Observaciones a este blog

OBSERVACIONES A ESTE BLOG:
+13-12-20. Tras un periodo largo en el que me he quitado el cansancio que tenía del montaje de mis excursiones, vuelvo a sacar nuevas. Voy a ir hacia atrás sacandolas por lo que hay que estar al tanto.
+ 11-12-25. Los distintos artículos que aquí publico están ordenados por la fecha en la que ocurrió la excursión o acontecimiento. La falta de tiempo, a la que todos estamos sometidos, hace que publique excursiones bastante más tarde de cuando se realizaron. Eso da lugar a que parezca que en la página no se publica nada nuevo pero se están incluyendo artículos en fechas pasadas. Ruego a mis seguidores fieles que repasen un poco los meses y años pasados en busca de artículos que no han leído.

domingo, 29 de enero de 2006

06-01-29 Subida a la Cruz del Cardenal nevado. La Murta. Alzira (Valencia).

            El sábado día 28 una ola de frío hizo que nevara incluso en Algemesí. Fue a las 8 de la mañana cuando cayó una buena cantidad de nieve. Empezó a cuajar pero paró de nevar por lo que no duró. Sin embargo en la montaña si que continuó nevando. Ya el viernes nevó en las zonas altas y cuajó a partir de los 200-300 m.
            El domingo salió sin embargo el día completamente despejado aunque muy frío (-3 ºC en Algemesí).
            Pero no por la temperatura me iba a reprimir de ver las montañas nevadas. Las carreteras con el fuerte frío tras despejarse la atmósfera se habían congelado lo cual me hizo decidirme a no ir lejos. También la marabunta de gente que supongo que se tiró a la montaña ese día hizo que decidiera ir a un sitio conservador como era la Cruz del Cardenal en La Murta.
            Subir no fue fácil pues en la senda había nieve y se había congelado al pisarla alguna que otra persona seguramente el sábado. Peor fue la bajada para no patinar, además, el claro sol de la mañana empezaba rápidamente a descongelar el terreno en las zonas más bajas y embarrarlo. 
            Poco más que comentar de esta subida que ya he comentado en otras ocasiones, solo enseñar unas cuantas fotos de este fenómeno poco habitual.



  


domingo, 22 de enero de 2006

06-01-22 Alpera (Albacete).

