que indican la existencia de estas ictitas. Para acercarse a ellas hay un sendero que va por el borde de la playa. Con la lluvia que cae este sendero está muy embarrado y es fácil patinar. Al final hay unas escaleras de madera que bajan a la base del pequeño acantilado pero están rotas y hay que bajar por otro lado como se puede. En los estratos rocosos que hay en la base se ven distintas huellas. Hay que hacer un poco de esfuerzo para distinguirlas pero una vez las detectas llama especialmente la atención destacando el borde de barro que se levantó en el borde de la huella cuando el dinosaurio pisó.
Tras esto me fui para la sierra del Sueve de nuevo para intentar buscar los trilobites. Para ello subí al alto del Fito. Según los planos del Instituto Geológico en la subida hay una señal de fósil que indica que los hay. Está dibujado en una zona de transición entre una franja caliza y una de cuarcitas. Y la zona de transición la encontré, está un poco más arriba de una antigua cantera caliza, cuando la carretera cruza un barranco. En este cruce hay un camino a la derecha que pone refugio o albergue o algo así. Estuve buscando por esta zona y allí al poco de entrar en ese camino hay una cueva o sumidero en la base de una pared rocosa.
En el alto del Fito hay un área recreativa y un bonito mirador. Lo que pasa es que la niebla casi siempre lo cubre todo como es el caso en este momento.
Tras esto me cansé y me volví para casa.
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