Hoy ha salido un día soleado, como un oasis entre tanta
lluvia, y no hemos querido dejar de salir a dar un paseo.
Hemos querido ir a ver el poblado de As Ermidas en el
concejo de O Bolo. Para ello hemos bajado por la autovía A-52 hasta A Gudiña y
allí hemos tomado la carretera OU-533. Pasamos por Viana do Bolo y antes de
llegar a Santa Cruz hay un cruce que señaliza As Ermidas.
El santuario está casi en el fondo del valle que forma el
río Bibei. La carretera baja hasta el río y allí hay un amplio aparcamiento
donde dejar el coche. El lugar está vacío y solo vemos unos pocos pescadores en
busca de las cada vez más escasas truchas.
Encontramos en esta zona un curioso molino integrado en las
grandes rocas graníticas redondeadas del río. Según leímos en un cartel es del
siglo XIX pero parece más antiguo. Dentro hay dos salas pero no queda nada de
la maquinaria.
Subimos hasta el santuario que está en la ladera, junto a
una gran roca.
Según cuenta la historia en esta zona hubo hasta siete
cuevas habitadas por eremitas en época visigoda. Ya en época medieval se encontró
por parte de unos pastores la imagen de la Virgen que por las antiguas ermitas
que existían se le puso ese nombre.
En el siglo XVII, un obispo de Astorga llamado Alonso Mesía
de Tovar se vio afectado por una grave enfermedad. Se encomendó a esta Virgen y
sanó. Agradecido, decidió comenzar a construir este santuario. A partir de ahí
los obispos de Astorga se dedicaron a mantener este lugar y ampliarlo.
Junto al santuario se creó un poblado esparcido por la
ladera.
Según se llega está el atrio o gran patio vallado donde se
encuentra la iglesia, la casa del administrador y el pórtico adintelado. En el
centro hay un cruceiro. La fachada de la iglesia impresiona debido a su
recargado estilo barroco. Llama la atención una fachada como está para un
pequeño pueblo.
La casa del administrador es un edificio grande que como su
nombre dice era la residencia del administrador así como del obispo de Astorga
cuando iba por allí y seminario menor cuando lo fue. Destaca sus dos grandes
escudos y los entresuelos acristalados donde están las imágenes que figuran la
Santa Cena.
Entrando a la iglesia me ha llamado la atención su reducido
tamaño para su gran fachada. Dispone de tres naves pero las laterales son
prácticamente pasillos. La central es alta y estrecha y dispone de dos
corredores sobre las naves laterales unidas al coro.
El altar es claramente barroco sobresaliendo la cantidad de
dorados y plateados.
El techo de la nave central es de madera policromada.
Destaca un galeón que hay colgando que se dice fue un exvoto de un marinero que
estuvo a punto de ahogarse y se encomendó a esta Virgen.
Destacar de este santuario el viacrucis que recorre todo el
pueblo. Las hornacinas son como habitaciones de grande y dentro hay unas
imágenes de madera policromada que representan la escena bíblica. Las imágenes
están bastante deterioradas y no parecen de gran calidad artística.
Como no había nada más abierto nos fuimos a buscar el pueblo
abandonado de Acevedo. Para ello hay que ir hasta O Bolo y luego ir por una
serie de pequeñas carreteras hasta llegar al poblado. A nosotros nos costó un
poco pues pensábamos que la carretera de acceso estaba cerca de la presa de Prada.
Allí nos metimos por una carretera y solo encontramos una cantera abandonada de
granito.
Fuimos hacia San Martiño y encontramos la carretera que
lleva al pueblo. Este pueblo me llamó la atención en internet pues está muy
escondido y en una zona que debe de ser muy bonita con la ribera del río Xares a
sus pies.
Efectivamente en el pueblo no vimos a nadie ni ningún coche.
A la entrada hay una pequeña capilla que mantiene todavía sus imágenes, bancos
y demás. En el pueblo todavía se ven tres o cuatro casas cuidadas pero las demás
están abandonadas. En la mayoría los techos ya están hundidos pero algunas
todavía se puede entrar y rememorar los viejos tiempos.
En la zona también hay un balneario pero hay que llegar por
otro camino. En la parte de enfrente del valle también se ven pueblos como San
Fiz que también se ven abandonados aunque a este le hicieron un pueblo nuevo
con la construcción del embalse de Santa Baja.