            Alpera es una población que está camino de Albacete algo más adelante de Almansa. Está unos kilómetros apartada de la autovía lo que le da una mayor tranquilidad. Su clima es lo que marca la dureza del lugar. Frío, mucho frío sobre todo por la influencia del casi constante aire que se mueve por estos llanos.
            Este pueblo como muchos de la zona sufrió una fuerte emigración hacia zonas más industriales. Tuvieron suerte porque tenían las importantes zonas industriales de Alicante cerca y muchos fueron a estas zonas. Hoy día es habitual encontrar cierto movimiento de personas los fines de semana, en general hijos de la población que suben de Alicante a pasar el día. Incluso mucha de esta gente ha rehabilitado viviendas para tenerla de vacaciones. También los cazadores animan las calles los fines de semana.
            Es un pueblo de calles anchas y enormes casas. Situado junto a un barranco que mantiene las escasas parcelas en regadío que sirven para el consumo propio. El resto son secanos de vid, olivos y almendros.
            Sitios que merecen visitar es La Hunde, la nevera, la cueva de la Vieja y el poblado íbero de Castellar de Meca.
            Hoy nos dedicamos solo a Castellar y a la cueva de la Vieja.
            Salgo de Algemesí y me voy a Caudete para recoger a mi Maria que viene de Molina de Segura. Deja allí su coche y se viene conmigo a Alpera. Este rodeo más el retraso de María hace que no lleguemos antes de las once de la mañana. Por lo menos aproveché para comprar aceite en la almazara Agulló. Es una almazara y fabrica de conservas familiar que se mantiene el pueblo de Caudete y que lleva el mismo apellido que yo.
            Una vez en Alpera nos reunimos con mi hermana Palma y mi cuñado y no perdonamos un almuerzo en el bar El Cazador. Aquí el embutido es el fuerte y no tenemos más remedio que tomarnos unas chuletas de cordero con unos huevos y unas patatas a lo pobre.
            Llenos de comida nos vamos a ver el poblado íbero de Castellar de Meca. Está en la carretera de Alpera a Ayora. Cuando esta se acerca a la enorme mole de la sierra del Mugrón es cuando hay que coger un camino de tierra que va a la masía de Meca. En la entrada del camino hay un cartel explicativo blanco pero con letras pequeñas por lo que hay que ir con cuidado para no pasarse.
            Una vez se llega a la masia hay que pagar 4 euros por grupo pues la finca es privada.
            A partir de allí hay que iniciar la ascensión a una estrategica planicie algo separada del grueso de la sierra donde se encuentra el poblado. Está bastante alto para un poblado pero era suficientemente estratégico para ser interesante.
            De camino, a media altura aparece un aljibe cubierto moderno que nos indica que disponía el poblado de una fuente cercana.
            A partir de la fuente aparece un camino en gran parte excavado que sube zigzagueando a la planicie. Destaca las carrilas producidas por el paso de los carros en época antigua. Ya en la base de las paredes rocosas que protegen el pueblo, aprovechando un ligero barranco aparecen unas escaleras excavadas en roca que daban un acceso rápido a la población, supongo que para subir agua. Subimos por ella y llegamos rápidamente a la planicie. La planicie está prácticamente sin excavar. Abundan las piedras y rastros de muros. También es muy común encontrar aljibes, algunos de gran tamaño, así como muchas y variadas obras en piedra como cazoletas, regatas, caminos. etc. Es enorme el trabajo que se hizo en piedra en este poblado. Prácticamente lo único que hay excavado son los distintos caminos que van recorriendo la población y que destacan por las profundas carrilas producidas por los carros. Curiosas son las bifurcaciones.








            Pero lo que es espectacular es la bajada que hicimos por el camino principal de acceso a la población. Es todo un camino picado en roca en algunos puntos a más de dos metros de profundidad. Uno puede pensar que lo hicieron para suavizar la pendiente pero esto pierde fuerza cuando se ven algunos escalones naturales que rompen la suavidad y que no se esforzaron en picar. Si hicieron una enorme faena de picado en piedra para suavizar la ascensión, lógico es que no existieran estos escalones. Quizás quepa pensar en motivos defensivos. Si el que entraba a la población iba por una zona profunda entre paredes verticales de roca era fácil darles duro. Bajando se puede detectar los restos de donde debió de estar la puerta de entrada. Incluso se ve una muralla semicircular que protege esta zona que no posee paredes naturales.


    

   

            Vale la pena volver con tiempo y rastrear bien toda la población y los numerosos abrigos rocosos que hay en las paredes alrededor de la población.
            Tras esto nos fuimos a comer al pueblo. Comimos un plato de relleno que es una sopa con unas pelotas de carne que revitalizan y calientan el cuerpo. Luego probamos la oreja de cerdo.
            Ya por la tarde nos acercamos a la cueva de la vieja. Es un abrigo rocoso que contiene pinturas rupestres. Esta cueva es bastante famosa por lo que debieron de tener interés estas pinturas. Sin embargo ahora están muy borradas y poco se ve. Recorrimos también la ladera de la cueva casi hasta la cumbre pues hay algunos abrigos más y se ve numerosa cerámica en el suelo pero no vimos nada más de interés.



            Ya con esto dimos por terminada la excursión pues ya estaba anocheciendo.

domingo, 15 de enero de 2006

06-01-15 Sierra de la Cingla. Jumilla (Murcia).

            Ya hablé de este rincón en la pequeña excursión que hice el 8 de diciembre de este año.
            Esta vez he ido con mi novia María a pasar el día.
            De nuevo hemos visto las pinturas rupestres y lo que parece que son unas cazoletas cercanas. Luego hemos subido hasta el pico más alto de esta zona con unos espectaculares cortados que rodean buena parte de este.
            Luego bajamos al extraño valle y tras comer me subí al montículo que hay en el centro. No he encontrado grandes trazas de restos arqueológicos. Solo unas escasos pedacitos de cerámica y algo de filos de silex. Es raro con lo especial que es este pico.
            También hemos visitado una de las casas antiguas que hay en este valle. Destacar en una de ellas la chimenea que ocupa buena parte de su única habitación con unos bancos de obra dentro de ella para sentarse calientes. También encontramos tiradas unas antiguas colmenas hechas de esparto. En este valle las esparteras son muy abundantes.
            Luego nos dimos una vuelta por las dos pedanias cercanas que hay en la carretera y que pronto dejaran de ser unos tranquilos pueblecitos con las urbanizaciones insostenibles para extranjeros que están promocionando.
  


domingo, 8 de enero de 2006

06-01-08 Peña Cortada. Chelva (Valencia).

             La zona del Alto Turia es enorme y muy bonita. No obstante es una zona de la que siempre he huido a causa de la gran cantidad de domingueros de Valencia capital que se esparraman cada fin de semana. Y si uno va en un puente o día festivo pues te los encuentras hasta encima de los pinos. Pensando, son bastantes los años que no he subido de Liria para arriba.
            Desde Algemesí tomo la autovía camino de la circunvalación de Valencia. Por ella llego hasta la autovía de Liria y por ella subo hacia esta ciudad. Corremos por zonas ya muy saturadas de polígonos industriales y urbanizaciones de chalets. Solo quedan restos de los secanos de algarrobos, olivos y almendros que ocupaban estas zonas. También los nuevos regadíos hace años extendieron los naranjos y frutales caducos hasta zonas muy por arriba de Liria.
            Liria es la ciudad más grande de la zona. Uno se puede dar una vuelta por la ciudad y sus contornos pero no es la idea de esta excursión.
            La autovía se acaba y seguimos dirección a Casinos. En esta población se puede observar un aeródromo medio abandonado que creo que se mantiene por motivos estratégicos. Podemos recordar que en esta ciudad estuvo refugiado el gobierno republicano durante la guerra civil.
            Seguimos y empiezan a verse al fondo las grandes montañas del Alto Turia por donde se abre paso el río de este nombre en un profundo y retorcido valle. Por este valle se distribuyen varios pueblos ya camino del Rincón de Ademuz. A partir de Losa del Obispo se puede decir que comienzan las grandes montañas. Ya dentro de estas pasamos Calles y por último llegamos a Chelva.
            Allí tomamos una cerveza y un pincho de tortilla y nos disponemos a buscar Peña Cortada. Está bien señalizado todo el recorrido por lo que es difícil perderse. Mas o menos en el centro del pueblo, que cruzamos por la carretera, hay un desvío que sale a la derecha. Siguiéndolo hasta salir del pueblo una señal nos indica que debemos desviarnos a la derecha por una pista de tierra. Siguiendo esta pista hasta el final llegamos a los pies de la canalización romana.
            Es increíble encontrar esta obra de ingeniería romana en una zona tan recóndita y supongo que para alimentar a un pueblo pequeño. Ya antes de llegar nos encontramos parte de un acueducto que no se si se perdió en parte o no se llegó a concluir.
            Una senda nos hace subir la ladera hasta alcanzar los restos de la canalización y pronto nos encontramos con el acueducto de Peña Cortada. Es un acueducto de solo dos pilas pero espectacular en su solidez y buena factura en una zona muy complicada por las paredes que forman el barranco de la Cueva del Gato.

            A partir de aquí, la canalización, cruza una loma de pura roca para cruzar a otro barranco. El cruce lo hicieron los romanos cortando un tajo en la roca desde arriba hasta llegar al nivel de la canalización. Solo una pequeña zona central se hizo en mina. Es bastante incomprensible esta ejecución tan compleja.

            Una vez se cruza este tajo el canal discurre por una ladera rocosa y bastante vertical con lo que se suceden las minas con la canalización abierta en roca.

            Las lluvias han encharcado el canal y a pesar de que pasamos con dificultad bastantes zonas inundadas llegamos a una demasiado llena para poder pasar. Así que no pudimos llegar hasta el inicio del canal para ver su completa longitud y si hay algo en el nacimiento de la conducción.

            Los fondos de estos barrancos también son transitables y debe ser curioso recorrerlos pero no tenemos tiempo.

            Tras esto volvimos a Chelva y comimos en el restaurante Neutral una buena comida casera y con buen trato por parte del camarero. Este restaurante está cerca de la iglesia. El precio moderado.
            Ya por la tarde paramos una vez pasado Calles en la zona donde en un tiempo estuvo Domeño. Fue un pueblo que se abandonó a raiz de la creación del embalse de Loriguilla. Se creo un nuevo Domeño en el llano, cerca de Casinos. Yo recuerdo haber visitado el pueblo abandonado con mi padre. Era curioso ver un pueblo parado en el tiempo aunque estuviera cayendose. La exagerada prevención de posibles daños a los visitantes hizo que se decidiera demolerlo y hoy día es difícil distinguir donde estuvo este pueblo. Solo queda el castillo. No han dejado ni la iglesia.

            Si uno sigue una pista de tierra nos podemos acercar hasta la cascada artificial que vierte agua de una canalización de agua que se hizo para hacer distintos saltos de agua en la zona. Es curioso continuar río arriba paseando por la pista de tierra, paseando por la gran cerrada que hace el río Turia en esta zona. Se puede contemplar también  una minicentral eléctrica que supongo que se alimenta del canal que circula a media ladera.
            La lluvia ya no nos dejó hacer más cosas e hicimos el camino de vuelta. 

domingo, 1 de enero de 2006

06-01-01 Balneario de Fortuna (Murcia).

            Como la noche no fue excesiva el día 1 nos hemos permitido dar un paseíto antes de comer y disfrutar de una mañana agradable.
            Y la visita ha sido al balneario de Fortuna. Es un pequeño balneario situado en los ya desiertos de las cercanías de Murcia. Entre chalets y polígonos industriales caóticamente distribuidos, según nos vamos acercando a la sierra de la Pila, por la carretera que conduce de Fortuna a Pinoso, aparece este balneario.
            Es un recinto abierto, formado por varios pabellones de finales del siglo XIX. Varios de ellos son distintos hoteles, otro un antiguo casino que hoy se emplea para distintos servicios y también hay uno que son las piscinas donde la gente se baña. Supongo que dentro de los hoteles o quizás en el edificio de las piscinas habrán baños y otras terapias.
            Hoy día el balneario está cuidado lo cual muestra un relativo nuevo esplendor que está alcanzando. Da gusto pasear por sus calles disfrutando de este gusto arquitectónico del XIX, modernista que ya querrían tener los edificios actuales.

            En un rincón medio abandonado, bajando por unas escaleras hay una fuente donde se pueden probar las aguas del balneario. Los que estén hospedados en el balneario supongo que disfrutarán de lugares mejores donde beberlas. Estas aguas salen calientes, pero no ligeramente tibias como otros lugares sino caliente de verdad, a 52 ºC. En la fuente mencionada no parece tan caliente pero parece que sale de un termo. También me llama la atención su gusto claramente salino (no salado) a diferencia de otras fuentes medicinales que no marcan tanto sus contenidos en sales.
            Es curiosa la costumbre de ir en estos sitios con el albornoz por todos los lados. Nos encontramos la visión un tanto cachonda de una pareja sacando las maletas al coche y todavía con el albornoz y las piernas al aire. Creo que la gente se pasa ya un poco con esa presunción de ir disfrazado con el albornoz haciendo ver a la gente que uno está alojado en el balneario.

            Este balneario es ya conocido en épocas anteriores a los romanos. Toda esta zona está llena de yacimientos arqueológicos de todo tipo. No es el caso este día de patear monte pero hoy se puede ver perfectamente como en el cerro que hay al otro lado de la carretera de Pinoso la roca madre que está al aire tiene unas claras heridas de antiguas canteras de sillares que igual se remontan a la antigüedad.